Mi palabra
"Puede ser un héroe lo mismo
el que triunfa que el que sucumbe,
pero jamás el que abandona el combate"
Carlyle
En medio de un sol canicular, el cual, hacia emanar un vapor del fondo de la tierra, inquietando y haciendo sudar a todos los presentes y hasta un vendedor, que se encontraba algo retirado cobijándose debajo de un frondoso árbol, sufría los rigores del cambio climático; en ese ambiente fue desvelada una imagen de Tatiana Delgado con una sonrisa hermosa y radiante, de la mano de un niño tan motivado, como si iba a destapar un regalo navideño, en una escuela del barrio Araguaney de la ciudad de Acarigua, que de ahora en adelante lleva su nombre. La sonrisa en el rostro de esta mujer llena de bondad y de una incontenible pasión revolucionaria, desde el mismo momento de haber dado sus primeros pasos en su época de estudiante, hasta el momento de sembrarla, ha quedado para siempre en el corazón de sus camaradas y amigos, que conocieron de su valentía a la hora de defender sus ideales y la causa del socialismo.
Hablar de Tatiana, es hablar de una revolucionaria nacida en un hogar, donde todos parecen haber seguido sus pasos, con infinito respeto y admiración. Tan sencilla y humilde, un fiel reflejo de su bondadosa madre –Lourdes– de quien un amigo siempre repetía: "No he visto una mujer tan noble y bondadosa, como esta". En su residencia el que llegaba pasaba el tiempo, con el placer más inmenso, porque no existía la mezquindad y además era una verdadera escuela en las enseñanzas del marxismo. Además, la misma Tatiana, aparte de participar en la formación, era la misma que se ubicaba en primera fila de cualquiera brigada para realizar actividades sin importarle el peligro.
El triunfo de Tatiana Delgado en la alcaldía del municipio Páez, dejó boca abierta a la dirigencia de AD y a la opinión pública nacional por varias razones. Se produjo, cuando los adecos eran amos y dueños del poder, aun, cuando el andamiaje se empezaba a debilitar, y en Portuguesa, precisamente en Acarigua, parecía que no existía ni aparecía nadie capaz de derrotarlos y más, cuando el gobernador del momento por la tolda blanca impuso, como candidato a un radiodifusor dueño de una emisora –Radio Acarigua sensacional AM– joven y en esos momentos era la voz de la estación, acaparando la sintonía por un porcentaje muy elevado. A ese candidato se enfrentó Tatiana y lo derrotó.
Estamos claro, que en este triunfo influyeron varios factores. Por una parte, prevaleció la unidad de los sectores de izquierda, pero nadie en esa izquierda reunía las condiciones para enfrentar una tarea, el cual parecía imposible. Pero la personalidad de Tatiana, una educadora respetada por propios y extraños en el medio donde daba clases, porque no perdía el tiempo para decirle la verdad a cualquiera, y mire que los contrarios en esa institución eran bastantes de distintos colores y por además creído influenciados por los años de gobiernos de AD y COPEY. Esa alcaldesa abrió una nueva etapa en el municipio Páez, porque llegó mucho antes de aparecer el comandante Chávez; pero además dejó una marca imborrable un ejemplo a seguir: la primera autoridad de una alcaldía surgida de la izquierda y de paso comunista. ¿Cómo les parere? ¿Es o no es una enseñanza muy valiosa?
Ahora, vamos a lo que en verdad dejó ese triunfo inesperado de una revolucionaria en una alcaldía. Por una parte, despertó la jauría, comandada por el propio gobernador –Elías D' Onghia– quien utilizó todas sus artimañas a su alcance para entorpecer la gestión de un alcaldesa entregada en cuerpo y alma al municipio, que en buena lid la eligió. Empezó por trancarle el situado para realizar las operaciones, hasta incitar las guarimbas, desde los centros de estudiantes dirigidos por los adecos, el cual manejaban dócilmente al estudiantado para sacarlo a la calle haciendo todas las tropelías, sin ninguna conciencia, porque arremetían con lo que encontraban a su paso, con el resultado muy triste y lamentable: vidrieras rotas, las calles convertías en verdaderos campos de batallas, y no se sabía la verdadera razón.
De estas guarimbas estudiantiles guardo un episodio, que luego me pareció una anécdota: resulta que en uno de esos momentos por demás violentos se presentó una protesta de estudiantes incitada por la dirigencia adeca. El centro de Acarigua se convirtió en un escenario por demás violento, supuestamente protestaban por problemas en una institución estudiantil, pero fueron tantos los daños y a la vez la represión de la guardia nacional de aquel entonces, que Tatiana, salió en defensa de los estudiantes, los mismos que estaban frente a la alcaldía protestando. La valiente mujer en la calle se encontró, con el mismo que dirigía las operaciones, el jefe de la guardia nacional, quien muy arrogante fusil en mano se desplazaba de un lado a otro, pero la alcaldesa no se despega de su lado haciéndole respetar a los muchachos, los mismos que protestaban contra la alcaldesa totalmente desorientados.
Al paso del tiempo, me conseguí a este militar en Barquisimeto ya retirado y lo empecé a ver de frente, pero él de manera muy amable y con una sonrisa me preguntó ¿Se le perdió alguien parecido? Mi respuesta muy sincera y oportuna ¿Usted estuvo en Acarigua, cuando Tatiana Delgado, fue alcaldesa? El rostro del interrogado se convirtió en una expresión llena de humildad y sinceridad y pasándome el brazo por el hombre me preguntó ¿Cómo está ella, qué mujer tan guapa? Le respondí ¡Hace pocos meses murió! No puede contener las lágrimas, así, como termino escribiendo esta semblanza de mi gran amiga, camarada y mujer ejemplar, quien ha retoñado en una escuela, como si empezará a recibir clase al lado de los niños de la escuela, que ahora lleva su nombre