La lluvia, los vientos y tormentas eléctricas forman parte de los fenómenos naturales que muchas personas se han dedicado a estudiar por su misteriosa belleza y su enigmático origen.
Nuestros abuelos veían la lluvia como una bendición, en esto coincidieron con el milenario oráculo chino I Ching, donde se menciona el Ying Yang como nombre dado a toda la creación desde la sexualidad, el Ying Yang es lo masculino y lo femenino, pero también se compara con el cielo y la tierra, lo masculino y femenino mientras la lluvia es la expresión de la relación de intimidad porque mediante el coito entre el cielo y la tierra que es la lluvia, es como germinan las plantas y animales, por eso a la tierra se le otorga el calificativo de "madre tierra" ya que de ella y en ella germinan todo lo bueno y todo lo malo.
Ni yo mismo entiendo porque me incline por comenzar este artículo con esta referencia pero quienes han consultado el I Ching, saben de lo que hablo.
La gran industria y el desarrollo de las tecnologías no han sido capaces de producir soluciones para curar las heridas profundas que el desarrollismo del sistema capitalista le han hecho a nuestro medio ambiente, por el contrario son reincidentes en la vulneración de los derechos de nuestra madre tierra.
En Venezuela, ocurrió un fenómeno natural que se convirtió en una tragedia social en 1999 en el extinto Estado Vargas hoy La Guaira, fui voluntario y desde ese entonces quedé marcado por varias situaciones: la primera fue la certificación de que los "ríos suenan", algo que había escuchado desde niño, para mí sorpresa no es un simple refrán aquello que dice: "cuando suena el río, piedras trae", siempre creí que era una frase de origen popular con un significado distinto a la realidad, hasta que los ríos sonarán y me tocó escucharlos en el centro de acopio que instalamos frente al hospital de Pariata y lo tuvimos que instalar en el estacionamiento porque durante la etapa más crítica del deslave, el hospital fue saqueado por maleantes.
Cuando le decía a la gente que vi caer desde la montaña rocas del tamaño del hospital de Cabimas, me miraban con incredulidad pero eran tan grandes que para recuperar los caminos, el ejército tuvo que usar explosivos.
Por las noches se escuchaba un ruido sobre nosotros que erizaba la piel y nos conectaba con la espiritualidad y la resignación de lo que pudiera ocurrir si nos caía encima el rugir de la naturaleza, el choque de rocas contra rocas en los ríos que bajan de las montañas era lo más cercano que nosotros estuvimos del fin del mundo.
Para que tengan una idea, Vargas tiene un espacio geográfico muy parecido al de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo con la diferencia de que allá tienen la costa del mar Caribe y nosotros la costa del Lago de Maracaibo, el otro detalle es que allá además de la costa tienen una cordillera de montañas que colindan con Galipan y el Guaraira Repano, mientras nuestra superficie es plana con algunas zonas en situación de subsistencia como consecuencia de la extracción centenaria de petróleo.
En el epicentro de la tragedia camine hacia Punta de Mulato y Macuto buscando personas heridas y tratando de entender porque pasó toda esta calamidad, hablando con la gente escuche versiones que pare parecen extraídas de nuestro folklore y tradiciones pero también del látigo de las creencias religiosas que afirmaron que lo sucedido fue un castigo de Dios porque el litoral estaba muy corrompido.
Desde el hospital de Pariata fui a la iglesia con unos vecinos una noche y mientras una de ellas me contaba que durante la tragedia, un antiguo río que pasaba frente a la iglesia en la época de la colonia y que el modernismo y desarrollismo del sistema capitalista provocó que el río fuera "ocupado" por cacerios y locales comerciales que fueron construidos encima de lo que fuera el río, pues bien, más de 500 años después "el río reclamó su cause" arrastrando todo aquello que no tenía porque estar ahí, frente a la iglesia habían cuatro imágenes tamaño natural de cuatro ángeles o arcángeles que estaban en la entrada, después de la tragedia solo quedaron los dos del centro o puerta principal, ingresamos a la medianoche con unas linternas y mientras la señora continuaba con el lugubre relato, ella hizo una pausa para preguntarme si había visto y no le entendía, mientras miraba dentro del templo tratando de encontrar lógica a lo que ella decía, pero lo que podía observar es que dentro de la iglesia parecía que había ocurrido "el efecto licuadora" porque todo el mobiliario había sido revuelto, la señora me habló en un tono como molesta y me quito la linterna para alumbrar mientras me decía que, en un rincón a mano derecha de la entrada estaba la virgen de Coromoto, que estaba en una base preparada para las procesiones por el pueblo y que, para cargarla tenían que llevarla más de 16 hombres bien alimentados, mientras que ella dice esto alumbró al lugar donde se suponía debía estar la virgen pero no estaba.
Entonces me tomó de la mano mientras alumbró el camino hacia el púlpito, algo así como treinta o cincuenta metros y alumbró en el centro la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, ella continua el relato diciendo que desde la entrada hasta el Sagrado Corazón de Jesús hay una distancia que no se explica cómo la virgen llegó hasta los pies del Sagrado Corazón quedando una imagen de plegaria porque el niño Jesús se le cayó el mundo pero la madre quedó de rodillas ante el Sagrado Corazón de Jesús, con esto dijo que concluyó la tragedia.
Fueron muchos los relatos, cuentos y leyendas que conocí pero me fui más allá de la palabra y comencé a explorar la zona como Carmen de Urea donde un pueblo entero quedó sepultado y camine por el cause del río un día completo de ida y vuelta pero lo que vi era la reactivación de un antiguo cause natural de un río que fue ocupado por la ausencia de gobierno, planificación.y control.
Curiosamente nuestros viejos y antepasados aborígenes parece que fueron más inteligentes y respetuosos de las Leyes de la naturaleza porque exactamente dónde fue construida la casa Guipuzcoana durante la época de la colonia, en el momento de la tragedia funcionaba la gobernación y muchas construcciones de sus alrededores fueron afectadas mientras que la antigua casa de la extinta empresa colonial no sufrió daño alguno.
En todo el país se repite la misma historia, los pueblos fueron más eficientes que los gobiernos de turno en materia de construcción de viviendas y el surgimiento de nuevas comunidades como resultado del incremento de la población pero este crecimiento de la población y la infraestructura también ha contado con la ausencia del Estado en la planificación, ejecución y control produciendo el desarrollo urbanístico en zonas de riego por subsidencia y otros motivos.
En la Ciudad de Cabimas Estado Zulia es sistemático el ineficiente funcionamiento del sistema de distribución de agua potabilizada y el sistema de recolección de aguas residuales, vialidad y otros servicios pero ningún gobierno, y está Ciudad ha sido gobernada por ambos bandos, han sido capaces de promover un estudio sobre el origen y riesgos de varias zonas por subsidencia, por el contrario han gestionado la inversión y construcción de viviendas y obras de interés social en zonas de riego, por ejemplo: los urbanismos La Panamá en la parroquia Jorge Hernández y Los Rosales en la parroquia Germán Ríos Linares construidos en zona de riesgo y La casa hogar María de San José, construida en una ciénaga ubicada en la avenida intercomunal a la altura del barrio INOS, ojo; por razones obvias no puedo detallar que la mayoría de las parroquias tienen las mismas condiciones de riesgo de los Rosales y la Panamá.
El asunto es que por falta de voluntad política no ha sido posible el estudio de geodesia partiendo del origen de nuestra geografía y el aprendizaje acumulado de la experiencia de nuestros antepasados quienes al llegar a nuestra tierra no la ocuparon de forma anárquica, por el contrario, la Misión tiene evidencias históricas de haber sido fundada durante la colonia y así sucesivamente podemos observar en el origen poblacional de Cabimas que nuestros antepasados siempre respetaron el cause natural de ríos como no lo hicieron los comerciantes de la política que ganaron mucho dinero construyendo el urbanismo los Rosales en una zona cause del río Cacaito.
Nuestros viejos respetaron tanto el espacio geográfico inhóspito como los causes naturales de tal manera que las calles tenían un canal para respetar el cause fluvial.
El asunto es que quienes aspiramos construir la Ciudad que queremos con la Ciudad que tenemos debemos asumir el reto y el desafío de recuperar el gobierno municipal y subordinar la gestión a la voluntad de la mayoría.
Para que tengan una idea de lo que no debería ser pero es: recientemente, durante la tragedia de Tejerias que enlutó a muchos hogares generando conmoción Nacional, el alcalde de Cabimas Nabil Malouf, celebró la muerte de nuestros hermanos, lo peor es que negó que en Cabimas había alguna situación de emergencia para continuar con su fiesta mientras la mayoría de las comunidades estaban inundadas por la lluvia con el sistema de recolección de aguas residuales colapsado.
En cualquier lugar del mundo ocurren cosas como estas por la miopía política de sus gobernantes, quienes con su negligencia omiten el cumplimiento de normas referentes a la planificación, ejecución y control del desarrollo urbano con el fin de crear condiciones de bienestar para todos sin riesgo de que un fenómeno natural se convierta en tragedia social.
Depende de todos.