El capital, es un juego económico en manos de las grandes potencias que en un principio atacaron fuertemente a Alemania para que no ejerciera control sobre Europa. Esta situación, desde la II Guerra Mundial viene arrastrando a Latinoamérica hacía un gran escollo y una extrema inestabilidad por la capacidad de resistencia, tanto de la derecha como izquierda. Los antiguos griegos ya luchaban con los romanos para tener esa supremacía. Lo grave es la simbología y doctrina de la democracia. Hay mucho daño moral y jurídico por el despliegue de las informaciones y, quienes monitorean el Estado castigan a los ciudadanos suspendiéndoles bonos y recursos por decir la verdad. Nadie desea una crisis, pero, es persistente y los griegos poco procuraron ayudar a Alemania. Algunos se expresan como un global left. Lo cierto, es que estamos en un neomercantilismo y se provoco una migración e inmigración continental creyendo en un doble juego político. El asunto es que la izquierda se encuentra dividida en cuanto al concepto de Estado. Es un viejo clivaje, donde esta ligada la historia, Hoy, se debe ir a un reformismo completo.
España impidió que países como Italia, Japón y Alemania buscarán con sus bergantines y goletas, la extensa Cuenca del Caribe para avanzar hacia Las Malvinas, Argentina y Chile. El Tercer Mundo fue olvidado por los alemanes, quién se reconstruyo gracias a Rusia. Ya se hablaba de un crecimiento económico gracias a las colonias y el Oriente Medio se encontraba en la expectativa con muy poca fuerza, porque esa región pérsica constituía pueblos nómadas.
Europa, fue afectada por un bandolerismo sin una identidad alternativa. Aquí, estaba en juego la libertad, donde el saqueo y pillaje comenzó con Irak y Estados Unidos de Norteamérica no se dio cuenta que robustecía a Rusia.
La transferencia de poderes no se dio a cabalidad reinando una confusión y de inmediato la referencia fue solo territorial. El poder y la cristalización de intereses para solidificar un Imperio quería darse. Venía dándose por ayudas económicas regionales y la utilización de satélites para manejar cualquier espacio público. Desde allí, se empezó hablar de una soberanía indivisible. Estados Unidos cayo al garete desde Los Obama- Hillary siguió Biden, donde los recursos financieros que iban a los mercados para determinar políticas económicas y sociales implementadas por una soberanía compartida, como Taiwán. Entonces, la izquierda se engancho en ese proceso, como condición para reagrupar el poder colectivo.
China, abre su vista ante Rusia para no caer en sus redes, seducida por el gobierno de Moscú. Mientras, en el presente tiempo, Europa esta bajo el control de la OTAN, aunque Asia es la que controla su economía, como es eso. Rusia y China buscan combinarse para conformar una región euroasiática que beneficie a Latinoamérica. Rusia, solo desea que el país germánico se una a la poderosa Moscú y a China para dosificar el mercado energético fósil a nivel mundial.
Queda previsto, lo relacionado con el Concilio Vaticano II, bajo el paradigma de la reforma y, de esta manera acercar a los ortodoxos, amigos de Putin Surgió una nueva predicación del evangelio con el pentecostalismo en una actitud ecuménica.
Loa idea es derrotar el sistema ideológico romanista y, crear una unidad paralela romancista que sería manejada por los carismáticos de origen católico que ya han filtrado la Iglesia Evangélica Pentecostal y, desde ese frente avanzar para crear un ambiente confesional cerrado y atraer al pueblo de Israel, (judío), y luego introducir un camino teológico que tocaría al Estado Alemán y, con esta combinación gobernar a judíos y alemanes para inspirar un espíritu de restauración romana y, bajo la obediencia incondicional al papa, lograr una polarización política que derrumbe por completo al gobierno de EEUU, léase Biden- Trump y de esta manera, con solidarizar un espíritu de restauración romana. Es una estrategia a corto plazo para unificar el catolicismo en la religión del Estado, lo que implica una democracia con igualdad ante la ley.
El hecho de que todo este mecanismo «se bloquee» en la crisis y pierda poco a poco su legitimidad, más que inspirar reformas, tiende a generar obstáculos o escenarios catastróficos. Ese es el riesgo. Al respecto, temo lo peor de la nueva idea en boga en la clase política francesa y entre algunos economistas y politólogos de la centroizquierda y la centroderecha: la constitución de una «pequeña Europa» integrada en la eurozona, que compense el aumento de la centralización con la institución de un «microparlamento» en ese mismo perímetro.
Una Europa que se limite a seguir o incluso amplificar las tendencias de la globalización financiera –y que incluso las oficialice, inscribiendo la desregulación en su «constitución» bajo el nombre de «competencia libre y leal»– conduce ineluctablemente al desarrollo de conflictos de intereses y desigualdades entre los países miembros. Lo que se observa desde hace 25 años: la UE participa así de su propia descomposición.
¿Que protestan las leyes romanas a nivel mundial, sí ya no son Imperio? Es el Vaticano e Italia sobrevive gracias a sus antecedentes. Pues, la alianza Atlántica entre EE. UU y el Reino Unido junto al Grupo Davos con sus contradicciones han originado una escasez de gas licuado que, ha originado luchas hegemónicas.
La religión ha jugado un papel fundamental en Alemania, sobre todo en los temas referentes a elecciones y formación de un parlamento nuevo. Siempre ha existido dos temas de conversación, entre el gobierno y la Iglesia y, el segundo con los militares. En Berlín, el pueblo jamás fue convocado para las conversaciones y, en uno de los sínodos principales, el de Sayona- Dresde se destacó que la Iglesia Cristiana y Católica- romana no podía estar dentro del Socialismo, a partir de allí, los grupos cristianos se reunieron en vigilias de oración hasta el presente convocando al país a una constante transición trascendental del sistema político, cada vez que hubiese elecciones. Es prácticamente tener derecho sobre los derechos.