El 30/10/2022, como estaba previsto, se llevó a cabo el balotaje en Brasil, un país grandes en extensión (8.516 km cuadrados) y en habitantes (215 millones). Alrededor de 156,4 millones de votantes fueron convocados a los centros de votación para elegir al presidente y el vicepresidente del país y también para designar a los gobernadores en 12 estados.
Debe recordarse que el 02/10/2022, se realizaron las elecciones generales en Brasil y el resultado en general fue dentro del escenario previsto. Ciertamente, la mayoría de las encuestas dijeron que Luiz Inácio Lula da Silva, llegaría en primer lugar como efectivamente ocurrió, logrando obtener 48,4% de los votos.
No obstante, el otro candidato, Jair Bolsonaro, logró obtener 43, 2%, que las mismas encuestas, que son por lo demás empresas privadas, no lograron acertar al pronosticar un resultado de 10 puntos por debajo del que finalmente terminó obteniendo. La razón de esto puede encontrarse en que en esta era de las redes sociales, lo que prevalecen son las posverdades y Fake news.
Recordemos también que el sector que apoyó al candidato-presidente, logró buenos resultados (por ejemplo, más del 60% del Congresos de ese país) aún luego de una gestión de gobierno con muchas falencias y debilidades, sobre todo en el combate a la pandemia del COVID-19-
Lula logró más de 57.259.504 millones de votos, tratándose de la mayor votación lograda por un candidato en primera vuelta, en la historia democrática de Brasil. Su voto se concentró en el norte del país, ganando en los estados de Minas Gerais, Bahía, Alagoas, Amazonas, Amapá, Ceará, Maranhão, Pará, Paraíba, Pernambuco, Piauí, Rio Grande do Norte, Sergipe, Tocantins y el voto del exterior.
Bolsonaro, por su parte, logró más de 51.072.345 millones de votos (2 millones más de lo alcanzado en 2018). Logrando ser el segundo candidato más votado en primera vuelta de una elección presidencial. Ganó principalmente en estados del sur y en varias ciudades grandes. Ganó en Acre, Brasilia, Espírito Santo, Goiás, Mato Grosso, Paraná, Río de Janeiro, Río Grande do Sul, Rondônia, San Pablo y Santa Catarina.
Pero la abstención también fue histórica al superar 20% (32 millones de brasileños). Este abstencionismo es significativamente alto en un país donde el voto es obligatorio.
Pero para esta segunda vuelta todas esas empresas encuestadoras vaticinaron un triunfo de Luis Ignacio Lula de Silva y efectivamente así ocurrió. Con 50,90 % de los votos se ha impuesto al actual mandatario, Jair Bolsonaro, con 49,10 % de sufragios, según los resultados publicados en el portal del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE).
¿Qué nos indican los resultados?
-Los resultados reflejan que la República Federativa de Brasil es una sociedad profundamente polarizada y dividido. Lula, quien ya fue presidente entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2010, se hizo con 59.801.287 votos (50,9 %), mientras que Bolsonaro obtuvo 57.810.805 (49,1 %).
-Un país donde la mayoría del Parlamento está en manos de la derecha, siempre dispuesta a todo y donde ya aplicaron con éxito el Lawfare contra Dilma Rousseff. Así que no debe descartarse que lo intenten de nuevo y por eso hay que estar mosca.
-Un país donde en el parlamente imperan, por mayoría, las tres B. La B de las Balas, de los militares, la B de la Biblia, esto es, de los pentecostales y evangélicos en general y la B del Buey, es decir, el poder de los grupos económicos vinculados a la agricultura, a la agroindustria y al campo brasileño.
Así que aunque Lula no la tendrá nada fácil, sí puede marcar pauta en tres niveles; el internacional, el regional y el nacional.
Por su puesto, hacemos la acotación que se viven momentos de mucho pragmatismo, en particular en los gobiernos tipificados de izquierda de América Latina.
En lo internacional.
-El triunfo de Lula significa en estos momentos, donde la guerra es lo que prevalece por muchos rincones del mundo, el triunfo de la visión contraria, la de la paz. Lula, sin miedo a equívoco, estará del lado de la paz y no de guerra.
En esta lucha, muy encarnecida, por la hegemonía del mundo, entre el unipolarismo y la multipolaridad, Lula podría significar sumar fuerzas para esta última tendencia y eso es altamente positivo. Los BRICS, del cual forma parte Brasil, pueden catapultarse con mayor fuerza con este triunfo y jugar un papel de primer orden en la geopolítica que se avizora en el ambiente.
-El mismo Lula lo dijo, y eso debe ser resaltado: que luchará contra el cambio climático, uno de los temas que tiene que ver con la sobrevivencia humana.
-La República Federativa de Brasil cuenta con mucho poder para solicitar la democratización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hoy en día en estado vegetativo.
En lo regional
-El triunfo de Lula significa, ni más ni menos, el entierro total del nefasto Grupo de Lima, constituido en el año 2017, con un solo propósito: derrocar a la Revolución Bolivariana
-Con Lula se podría repotenciar la integración de pueblos y volver con mucho fuero, proyectos como los de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), un Mercosur con olor a pueblo y convertir a la Comunidad Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en el verdadero y auténtico foro de discusión política de esta zona del mundo.
-Lula también afirmó que durante su gobierno luchará por la deforestación cero en la Amazonía y dijo: "Tenemos un compromiso con los pueblos indígenas, con los demás pueblos de la floresta y con la biodiversidad. Queremos la pacificación ambiental", recalcando que "es posible generar riqueza sin destruir".
-Desde Brasil se puede retomar la propuesta del Comandante Chávez de construir una moneda propia y un Banco del Sur. La coyuntura actual es favorable para ello.
En lo nacional.
-Lula aseguró que su compromiso más urgente "es terminar otra vez con el hambre", enfatizando que: "No podemos aceptar como normal que millones de hombres, mujeres y niños en este país no tengan suficiente para comer, o que consuman menos calorías y proteínas de las necesarias". Así que los pobres está de pláceme en ese país y esperan no será defraudados
-Se levanta el discurso del amor contra el discurso del odio, del racismo y del fascismo tropical y con mucho optimismo, Lula dice: "Esta es la victoria más consagratoria porque hemos derrotado al autoritarismo y al fascismo en este país. La democracia ha vuelto a Brasil. La libertad ha vuelto a Brasil. La gente podrá volver a sonreír. La cultura volverá, la educación volverá y la gente que duerme bajo el puente volverá a comer, volverá a tener vivienda, volverá a tener trabajo".
Nosotros, modestamente, decimos: Amén y que así sea.