Este triunfo electoral de Lula, es sin duda el más importante de su vida política, Lula por un estrecho margen vence con los votos de su pueblo a la derecha Brasileña, por 1,5 puntos y dos millones de votos de diferencia. Luego de ser encarcelado injustamente durante casi dos años en los que ha visto morir a su hermano y a su nieto, y de ser absuelto y liberado, el que un día se convirtió en el mandatario más popular de la historia de Brasil, vuelve a ganar la presidencia de la izquierda brasileña, es también esta una victoria moral tras años de persecución política y judicial, que incluyeron el impeachment a Dilma Rousseff o el encarcelamiento del propio Lula durante casi 600 días, esto es histórico para Brasil, pero no solo para Brasil: también para Latinoamérica.
Lula logró el respaldo de la candidata de centro liberal Simone Tebet que había obtenido el 4% de los votos, y del candidato socialdemócrata y exministro del primer gobierno de Lula, Ciro Gomes, con el 3% de los votos.
Por su parte, Bolsonaro recabó el apoyo de los gobernadores de los tres principales estados, São Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais.
De los 27 estados del país, la mayoría de ellos estará en manos de la derecha.
En concreto, de las 12 gobernaciones que se elegían en esta segunda vuelta, cinco quedaron en manos de candidatos abiertamente afines a Bolsonaro; cuatro fueron para el PT o más afines a Lula y tres recayeron en manos de la derecha más moderada.
El Estado de Sao Paulo, [con más de 46 millones de habitantes y motor económico del país], estará gobernado por la derecha, después de que el militar y exministro de Bolsonaro, Tarcísio de Freitas, derrotara al que fuera sustituto de Lula en las elecciones presidenciales de hace cuatro años, Fernando Haddad.
A las ocho gobernaciones que han quedado en manos de la derecha en esta segunda vuelta, hay que sumar los nueve estados que fueron elegidos el pasado dos de octubre y que mostraron su apoyo a Bolsonaro en la jornada de ayer. Entre ellos hay algunos bastiones importantes como Río de Janeiro o Minas Gerais -que es el segundo Estado más poblado del país-
Jair Bolsonaro tendrá la mayor bancada en la Cámara de los Diputados. En concreto 99 escaños, frente a los 80 del PT.
La cámara baja tiene 513 escaños, para Lula será casi imposible construir una mayoría, ya que, entre las decenas de partidos con representación, la mayor parte son de derechas o extrema derecha.
Y en el Senado, que renovaba un tercio de su composición, el partido de Bolsonaro también es el que acumula mayor representación. Tendrá 14 de 81 asientos, frente a los 9 del PT.
La participación ha sido ligeramente superior a la de la primera vuelta, [alcanzando el 79%] y Lula ha recibido el respaldo de 60 millones de brasileños, lo que supone una cifra histórica. Nunca nadie fue nombrado presidente con tantos votos, [recordemos que Bolsonaro fue elegido con 58 millones de votos].
Repito que estos resultados no suponen exclusivamente una victoria electoral para la izquierda brasileña, sino también una victoria moral tras años de persecución política y judicial, que incluyeron el impeachment a Dilma Rousseff o el encarcelamiento de Lula durante casi 600 días.
Para el Partido de los Trabajadores uno de los pocos triunfos sin matices ha sido en el Estado de Bahía, donde el candidato de Lula Jerônimo Rodrigues se ha impuesto al exalcalde de Salvador de Bahía, ACM Neto. A las ocho gobernaciones que han quedado en manos de la derecha en esta segunda vuelta, hay que sumar los nueve estados que fueron elegidos el pasado dos de octubre y que mostraron su apoyo a Bolsonaro en la jornada de ayer. Entre ellos hay algunos bastiones importantes como Río de Janeiro o Minas Gerais -que es el segundo Estado más poblado del país.
El Partido Liberal de Jair Bolsonaro tendrá la mayor bancada en la Cámara de los Diputados. En concreto 99 escaños, frente a los 80 del PT. La cámara baja tiene 513 escaños, pero para Lula será casi imposible construir una mayoría, ya que, entre las decenas de partidos con representación, la mayor parte son de derechas o extrema derecha.
Y en el Senado, que renovaba un tercio de su composición, el partido de Bolsonaro también es el que acumula mayor representación. Tendrá 14 de 81 asientos, frente a los 9 del PT.
Detrás de la bancada bolsonarista está el bloque social representado por las tres B: Biblia, Bala y Buey. Es decir, la todopoderosa iglesia evangélica, los militares y nostálgicos de la dictadura y la agroindustria. Lula ya marcó algunas prioridades de su Gobierno de aquí a 2026. Primero y lo más urgente: acabar con el hambre. El hambre que es la que hace que se pierda el alma que Dios nos ha dado, obligando al hombre a realizar todas las depravaciones de su vida para poder sobrevivir, aún siendo inocente pues ha pecado por seguir viviendo por culpa del hambre y la miseria.
Lula conoce que más de 60 millones de brasileños viven alguna situación de inseguridad alimentaria, comen una vez al día, dijo entre lágrimas que era algo inconcebible cómo en una potencia agropecuaria tantísima gente pase hambre.
Pensamos nosotros que esto mismo ocurre en toda la Patria Grande, y que es el Talón de Aquiles de todos nuestros países más al Sur del Río Grande. Incluso en los Estados Unidos hay más de cuarenta millones de personas que viven en sus calles.
La Patria Grande se alegra hoy es un día de fiesta para los pueblos de la América explotada e insurrecta que buscan vivir mejor y con justicia. La presidencia de Lula podría potenciar a toda la región, darle un paraguas a toda Latinoamérica para tener más poder en la negociación. A solas es más complicado: no es lo mismo solo México, solo Colombia, solo Argentina, que México, Colombia, Argentina, Cuba, Venezuela y Brasil.
Bolsonaro es hoy el último integrante en funciones del fenecido grupo de Lima, fundado con el único objetivo de sacar a Nicolás Maduro del poder y colocar a Juan Guaidó al que ahora no saben cómo desechar.
En estas horas se está viralizando una fotografía en la que aparecen los líderes del antes importante y ahora inexistente organismo juntos, tachados todos: El ex presidente de Ecuador, Lenin Moreno, el colombiano Iván Duque, Sebastián Piñera de Chile, Mauricio Macri de Argentina y, finalmente, Jair Bolsonaro.
La patria Grande tendrá ahora más oportunidades y poder para negociar, al sumar en sus filas a una figura tan importante a nivel internacional como Lula. Ni duda cabe que desde hoy Lula, jugará un papel clave en la construcción del nuevo orden global del que todos estamos hablando. Esto no nos salva ni nos quita que haya que tener el ojo puesto en el "bolsonarismo" que se mostró muy fuerte y consolidado, en el fascismo. A más del casi seguro futuro triunfo de Trump en USA.
El triunfo de Lula ha sido vital para las fuerzas progresistas de la izquierda en nuestra Patria Grande o Abya Yala, podrían sacar de inmediato beneficios de este contexto geopolítico de competencia potencias amigas como China y Rusia: convirtiéndose Brasil junto con Argentina, Venezuela, Colombia, etc y las demás naciones de la América Grande y el Caribe, en un polo importante de inversiones, proyectos de infraestructura, tecnología, comercio, si saben aprovechar esta oportunidad nuestros amigos rusos y chinos..
A nivel diplomático, con Brasil de regreso en el tablero del ajedrez político, estamos hablando de una región, la Abya Yala, o Patria Grande, que podría ser decisiva para la resolución pacífica del conflicto que nos tiene a todos en vilo. Ni Rusia, ni EEUU, ni Europa parecen estar dispuestos por ahora a buscar una salida negociada a esta tercera guerra mundial en sus comienzos.
En política exterior, Lula ha anunciado su intención de recuperar las estructuras de integración regional y de países emergentes que impulsó durante su segundo mandato como Mercosur, Unasur o los Brics.
Para terminar nos preguntamos ¿será este en verdad el último mandato de Lula? o pasará a la historia como el mejor presidente de la izquierda brasileña.