En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto,
lo peor es no hacer nada. (Theodore Roosevelt)
...Y hemos logrado firmar un acuerdo con los representantes de los secuestradores del dinero de Venezuela para repatriar 3 mil millones de dólares para invertirlos en electricidad, en agua, en educación, en salud y en mitigar los daños de las lluvias torrenciales", así mismito fue el anuncio del presidente Maduro. Está noticia rompió el celofán hace algunos días atrás.
No me pregunten cuánto es pero esto supone ser una millonada, no me digan lo que se puede hacer con una cantidad de dinero como esa. Hay que ver lo que significan tres mil millones de dólares, ¿que podría hacerse con esa cantidad? ¿cuánto puede lograrse con ese montón de papelitos verdes?
Lo primero que se me vino a la memoria fué cuánto de ese dinero se destinará a la agricultura, ojalá le arrimen algo a los agricultores y campesinos y así darle un empujón a este sector tan deprimido.
Mi esperanza rueda por el piso de nuevo cuando veo que anuncian en las redes sociales que la ONUDI se reunió con ASOPORTUGUESA la crema y nata de la burguesía agraria y agroindustrial. Hasta allí me llegó la esperanza de que alguito de ese fajo de billetes pudiera llegar a los agricultores y campesinos. El sector primario que son quienes producen se quedará por fuera en esa fiesta del billete verde.
Mientras tanto los Maiceros y los arroceros marchan en caracas en su afán por lograr ser escuchados por quienes pueden resolver la deprimente situación en la que se encuentran sus cosechas represadas por unos precios muy por debajo de los costos de producción qué los coloca al borde de la quiebra.
Centenares de campesinos y agricultores se disponen a seguir su protesta, procurando ser escuchados en el alto gobierno. Diciembre se viste de protesta campesina y la voluntad de trabajo se esparce en la calles caraqueñas como último recurso para que sus cosechas sean recibidas a precios que dignifiquen este trabajo honorable y creador. El campesino y agricultor debe soportar una vulgar política con características feudales en que la agroindustria le otorga un paquete infernal para adueñarse del grano que con sudor y esfuerzo se siembra en cada temporada.
Mientras escribimos estás notas, los compañeros se desplazan por las carreteras venezolanas rumbo a la capital de la república, a ellos nuestra solidaridad militante, nuestro compromiso y nuestra fuerza para acompañar su justa lucha. Tal como lo hicimos nosotros los caficultores en la reciente marcha de los sombreros, las calles se llenan de sudor campesino y de esperanza. El gobierno tiene la palabra.
La ONUDI es la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, la cual fue establecida por la Asamblea General, en 1966, como órgano encargado de promover y acelerar la industrialización en los países en desarrollo. Pues bien, esta será la organización encargada de distribuir estos recursos repatriados, ojalá pudiéramos esta vez contar un cuento bueno.