Mentiras y secretos

Lunes, 12/12/2022 10:56 AM

El fin justifica los medios. Podríamos decir que los medios justifican el fin, creo que así se entiende mejor la idea de Maquiavelo, la cual se traduce en que medios y fin son lo mismo; si tus medios políticos son la mentira y la acción solapada y astuta tendrás como producto final un gobierno y una sociedad que se rige por la mentira y la astucia, por esos mismos valores.

Habituarse a la mentira cansa porque todos los días nos vemos probando una realidad contraria, que la “desmiente”, algo nos molesta sin saber qué es, y es el hábito a la mentira, a que el gobierno nos mienta, a que nos creamos sus promesas, y que lo malo es bueno, así nos sintamos miserables. Sabemos que nos engañan pero preferimos no darnos por enterado.

En el discurso oficial, en el país todo está en paz, parece que el diálogo en México avanza, los asesores del gobierno ya están aplicando medidas para que se respete la tasa oficial de cambio, en Expo transporte los obreros inventaron un semáforo…, sin embargo hoy se lee una noticia donde para el año 2023 el presupuesto del Ministerio de Defensa aumentó de 4,95 % el año pasado a 6,41 % para el próximo año. Esto indica que la fuerza armada, la que en definitiva decide, debe ser recompensada por su lealtad con más ventajas. Ya se la compensó hace años con la meseta del Imataca, con reservas forestales y oro, ahora se les asignan más dólares y libertad para hacer negocios, “alquilar” tierras y prestar “servicios”, en un territorio sin otra ley que la ley del más fuerte. Según se sabe la GNB, gran “prestadora de servicios” en el Arco Minero, se lleva buena parte de ese presupuesto aumentado…, pero eso es secreto. Creo que vivimos sobre un polvorín, muchos lo saben y la mayoría lo intuye, pero nos hacemos los pendejos.

Pascualina Curcio y otro “economista criollo”, Tony Boza, hasta hace nada amigos del gobierno de Maduro, alertan de nuevo a éste con medidas para controlar el ataque a la moneda y lo invitan a que se incluyan en el diálogo sus propuestas para frenar el alza de la divisa, pero ahora están en México quienes se hacen los tontos, haciendo negocios en secreto (Además de la entrega del petróleo y de rematar nuestra soberanía, ¿será que no conviene controlar el dólar para hacer de las reservas del BCV “caída y mesa limpia”? ¿Será que en México se están repartiendo la cochina ? Uno lo piensa, pero no se atreve a creerlo, es muy dolorosa esa realidad).

El lado pernicioso de la mentira es cuando nos la creemos, cuando creemos que estamos haciendo lo correcto y no hacemos oídos a la crítica; cuando nos creemos “buenos” siendo injustos, egoístas e indiferentes; o cuando creemos que vamos a salir de la miseria porque Maduro así lo dice, a pesar de que el tiempo pasa, mañana y mañana y mañana, hasta que nos sorprende la muerte… Qué difícil es recobrar la dignidad, “hay que apalear a los pobres” para que recobren la dignidad, como el mendigo del cuento. ¿Cuántos palos debe recibir este pueblo para que reaccione, le arranque el bastón al amo y lo azote en la espalda él?... solo para que se aleje, se vaya y no vuelva el verdugo.

Nos han obligado al secreto, a los acuerdos “a puerta cerrada”, una práctica contraria a toda revolución socialista donde las clases dominantes acuerdan sus negocios a espaldas de los trabajadores, del soldado raso, de los pensionados y jubilados, de las madres trabajadoras. Y nos han mentido, una y otra vez en diez años, y nos vuelven a mentir. La promesa de la paz se diluye cada vez que se diluye el valor de los sueldos y la moneda, cuando no podemos vivir dignamente y no podemos reaccionar sin ser acusados, condenados y encarcelados. La promesa de la libertad desaparece cuando te quitan las tierras otra vez y se la dan a un empresario ostentoso del poder y sus influencias en el gobierno. La promesa del desarrollo de las fuerzas productivas no tiene sentido cuando coartan las tuyas y te esclavizan al capricho y disposición de una empresa privada. Todo ha sido una mentira pero nadie se atreve a desmentirla, por miedo o por dolor.

El poder popular en sus prácticas es un apéndice del gobierno central tutelado desde un partido, a la vez subalterno a una sola dirección en Miraflores. El poder popular es una ilusión. Para muchos inocentes es un esfuerzo sin efectos, un poder que nada tiene de popular pero que arrastra a una masa de verdaderos borregos, gobernados por sus perros pastores, el poder popular es otra mentira, otro engaño.

Para deslastrarse de esta enfermedad, de la peste de la mentira y de los secretos hay que sacudirse y sacudir el sistema, es la única forma de conjurar esta maldición de los deseos y de la fe en las palabras vanas, quemar falsos ídolos, tumbar templos hechos de papel, acabar con el opio del madurismo, vencerlo con la verdad, poniendo los pies en la tierra… Nuestro peor enemigo está en la televisión, en los discursos de Maduro, el Mazo, en la Hojilla, hay que desenmascarar a esos farsantes que intentan desviar nuestra atención a los problemas, que de tanto habituarnos a ellos ya no sabemos ubicarlos con precisión, sin embargo el origen está en ellos, en los engañadores de oficio. Revolución es no mentir jamás, pero estos traidores mienten todos los días y a cada rato, desvían nuestra atención de sus oscuras y verdaderas intenciones secretas. ¡NO MÁS MENTIRAS, NO MÁS SECRETOS!

¡EL ESPÍRITU DE CHÁVEZ ES NUESTRA ESPERANZA!

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