"Yo no soy más que un mendigo de buen fútbol.
Voy por el mundo, sombrero en mano,
y en los estadios suplico una linda jugadita por amor de Dios"
Eduardo Galeano.
Domingo de fútbol entre América y Europa, pero envuelve a todo el mundo, ya que, es uno de los deportes más fáciles para practicarlo, desde edad muy temprana. Argentina, con Lionel Andrés Messi Cuccittini, simplemente Messi en el campo de juego y Francia con Kylian Mbappé Lottin, para los aficionados ¡Mbappé! El espectáculo está servido para la gran final de un mundial pasado por una lluvia de comentarios fúnebres, y no es para menos, porque más vale la vida de un ser humano y en Catar, ha sido pisoteado el concepto de humanidad con la cantidad de muertos, para montar verdaderos CIRCOS, donde no consiguen qué hacer con la montaña de dólares. Nadie sabe la cantidad de víctimas, pero las que se conocen, hasta ahora son aterradoras, propias de un campo de exterminio nazis.
Los dos grandes ausentes de este mundial: Eduardo Galeno y el "pibe" Diego Armando Maradona. Galeano, el escritor con la mayor pasión por este deporte, que hasta los momentos solamente se identifica con la palabra fútbol o futbol y ni siquiera la palabra "caimanera" muy popular en otros juegos, es raro, cuando se oye. Su libro (EL FUTBOL A SOL Y SOMBRA Y OTROS ESCRITOS) es necesario leer para entender, como se ha ido perdiendo el romanticismo en un pasatiempo, antes la avalancha de dólares, capaz de construir, pero también utilizados para ofender la dignidad de los pueblos y después todo queda, como en una presentación de vitrinas en los grandes centros comerciales. Por honor a la verdad, el cual siempre DEFENDÍA Eduardo Galeano, no podemos callar las atrocidades de este mundial.
¡Maradona! El eterno 10 de la selección albiceleste, el mismo que en una encuesta de aficionados y no podemos descartar los fanáticos, lo consideraron el mejor del mundo –por encima del rey Pelé– y eso es bastante decir, a pesar de sus graves problemas de conducta, pero en las postrimerías de su vida se convirtió en un luchador por la paz y un ferviente defensor de los movimientos de liberación en el mundo y un eterno agradecido a los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez por ayudarlo a salir de un infierno, como son las drogas. Hoy el 10 de la selección del tango lo lleva Messi y Diego, desde el cielo va estar atento para cantar ¡gol! sin ninguna mezquindad por amor a su patria y la camiseta. Usted decide su favorito. Por mi parte, espero un gran partido y como decía GALEANO: "Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece". A pesar, que mi corazón se encuentra en las pampas argentinas para cantar ¡gol! de su número 10.