Mi palabra

Hable mal de Maduro para que lo oigan y el imperialismo calle

Miércoles, 21/12/2022 02:50 AM

"Hace falta estar ciego,

tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio,

cal viva,

arena hirviendo,

para no ver la luz que salta en nuestros actos,

que ilumina por dentro nuestra lengua,

nuestra diaria palabra"

Rafael Alberti

Una humilde mujer al ver pasar a un cura, con la biblia en la mano y la sotana no muy limpia en el funeral de una amiga, para el acostumbrado rosario a los católicos al fallecer, exclamó totalmente contrariada, como para que la escucharan los presentes, sin importarle a quien estaba "hiriendo": "Desde que oí a ese señor un domingo en misa hablar peste de los milicianos me hice chavista, hasta la muerte" Me sorprendió la expresión y rápido le pregunté ¿y eso por qué? La señora se paró para hablar con firmeza, como si estaba atestiguando para enjuiciar a un culpable de un crimen ¡Ese señor, casi gritando ofendió a unos milicianos por el simple hecho de estar apoyando a Maduro, sin importarles los presentes, no respeto a nadie, se le chorreó la prepotencia, un degenerado!

La corta, pero picante conversación, con una humilde mujer del pueblo, sufrida y golpeada por la grave crisis del país, me pareció una lección para los que se rajan y buscan miles de argumentos para justificar el salto de talanquera y de paso se meten en la cola de los que quisieran fusilar al presidente Nicolás Maduro. Esto sirve, como muestra del trabajo de la mediática gringa, convertida en este momento en un huracán y quien no tenga la firmeza necesaria lo arrastra al lodazal echado andar, con tanta fuerza que la mayoría de las veces los atrapados parecen desconocer los ataques habilidosamente planificados por el imperialismo.

Las arremetidas del gobierno estadounidense no paran, por supuesto cambiando, como el camaleón, pero en el fondo es, como si estuvieran ejerciendo la violencia con una invasión. Lo último es una nueva ley contra el país y de manera irónica tomando el apellido del Libertador: Bolívar para emplearla de manera criminal, como si las aplicadas en los últimos años fueran poco en las agresiones al pueblo venezolano. La "Ley Bolívar" es para prohibir a las agencias federales hacer cualquier tipo de negocios con personas o compañías vinculadas al gobierno venezolano. Dijera un amigo ¿Hasta cuándo joden estos gringos de mierda?

Nada de estas medidas nos pueden sorprender, porque en esencia el imperialismo está enseñando su naturaleza agresiva por todas las vías posibles, cuando tiene en la mira un gobierno, que no responde a sus intereses del gran capital y más en este momento, cuando empieza a ser desbordado por otros países, en cuanto a tecnología y por ende en lo militar y económico, pero se resiste, como fiera herida o pez al ser pescado o arponeado, el cual en cada sacudida da muestras de todo el poder peligrosamente acumulado para defenderse. Quien se deje engañar, simplemente está viendo el mundo por el ojo mágico de una puerta y después pretenda hacernos ver, que todo lo ha visto.

En los últimos meses se ha desatado una jauría de atacantes contra el presidente Maduro, que da para hablar un largo rato y no por lo que repitan, si no por el tiempo agazapados al lado del proceso y ahora, cuando el imperialismo arremete desesperadamente buscando el desahogo necesario, estos señores se presentan, como las muletas para ayudar andar al agresor. Ni por casualidad, ni equivocación se les ocurre decir algo, que vaya en contra del imperialismo., cuando su trabajo precisamente ha sido desmembrar el proceso bolivariano. El cuento, que todo es culpa de NICOLÁS MADURO, empieza a caerse, porque el mismo gobierno estadounidense buscando oxígeno, habla de manera contradictoria de suavizar algunas medidas, pero por el otro lado afila el cuchillo y todavía se presentan algunos escribientes con unos currículos, como hechos en un "quirófano" culpando a Maduro, pero del imperialismo parece que nunca han oído hablar.

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