Hay un interesante axioma social que presenta ciertos niveles de complejidad, a pesar de ser tomado desde la cotidianidad: "parece que vamos por caminos diferentes, lo que para ti es la felicidad y alegría, a mí me produce rabia o tristeza"…y si a éste enunciado lo llevamos al campo de la política, nos encontramos con la dinámica socio – política de la poderosa fuerza intrínseca de la dialéctica, el choque de los contrarios y las contradicciones entre intereses políticos y entre clases sociales…
En estos momentos tenemos unos claros y terribles ejemplos sobre las distintas percepciones que hay entre diferentes pensamientos políticos sobre un mismo hecho…podemos señalar varios, entre los que podemos mencionar la inmensa felicidad que tiene el antimadurismo radical con la nefasta aprobación de la tristemente famosa "Ley Bolívar" que tiene como objeto sancionar a cualquier persona natural o jurídica que "se atreva" a tener relaciones comerciales, financieras e industriales con Venezuela, con el extraño argumento que lo están haciendo contra un régimen autoritario e ilegal, es decir, con una oprobiosa dictadura…
Por esta razón, el antimadurismo está celebrando su verdadera y sentida fiesta navideña…cuando se enteraron sobre la mejor de las noticias recibidas en mucho tiempo, desde el mismo momento en que publicaron la aprobación de una ley antivenezolana por parte del senado de Los Estados Unidos…en la que "casualmente" construyeron éste instrumento jurídico con las siglas de B.O.L.Í.V.A.R…la cual presenta un evidente y significativo mensaje antibolivariano, para todos los pueblos Latinoamericanos y Caribeños, de las cosas que le pueden ocurrir a los sistemas de gobiernos que osen llevarle la contraria al imperialismo estadounidense…
Con el título de esa ley, pareciese que es la venganza imperial que ya lleva 193 años, por las palabras emitidas por el Libertador, Simón Bolívar, cuando el 5 de agosto de 1829, dijo "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad"…
Y en un acto de reciprocidad, nuestra Asamblea Nacional, debería redactar el acuerdo "George Washington" para denunciar al principal vendedor de armas y consumidor de drogas en el mundo…