Desde Carabobo me llegan las noticias de que ya tienen el plan para lanzar a Andrés Caleca como candidato presidencia o por lo menos como opción dentro de la baraja que está proponiendo la oposición venezolana. Son cosas que suenan y no sé qué tendrán que ver algunos de los inquilinos del Edificio Tacarigua en Valencia con esta idea.
No imagino que trompo estarán bailando quienes proponen esta candidatura Caleca ha sido un gerente eficiente un hombre honorable, valiente y determinado, pero en política la fuerza de los factores que apoyan no es suficiente y como consejo creo que Caleca deberá sopesar si quienes lo apoyan no son sumas que al final restan.
La oposición venezolana viene aprendiendo y desarrollándose, levantándose después de tantas caídas y el régimen madurista no da pie con bola ni en lo económico, ni en lo social, ni en lo internacional. Claro trata de controlar con una formula simple aplicada en algunos países represión y carencias. Una sociedad prospera no tiene que vivir pensando en que almorzara y como va a conseguir el pan de la mañana siguiente, una sociedad prospera tiene el pan y la seguridad social aseguradas. Y pueden pensar en otras cosas que no solo sea el pan de la mañana siguiente.
Volviendo a Caleca y a su posible candidatura y que un conocido me dice "ya tenemos un plan" no quiero imaginar que el plan sea el de siempre (presentar candidatura aun sin posibilidades) con el fin de sumarse al ganador y exigir algunas prebendas en el camino.
No creo que el viejo militante del MEP se preste a tan recurrente maquinación, el cómo individuo tiene suficientes credenciales para optar por un espacio en la Asamblea Nacional y en caso de ganar las elecciones (creo que si vamos unidos ganaremos) más de una empresa importante de la nación tendrá que ser dirigida con hombres que como Caleca, que conocen del asunto y tienen la capacidad y los conocimientos para recuperar las mismas.
La batalla electoral no es un vals y todavía menos es bailar un vals con parejas que no mantendrán la gracia y la soltura en una pista tan accidentada, tampoco será un paseo por las nubes o una misa de domingo en la iglesia de San Francisco en el centro de Valencia la de Venezuela. Una candidatura y asumirse como candidato no es igual a juntar tablas en medio de la tormenta para construir un bote.
Hay rasgos de la intuición de la astucia y del atrevimiento de Caleca que me hacen recordar a Alfredo Maneiro y eso de llamar a votar en las peores circunstancias me parece un gesto de congruencia democrática de verdadera democracia y de estar comprometido con un cambio dentro de la civilidad. Recordemos: "Repetí una frase: hay que votar siempre, aún en las peores circunstancias, y sobre todo en las peores circunstancias" https://www.infobae.com/america/venezuela/2022/12/04/caleca-el-hombre-que-recorre-venezuela-repitiendo-hay-que-votar-siempre-quien-invento-eso-de-que-en-dictadura-no-se-vota/
Si existe algo cierto es que la política electoral no es nunca aséptica, pero no podemos comenzar haciendo pequeños pactos, para romper con esa tenebrosa costumbre de acuerdos en lo oscurito si deseamos hacer una política que tenga la transparencia como norte. El plan con Caleca es el mismo que Maneiro desarrollo con Jorge Olavarria, buscar una pequeña rendija en ese mundo electoral del que se habían apropiado dos partidos. Al final se generó dentro de los mismos partidos el "radical libre" que daría al traste con un tiempo político en Venezuela. Pero no es Maneiro quien esta desarrollando una formula política para incidir. Percibo y de repente me equivoco que más de uno de quienes están levantando la mano de un nuevo contendor ya amarraron mal las vendas a las manos del peleador. Y atienen sus dados para jugar su propio juego.
La batalla electoral ya comenzó con todo y en el caso de una Venezuela muy golpeada los últimos veinte años, se deberá pensar en esa patria enferma antes que en nuestra ganancia política. Caleca es un hombre honesto, pero deberá tener cuidado con quienes le acompañan en la travesía. Usted sabe de eso y yo solo comento.