La Tecla Fértil

El movimiento liberal venezolano avanza bajo las sombras del empresariado y élite del nuevo izquierdismo

Jueves, 29/12/2022 08:10 AM

Venezuela, disminuye sus etapas de desarrollo, luego de diez, (10), años de continua recesión. Lo paradójico, es como la población debe buscar estabilizarse, y como acortar la brecha entre marginados y hambrientos, sobre todo en las poblaciones densas. Loa oligarquía ha logrado infiltrarse en el Estado Revolucionario, lo que indica un entorpecimiento en el camino. Constituye un largo proceso de colonización y esclavismo, lleno de farsantes que aman el neoliberalismo.

Se vino formando en la historia política de las naciones, donde sus primeros protagonistas fueron reformadores que actuaron de una manera sigilosa en los Siglos XIX y XX, fue un discurso que creó la crisis contemporánea. Para este movimiento es esencial. Interpretar el desvío producido por los políticos igualitarios de la natural meritocracia.

Las masas populares en América Latina son incapaces de orientar un proceso revolucionario de verdadero cambio social, no hay tesis para el futuro. En Lima, hicieron una reunión de Tercer Mundo para favorecer a países ricos, y los delegados locales a pesar del aumento en alimentos y productos agrícolas, el pueblo no tiene acceso a esos beneficios, igual pasa en Venezuela. La tecnología crece para favorecer a los privilegiados.

Perú, se mueve en un difícil escenario. Tanto el nacionalismo como militares juegan con el Estado a su antojo. No hay una estructura de poder y, los gobernantes de izquierda son ignorantes, como muchos en Latinoamérica, jamás han sido políticos de carrera, menos diplomáticos. En este marco, el eje neoliberal actual se focaliza y dirige al desconocimiento del grado de democratización política y social que la historia moderna produjo en la región, como sumatoria de los procesos de reforma que en cierta medida redujeron los monopolios políticos y económicos que son constitutivos de las sociedades capitalistas modernas.

En ese sentido es una estrategia de reconstrucción oligárquica y opresora de las sociedades, orientada a la reversión de los procesos de democratización y a una reducción de la ciudadanía.

Para países periféricos como el nuestro, que han tenido ampliación de derechos a partir de constantes luchas populares, el neoliberalismo es una estrategia de inmovilización de estas luchas sociales, deslegitimando también políticas interventoras del Estado, que permitieron una mayor inserción de poder de los trabajadores, y habilitaron por algún tiempo una mayor participación política y una mayor apropiación del excedente por esos sectores.

En especial la avanzada neoliberal ha tratado, con considerable éxito, de modificar el sentido común, entendido este como un conjunto de creencias que organizan de modo predominante las relaciones intersubjetivas, producen certidumbres y reproducen legítimamente el orden social. Se busca transformar la memoria histórica nacional-popular que ordenó los hechos sociales de acuerdo a una determinada estructura ideológica, y desorganizar así, las condiciones de reconocimiento entre sujetos sociales.

El neoliberalismo trata de desmontar las convicciones que legitiman los procesos históricos de transformación soberana tales como la nacionalización de los recursos naturales, la reforma de las instituciones y la producción igualitaria de acceso a los servicios públicos a través de políticas estatales que modifican la desigualdad. Se trata de desestructurar esas convicciones para que se acepte el contenido privatizador de las políticas públicas, sobre todo las económicas que amplían la desigualdad social. Además, se trata de eliminar, con un discurso "racionalizador" la posibilidad de pensar alternativas, argumentado la superioridad de la racionalidad instrumental-tecnocrática del liberalismo.

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