En Inglaterra, como Estados Unidos, el extranjero es una influencia moralmente degradante, y todos tenemos una deuda de gratitud con la policía por el cuidado que pone en que sólo los extranjeros excepcionalmente virtuosos tengan permiso de residir entre nosotros.
Estados Unidos: Mantienen vivos innumerables placeres que otro modo habrían terminado; por ejemplo, el placer de oír malas y de ver en una mayor cantidad de piel desnuda. Especialmente mantienen vivos los placeres de la raza. En todos estos respectos, la raza de seres humanos es un deporte mucho mejor, pero si no fuera por la gente "Bien", sería difícil el cazar seres humanos con la conciencia tranquila. La gente "bien" son caza primitiva; ante el grito del cazador, los cazadores, se reúnen y la víctima es una mujer, ya que se satisface la envidiade las otras mujeres "blancas" y el sadismo de los hombres.
En general la gente "bien" deja la policía del mundo en manos de asalariados, porque piensan que ese trabajo no es propio de una persona "bien". Sin embargo, hay un departamento que no delegan, el departamento de la difamación y el escándalo. La gente "bien" podrían ser colocado en una jerarquía de bondad por el poder de su lengua. Si a habla contra B y B habla contra A, se convendrá generalmente de los dos por la sociedad donde viven que uno de ellos está ejercitando un deber público, mientras que el otro se mueve por el despecho; el que ejército del deber público es la persona más "bien" de los dos.
La principal característica de la gente "bien" es la costumbre laudable mejorar la realidad. Dios hizo el mundo, pero la gente "bien" piensan que ellos podrían haber lo hecho mejor. Hay muchas cosas el la obra Divina que, aun que sería blasfemo desear que fueran de otro modo. Convendría no mencionar. Los teólogos han sustenido que, si nuestros primeros padres no hubieran comido la manzana, la raza humana habría sido producida por alguno inocente forma de vegetación, como dice Gibbon. El plan Divino, en este respecto, es seguramente misterioso. Está muy bien mirarlo, como hacen los susodichos teólogos, a la luz del castigo del pecado, pero lo malo de este criterio es que mientras esto puede ser un castigo para gente "bien", los otros, ay, lo encuentran muy agradable. Parecería, por lo tanto, como sí el castigo estuvieran destinado a los buenos los correspondía. Uno de los fines principales de la gente "bien" es uno recompensar esta injusticia indudablemente no intencionada. Tratan de asegurarla que la forma de vegetación biológicamente ordena se practique furtiva o frígidamente y que la practiquen furtivamente, al ser descubiertos, quedan en poder de la gente "bien". Debido al daño que les puede en casuar con el escándalo prohibido los libros y las piezas teatrales que presentan el tema de un modo que no sean un motivo de malévola hecho de un modo que no escandalizarse a la gente burlas: esto logran siempre que detengan en su mano las leyes y la policía. No se sabe por qué el Señor hizo el cuerpo humano como a la gente "bien".
La misma clase de realizar invade la política, debido a los sentimientos de la gente "bien". Si trata de convencer a una persona "bien" de que un político de partido es un mortal ordinario, en nada mejor que el grueso de la humanidad, rechazará indignamente la sugestión. Por consiguiente, los políticos necesitan aparecer inmaculados. En la mayoría de las dicciones, los políticos de todos los partidos se unen tácitamente para evitar que sepa cualquiera cosa que dañe a la profesión, pues la inferencia de partido generalmente divide menos a los políticos de la que los une la identidad de profesión. De esta manera, la gente "bien" puede conservar la pintura amable de los grandes hombres de la nación, (América) y a los niños de la escuela se les pueda hacer creer que la eminencia sólo se alcanza mediante grandes virtudes.
Hay, es cierto, épocas excepcionales en que la política se hace realmente áspera y, en todos los tiempos, hay políticos que no son considerados lo bastante respetables para pertenecer a ese gremio extraoficial. Parecen ejemplo, fue primero inútilmente acusado de colaborar con asesinos, y luego victoriosamente convicto de un delito contra la moralidad, como el que, claro está, ninguno de sus acusadores había soñado cometer. En nuestros días, los socialistas y los radicales extremistas y agitadores, sindicales en Estados Unidos fuera del palio; ninguna corporación de gente "bien" les admira y, si delinquen contra el código convencional, no deben de la propiedad, y así pueden una vez más su inestimable valor.
Me temo que se esté acabando la época de la gente "bien"; dos cosas la matan. La primera es la creencia de que no hay peligro en ser feliz con tal de que no se haga daño a nadie; la segunda es el asco de la farsa, un asco tanto estético como moral. Ambas rebeldías fueron fomentadas por la guerra, cuando la gente "bien" de todos los países estaban en el gobierno, y en nombre de la más alta moralidad inducían a los jóvenes a matarse los unos a los otros.
La esencia de la gente "bien" es que odian la vida tal como se manifiesta en las tendencias de cooperación, en la turbulencia infantil y sobre todo en el sexo, cuyo pensamiento les produce obsesión. En una palabra, la gente "bien" es la gente de mente "sucia".
¡La Lucha sigue!
La edad de la razón
Por: Manuel Taibo
Domingo, 15/01/2023 08:34 PM