Un gran amigo, opositor acérrimo a cualquier proyecto socialista, siempre argumenta en nuestras conversaciones que el culpable de todos los males que estamos viviendo los venezolanos es "producto de 20 años de ensayos socialistas inservibles aplicados por gente corrupta, negligente e incapaz". Para él las sanciones y el asedio imperial no son más que una consecuencia del mal gobierno y poco aportan en los resultados de la "malísima" gestión chavista.
Yo le planteo un ejemplo hipotético en el que una gran corporación tiene a un director de una de sus pequeñas empresas que ha presentado buenos números por diez años de gestión usando métodos radicalmente distintos a los corporativos y desafiantes a su cultura.
La corporación decide demostrar que ese gerente ha tenido suerte porque ha gerenciado bajo una gran bonanza, pero que es un corrupto y que su modelo de gestión es altamente incompetente. Para eso le cierra todas las cuentas, le retiene los recursos en el exterior, amenaza a sus clientes y proveedores con prohibir a su gigantesca corporación negociar con ellos si tienen alguna relación con este gerente irreverente y les monta una persecución para asegurarse de que no lo hagan,
Amenaza con asesinarlo poniendo precio a su cabeza y la de sus más cercanos colaboradores, prohíbe a sus bancos "aliados" darle crédito y les pide bajar sus calificaciones de riesgo al mínimo, apoya cualquier saboteo de la competencia e instruye a algunos de los trabajadores de la empresa para qué ataquen, corrompan o saboteen la gestión cada vez que puedan y para completar lo difama por todos los medios de comunicación en los que tiene influencia la corporación que son los más poderosos.
¿Qué resultados se espera que tenga este gerente después de diez años de gestión?
Si lo analiza por los resultados sin mirar el contexto de seguro encontrará una gestión desastrosa por dónde la mire, tal como está la situación de la gran mayoría de los venezolanos, la infraestructura del país y los servicios públicos. De seguro que cualquier acto de corrupción, negligencia, dejadez, comprobable o no, será suficiente para masacrar la gestión de ese gerente.
Pero si miras el contexto, aunque no puedas concluir que es un buen gerente, tampoco se puede decir lo contrario... ya que a pesar de los desastrosos resultados... es difícil imaginar que cualquier otro gerente pudiera hacer frente a tantas adversidades. Yo incluso diría que es un milagro que la empresa siga de pie, produciendo lo básico para mantener trabajando a la mayoría de su personal, aún con salarios miserables.
Si bien no podemos decir que en el gobierno de Maduro no hay corrupción, burocratismo, negligencia y dejadez, tampoco se podría concluir que esos rasgos son los responsables de la crisis porque los resultados se dan en el contexto de uno de los peores asedios a algún país en la historia contemporánea.
Si mi amigo me pide que mencione solo una victoria del gobierno de Maduro lo primero que resaltó es su majestuosa capacidad para mantener la gobernabilidad de un país soportando una guerra multidimensional de tierra arrasada y en medio de ella comenzar a mostrar resultados levemente positivos y someter a sus adversarios a reconocerlo y tener que negociar con él, aunque hacerlo no quisieran.
A mí no me gusta que el gobierno de Maduro, bajo esta contingencia, haya pasado el plan de la patria casi integralmente al olvido, que se adopten políticas eminentemente capitalistas que se alejan del legado de Chávez y obran en su contra y se haya postergado la formación ideológica y el fortalecimiento del poder popular (única vía de alcanzar avances sostenibles en la construcción del socialismo). Tampoco tolero las muestras de corrupción, burocratismo y negligencia que encontramos en la actual administración (no es posible la extinción de la opresión y la explotación sin ética revolucionaria y menos promoviendo lo contrario).
Pero lo que no puedo, es culpar a la gestión de Maduro por la situación actual del país. Definitivamente estamos pagando la osadía de desafiar al poder hegemónico y sería muy cobarde si no asumo estoicamente que nos toca superar estas dificultades si queremos construir una patria bolivariana libre y soberana, a pesar de estar tan cerca del imperio.