La bandera de lucha del incremento salarial es de la izquierda socialista no de la derecha golpista

Martes, 17/01/2023 07:50 AM

¡Seré directo y claro!

El gobierno revolucionario de Nicolás Maduro debe quitarle la bandera de lucha de la recuperación y defensa del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores, militares, pensionados y jubilados que pretende apropiarse los partidos políticos y sindicatos de derecha venezolana. Como si esos lideres opositores, que ahora hablan de reivindicaciones salariales, no tuvieran nada que ver con la crisis económica generada por ellos mismos y su apoyo al gobierno paralelo y dañino de Juan Guaido, que auparon la imposición de más sanciones imperiales y sus aliados internacionales que han afectado a todos por igual.

Ahora vemos a representantes de la Iglesia Católica, a los sindicatos adecos en diversos sectores productivos, educativos y de empresa básicas, a Bandera Roja, Voluntad Popular, a Copei, entre otros, exigiendo aumentos salariales. Incluso, con su cara bien lavada, vemos a Jorge Roig, expresidente de Fedecámaras y ahora representante de los trabajadores venezolanos ante Organización Internacional del Trabajo (OIT), exigiendo aumentos salariales.

Convocan paros generales bajo los siguientes argumentos: "contra el incremento descontrolado del Dólar, Bloqueo a las páginas del Dólar, sigamos el ejemplo del Salvador y de Perú, ya basta de corruptos, es ahora o nunca, por nuestros hijos y su futuro aquí hay un solo protagonista y es el pueblo de VENEZUELA."

Pero yo nunca vi a ninguno de ellos oponiéndose a Juan Guaidó ni a los diputados y magistrados usurpadores que lo acompañaron en su gobierno paralelo, ni mucho menos, los acusaban de querer dañar el salario del pueblo trabajador. Tampoco protestaron efusivamente contra el Dólar Today, ni hicieron marchas protestando para exigirles a los gobiernos de Obama, Trump ni de Biden, que levanten las sanciones para que ingresen más divisas al país para destinarlo a mejorar los beneficios laborales. Porque siempre han preferido conservar su visa americana y el de sus familias que defender las causas nacionalistas contra las agresiones imperiales.

Pero todos sabemos, que dentro de dos años vienen elecciones presidenciales; y la oposición está convocando a una elecciones primarias antes de finalizar el 2023, para elegir su candidato presidencial entre 35 precandidatos y precandidatas que aspiran ser el líder o lideresa de la oposición.

HAY QUE DETENER EL AVANCE OPOSITOR EN LAS CALLES

Como vemos, los opositores necesitan calentar las calles, algo que puede ser peligro para la estabilidad política que goza el país, que es realmente lo más importante de garantizar en este momento a costa de lo que sea. Porque seguro hay elementos subversivos detrás de esas convocatorias opositoras, de generación de muertes, para intentar acusar al gobierno de violador de Derechos Humanos y seguir las imposiciones de sanciones y chantajes imperiales.

Todos los venezolanos sabemos la crisis de liderazgo que sufre la oposición. La mayoría de sus líderes están desgastados políticamente por haber apoyado la conspiración internacional, a Juan Guaidó y por no oponerse a las medidas coercitivas unilaterales imperiales.

Ahora, desde finales de 2022, han buscado estrategias para motivar la movilización de sus militantes. No tenían forma de hacerlo, porque perdieron credibilidad. Ahora han encontrado una rendija en el tema de salario de los trabajadores, y como oportunistas que son, todos opinan y declaran en sus partidos y gremios empresariales, y hasta la iglesia católica que hay que aumentar al salario, las pensiones y las jubilaciones.

Pretenden montarse sobre una realidad de bajos ingresos disponibles, inflación inducida por la inestabilidad cambiaria, altos gastos y deudas publicas acumuladas, generadas por sanciones, bloqueos y pandemia, que ellos mismos celebraron en los últimos siete años.

Pretenden lavarse las manos y ahora salen a protestas por mejores condiciones de vida ante el deterioro de los salarios frente a la inflación inducida. Incluso, acusan que la política económica de Maduro fue el que destruyó el salario y las conquistas laborales tipo nazis.

Como vemos, pretenden robarse la bandera de lucha de la izquierda chavista de defensa de los intereses de los trabajadores militares pensionados y jubilados. Y eso, las máximas autoridades de la revolución no pueden permitirlo y actuar estratégicamente para develar las intenciones ocultas de la oposición venezolana en el contexto preelectoral.

En fin, hay que quitarles esa bandera de lucha para que queden desmovilizados y estar atentos de los elementos ocultos como la sublevación, las movilizaciones con muertes, entre otras formas de desestabilización propias de la derecha internacional, que no creen en la democracia y muchos tienen en su agenda el golpismo para derrotar a la revolución bolivariana.

ACCIONES REVOLUCIONARIAS A SEGUIR

  • De arranque el Ejecutivo Nacional debe incrementar el salario mínimo hasta donde pueda pagar en el corto plazo.

Yo recomendaría no decretar un aumento generalizado de salarios, sino atender de manera prioritaria a los trabajadores del sector público, sobre todo a educadores, policías, al sector salud y a los trabajadores de la industria petrolera.

Recordar, que en el sector privado hay una gran parte de la población que gana en dólares, y cualquier incremento salarial generalizado podría ser objeto de manipulación de precios que induzca más inflación.

  • Las masas populares del chavismo deben retomar las calles de manera orgánica y contundente.

Movilizar su estructura de manera estratégica, sin desgastarlas, que la precampaña presidencial es larga.

  • "Candelita que se prenda candelita que se apaga".

  • Impulsar una revolución laboral pacífica en función de la recuperación del poder adquisitivo del salario de los trabajadores y militares, en el corto plazo, así como de los ingresos de los pensionados y jubilados.

Esa revolución laboral debe contener una reforma institucional, de horarios de trabajo con base en las horas reales pagadas por el patrón público o privado.

  • Convocar a todos los sectores de la vida económica venezolana a un debate nacional para que todos aporten su opinión y sacrificios sectoriales, en función de reestructurar la distribución de los ingresos de la nación para mejorar salarios, pensiones y jubilaciones.

  • El debate debe conllevar a la concertación nacional a favor de un salario nacional digno dirigido por el Ejecutivo Nacional.

Debe conllevar a una Declaración Nacional solicitando el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo de recursos de la nación.

  • Cambiar la política de aumentar salarios reales a 30 dólares mensuales y luego dejarlos caer mientras la devaluación e inflación les disminuye su poder adquisitivo hasta llegar alrededor de 4 dólares para luego volverlos a aumentar.

Eso ha sido anacrónico y retrogrado socialmente.

  • Evaluar la indexación salarial o aumentos con base en la inflación frecuentemente con incidencias en los beneficios laborales.

Esta propuesta es la más progresista que podía instaurarse en Venezuela. Se basa en salarios que se ajustan mensualmente con base en la inflación de bienes y servicios, con una revisión y ajuste mensual, y con incidencias directas en las utilidades y las liquidaciones de los trabajadores.

Con una medida salarial como ésta, inmediatamente veremos a los propios empresarios luchando contra los especuladores cambiarios, usureros y manipuladores de precios, para que no se genere más inflación que les afecte sus costos y ganancias. Desde mi perspectiva, este sería los primeros pasos para el fin del dólar paralelo, la hiperinflación inducida en Venezuela y de la guerra económica.

HAY QUE INSTALAR UNA COMISIÓN NACIONAL PARA LA RECUPERACIÓN DEL PODER ADQUISITIVO DE LOS TRABAJADORES, MILITARES, PENSIONADOS Y JUBILADOS

Insisto, ante ese oportunismo opositor preelectoral presidencial, considero estratégico que el presidente Nicolás Maduro anuncie la instalación de una Comisión Nacional para la recuperación paulatina del poder adquisitivo de los trabajadores militares pensionados y jubilados, conformado por representantes de los poderes públicos, sindicatos Opositores y de Gobierno con fortaleza sindical, movimientos sociales defensores de los derechos humanos, de ministerios del área económica y social, gremios empresariales determinantes Opositores y de Gobierno, entre otros actores importantes de la vida económica y política de la nación venezolana.

Involucrarlos a todos, que cada quien asuma su responsabilidad histórica, ponga y sacrifique un granito de arena para anunciar un aumento salarial determinante y con base en los ingresos nacionales reales, que no genere especulación, inflación y desempleo. Que sea la concertación nacional la que estimule el poder adquisitivo de la población trabajadora.

De esa forma se le dejaría a la sociedad económica y política del país la decisión concertada del tema de la recuperación del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores y militares, e ingresos de los pensionados y jubilados, luego de un arduo debate nacional para reestablecerlo y contribuir con el consumo y el ahorro en la recuperación económica.

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