Pasar de un estado Existencialista (material) a un estado esencialista (espíritu), requiere de un cambio de modelo en la vida de las personas, bajo la base de la experiencia adquirida, desde una perspectiva formal o empírica. El materialismo que tiene por fundamento la adquisición de bienes y servicio, expresado por la doctrina existencialista va a significarle una práctica constante a la población joven y económicamente activa, ellos activan una necesidad, en acumular recursos generadores de riqueza y poder.
Una vez alcanzada la meta de la riqueza y el poder financiero, se inicia un nuevo orden de prioridades, donde se antepone la necesidad de darle sentido a los sueños para convertirlo en una referencia en el tiempo y espacio, sueños que siempre estuvieron presentes pero que fueron difícil de materializar en cuanto a su alcance por la disponibilidad de recursos o poder financiero no presente en su momento. Esta última realidad, en el tiempo es cambiante y se asoma una fuente permanente de elementos creativos, que buscan identificar oportunidades para el hacer, haciendo un exhaustivo análisis de los actores que de manera directa o indirectamente pueden involucrarse bajo una forma opositora o indiferente.
Es aquí donde el soñador inicia el reto de transformar lo que pareciera imposible en lo posible, poniendo en práctica su experiencia en acciones de: negociaciones, resolución de conflictos, PNL, planificación estratégica, liderazgo, gerencia, ingeniera, arquitectura, corredor financiero, cibernética, vendedor, mercadotecnia, economía, inversionista, seguridad financiera, protocolos, entre otras prácticas que vienen a configurar un perfil holístico de alto calibre desarrollado por la experiencia y el estudio. El soñador, mira con una visión holística, a este nivel y de manera involuntaria o voluntaria ha superado las etapas que tienen que ver con la práctica, metodología, teoría y por último la filosofía de proyectos.
Ante una situación el soñador no se queda con un concepto o explicación básica, es capaz de desplegar una exploración más compleja y asesorada, gracias a su nivel de experiencia que termina por convertirlo en un gran manejador de talento o ideas. Para ellos no hay problemas grandes ("La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos". Henry Ford), el trabajar para superar una derrota les significa grandes victorias y su relación con lo romántico es manejado de manera pragmática, debido a que la ruta trazada no es más que un Reto por alcanzar.
Volviendo al plano creativo son: su observancia, su prudencia, la paciencia, la constancia y el buen uso del sentido de la oportunidad los elementos que conspiran a favor de ellos, no hay espacio para la renuncia ("El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia" Henry Ford). Al hablar de sueños se suele pensar que estamos bajo un escenario intangible en lo material, de allí la esencia para convertir o transformar el decir en el hacer, todas estas cosas que se dicen de manera ligera son muy complejas, cuando se trata de trascender de una doctrina existencialista a un plano esencialista.
Lo que sí puedo asegurar que el combustible que dinamiza esos retos tiene una explicación muy madura y trabaja la satisfacción que deja el éxito en el deber cumplido, los análisis desde el esencialismo son más abstracto vinculan conocimiento, experiencia, espiritualidad y el deseo permanente de construir nuevos modelos y enfoques que desde su satisfacción personal pueda influir en lo colectivo. Los soñadores con propósitos terminan por convertirse en un referente, que tienen derogadas algunas palabras que le hacen frente a sus sueños. Para ellos siempre hay un Reto y trabajan para lograrlo.
"No hay nadie que sepa lo suficiente como para decir qué es y qué no es posible" Henry Ford.
Muchas bendiciones, para todos mis lectores.