Cuando se están cumpliendo dos meses de la firma del más rimbombante y mediático acuerdo político (el 26 de noviembre del 2022) logrado en La Ciudad de México, entre el gobierno nacional venezolano y el sector político opositor más extremista y declarados antichavistas…en la que básicamente hay dos importantes vertientes en la negociación, por un lado, la ultraderecha venezolana garantiza la liberación de una parte (aproximadamente el 10%) del efectivo que tiene Venezuela en el exterior…el cual lo mantienen secuestrado de manera abusiva e ilegal, el imperio estadounidense y la unión europea…y por el otro lado, es el compromiso firmado por el gobierno nacional, de que esos 3.200 millones de dólares, serán destinados a programas sociales y para mejorar la calidad de los servicios públicos, a través de un fondo administrado por Las Naciones Unidas…
Sin embargo, la respuesta de los secuestradores de nuestros activos en el exterior…ya que han sido bien tajantes en la derecha internacional, en agarrarse de una estratégica excusa política, para negar "la entrega controlada" de estos recursos…y la manera más elegante de decir que no y que se convierte en la gran excusa, es decir, que: "solo se podrán flexibilizar las sanciones en contra de Venezuela, cuando garanticen la realización en el 2024, de unas elecciones presidenciales libres y transparentes"…
Eso implica que éste chantaje imperial significa que el acuerdo firmado hace dos meses, no tendrá un final feliz y que el subsector opositor más pro imperialista, va a quedar muy mal ante la opinión pública internacional, por el incumplimiento de su parte en una negociación política…
Por esa razón, son bien interesantes las declaraciones dadas por el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante una rueda prensa dada en Argentina, durante el desarrollo de la VII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)…en la que observa una lamentable intromisión e incoherencia por parte de Los EE.UU, con los principios democráticos, al señalar: "No es simplemente que se hagan elecciones, es difícil que se hagan unas elecciones con garantías, si uno de los participantes posibles tiene 15 millones de dólares como precio por su cabeza"…