Todos, los dirigentes chavistas, la masa chavista le debemos una disculpa al Comandante Chávez, un reconocimiento, una autocrítica: debemos ir al Cuartel de la Montaña, y allá frente al Comandante decirle que no supimos defender su legado, que permitimos que lo secuestraran, lo traicionaran, lo deformaran.
Chávez dejó su legado, su testamento político muy claro, lo hizo con el Plan de la Patria, con el mensaje del 8 de diciembre: lucha contra la lógica del capital, ir al Socialismo, cuidado con el reformismo.
A los que él encomendó la tarea no cumplieron, al contrario, traicionaron ese legado, ¿quién lo puede negar?, ¿quién cree que esto es camino al Socialismo? Este gobierno del madurismo es impresentable, groseramente entregado a los burgueses locales y a los imperialistas que tanto dicen combatir, allí están contentos los "fedecamaros", satisfechas las petroleras llevándose el petróleo, alegres los nuevos capitalistas participando del festín. Lo primero que hicieron fue falsificar el Plan de la Patria, desde allí su acción ha sido reptar hacia la madriguera capitalista.
Y la resistencia a la entrega del país al capitalismo, del asesinato del Socialismo, ha sido mínima. Los dirigentes que se oponen a la entrega se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos, las protestas de la masa son nulas, y el PSUV del madurismo se postró a los pies de los verdugos. Chávez fue abandonado, su obra demolida, su imagen borrada, ahora temen al color rojo y a la mirada del Comandante, y nadie dice nada, siguen la corriente de la vergüenza.
Estamos en deuda con el Comandante, como una vez estuvimos en deuda con Bolívar, que fue a morir sin camisa en San Pedro Alejandrino, desterrado por su misma gente, insultado salió de Bogotá a los gritos de longaniza, de pellejo. Aquella deuda con el Libertador la saldaron los rebeldes de nuestra historia, los que se levantaron contra las dictaduras, los que fueron a dar con sus sueños a los calabozos del Castillo de Puerto Cabello, a la Rotunda de Caracas, al Cuartel San Carlos; la pagaron los luchadores contra la dictadura de pérez, la pagó Fabricio con su vida; la pagaron los jóvenes que se fueron a las montañas en aquella gesta del sesenta que enalteció la dignidad de este pueblo. Y, finalmente, la saldó Chávez el 4 de febrero, todas acciones heroicas.
La deuda con Chávez nos corresponde a nosotros pagarla. Es necesario que se organice la resistencia al oprobio, que sepa el mundo que el madurismo y sus secuaces de la derecha oficial tienen quién se les oponga, que Chávez Vive en la rebeldía de este pueblo y sus dirigentes que siguen su legado y se oponen a la falsificación a la mentira.
Es necesario empezar por revivir aquel instrumento que organizó la voluntad de un pueblo para defender al Comandante, es necesario desempolvar a los ¡Comités de Resteaos con Chávez!, que se formen en los centros de estudio, de trabajo, dentro del psuv del madurismo. Que comiencen su labor de crítica, de cuestionamiento a las barbaridades de la dirección oficial y del gobierno. Que se estudie allí el verdadero pensamiento del Comandante. Que revivan la memoria del pensamiento y la obra de Chávez. Discutir, que construyan trincheras de ideas, que den la batalla de las ideas contra el reformismo criminal.
¡CHÁVEZ VIVE EN LA LUCHA POR EL SOCIALISMO!