Una semana después del sismo en Turquía y Siria, un familiar de una sobreviviente abrazó al equipo de venezolanos del Servicio Nacional de Medicina Ciencias Forenses y Protección Civil, durante las labores de rescate. En nuestra patria el Ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz publicó en sus redes sociales el video que da cuenta de la conmovedora escena, el momento en el cual un hombre emocionado llora ante los venezolanos en agradecimiento por tan heroica labor. Estamos presentes junto a otros 72 países, representantes de pueblos donde imagino que hay solidaridad no cuestionada por nadie, da pena que nuestros disociados habladores de opo-pazguatadas politizan hasta esa labor humanitaria internacional.
En las redes sociales me enteré de un opinante de los que cobardemente envían mensajes de odio, afirmando que ese dinero debería emplearse en auxiliar a los que no encuentran en Venezuela como pagar alimentos necesarios para sobrevivir, un extremismo que refleja la salvajada opositora. Cuestionar a los 52 hombres y mujeres nuestros, expertos en salvamento, búsqueda y rescate, encargados de labores de remoción de escombros, es uno de tantos colmos de la estupidocracia por fanatizados y acomplejados antichavistas, encerrados en su odio.
Nuestros rescatistas llevan unos canes entrenados al efecto de buscar sobrevivientes, el equipo contó además con 22 toneladas de alimentos y medicamentos de ayuda humanitaria, para aliviar a los afectados en zonas devastadas por la terrible calamidad. La oposición en funciones de campaña política nada dice o relatan muy poco la labor humanitaria venezolana, hay dirigentes opositores en evidente campaña electorera a quienes creo capaces de apoyar disimuladamente a quienes critican a nuestros rescatistas, aduciendo, una tesis de fanatizados disociados siempre carentes de toda concepción humanística.
Hasta hace algunos años no estábamos obsesionados por marcharnos de la nación, las campañas opositoras innobles favoreciendo intereses extranjeros para expulsar al chavismo bolivariano, hicieron daño calculado y convenientemente promocionado mediante disimulócratas alusiones noticiosas, haciendo creer que irse era resolverse. Cualquier investigación desde el lado opositor o el de afectos al gobierno de izquierda, nos entera que pocos migrantes han logrado éxito total, deben calarse muchos inconvenientes en otras tierras, donde nada les importa por qué se fueron.
Venezolanos y venezolanas han sido asesinados en el exterior, bastantes mujeres y hombres los han prostituido en el extranjero y algunos se han suicidado desesperados, hogares destruidos y parejas que su salida extrema fue matar al cónyuge y quitarse la vida, a la mayoría la han estafado y vejado en países de donde por cierto, provienen ciudadanos que en Venezuela gozan de plenos derechos. Venezolanos de toda edad y condición social presenciamos con entusiasmo y simpatía la Serie del Caribe 2023, las referencias de los organizadores extranjeros en esta cita beisbolística admiraban los estadios nuevos y brindaban a los medios suficientes testimonios.
Esto no lo aguantan opositores apegados a la violencia, pese a sus sucesivos fallos que han servido para sustentar a la Venezuela socialista trabajadora, el gobierno muestra lo que hace en todos los órdenes sin temor, considerando las necesidades de la colectividad e imponiendo castigo penal a los infractores, recordemos que antes se asociaban con corruptores privados enmascarados como empleadores, vino la intervención socialista y mandó a parar. Un ejemplo es que con absoluto respeto a la autonomía universitaria, en la educación superior se aprueban disposiciones legales e irrefutables para salvar las universidades, refaccionar por supuesto escuelas y liceos, templos evangélicos e iglesias católicas; es saber gobernar y hacerlo teniendo como norte nuestra independencia y soberanía.
Increíble que se intente minimizar o atacar la ayuda profesional de los 52 rescatistas criollos, que junto a los de otras naciones luchan denodadamente por colaborar con sirios y turcos víctimas del fenómeno telúrico, cuya gravedad podría llegar a casi 50 mil muertos. No exagero, son verdades de los hechos, noticias no alarmistas ni amarillistas, reportes en cualquier país que organice sus espacios radiales, periodísticos y televisivos.
Una vez más la realidad supera la mala fe de mal pensados sumidos en actitudes disociadas, que niegan las aptitudes de trabajadores en sus respectivas profesiones u oficios, basándose en reclamos de pensionados y jubilados en su gran mayoría partidarios de gobiernos anteriores al arribo de la revolución bolivariana, son minorías pero noticiadas exageradamente y con engaños comunicacionales. El proceso lanzado por Hugo Chávez desde el 2 de febrero 1999 recuerda aquellas palabras suyas, "Quien tiene ojos que vea y quien tiene oídos que oiga", le agrego ahora, por favor intenten no negarse ante determinadas realidades, ni inventen barbaridades de las que en muchísimos casos los llevan a avergonzarse de sí mismos.