El Comandante Chávez, hijo de maestros, heredó de ellos la afirmación de sus pasiones con el credo radical que le enseñaron a la edad de su adolescencia. Contra este líder y su obra de gobierno se produjo un golpe de estado bajo el influjo de la ira y de la venganza o la envidia.
El golpe fue como el que se extrae un dardo envenenado de lo más íntimo de su alma, nadie que haya sido un ignorante, pudo haber negado la fecundidad de revolucionario y de patriota del supremo y eterno Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Su permanente devoción por la democracia lo colocó siempre fuera de la cotización en la bolsa de banalidades de sus adversarios, jamás acepto ofrecidas ofertas prebendas. Siempre fustigante a sus adversarios o enemigos, al vituperio de los resentidos o a los consejos que por sus pasos iba tejiendo la envidia de sus émulos, no supo doblegar la cerviz a los poderosos.
Negarle su grandeza al eterno Comandante Hugo Rafael Chávez Frías es como pretender negarle su don de gente y de gran ciudadano, juzgarlo por sus defectos, es restear venganza de la envidia, creyendo así aminorar su nombre, es pequeñez de intransigentes querer demostrar que la única pasión de su vida fue defender la libertad.
El Comandante Chávez fue cosa única en la vida venezolana después de Simón Bolívar. Su nombre entre nosotros está escrito en el corazón y la mentalidad del pueblo bolivariano, lo que él fue y lo que significó su obra de gobierno y por ello, se tramó la más perfecta conspiración para derrocarlo.
Una inspiración divina brotaba de su febril talento cuando comenzó a defender al pueblo, la libertad y la justicia social, se le dio y siguen porque a todos atacó mucho y aun sus atacantes perduran.
Él se convirtió en el gran azote de los poderosos, su fuerte caída inmisericorde sobre los privilegiados, los arbitrarios, los mandones, los inescrupulosos llevando en la sangre un sello inconfundible.
El Comandante Chávez fue el presidente que supo llegar al pueblo, conquistar su admiración, sobre todo a la clase obrera y a la más pobre, en donde campeaba su admiración.
Hay quienes leen y releen sus discursos de memoria, ya que siempre se trataba de recordar las grandes epopeyas de nuestro libertador Simón Bolívar, Sucre, Urdaneta y Zamora.
Y quien sigue y seguirá gozando de gran preeminencia en nuestra historia contemporánea, como el hombre que despertó la conciencia a todos los pueblos de nuestro continente latinoamericano y de otros lugares del mundo.
El eterno Comandante Chávez aventajó a un buen número de gobernantes que detentaron la jefatura presidencial en la historia de nuestra patria. Donde este desheredado, sus enemigos trataron de no darle cabida propias a sus merecimientos y que hoy nuestro pueblo le ha dado para engrandecer su memoria.
Fue un hombre que ejerció gran influencia en nuestra juventud que hoy se destaca en todas las líneas deportivas, gracias al Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, que si supo hacer valer y reconocer las grandes capacidades de nuestra juventud venezolana.
¡Patria Socialista, Viviremos y Venceremos!