Por menos de lo que dijo el diputado Jesús Farías sobre uno de los intelectual más condecorado, reconocido, premiado, escuchado y respetado por la Revolución Bolivariana como ha sido Luis Britto García, cualquier otro militante hubiese sido llevado al Tribunal Disciplinario del Psuv, regañado y suspendido, para no decir, expulsado, de sus filas.
El "intelectual y revolucionario" Britto García, quien además es miembro del Consejo de Estado y del Consejo Presidencial de Gobierno Popular de la Cultura de Venezuela, fue abiertamente irrespetado por Farías, por medio de un vídeo que permitió que se filtrara por las redes.
En ese vídeo, de manera despectiva, cuestiona las posiciones del intelectual referente al salario en Venezuela, porque, supuestamente, en sus análisis no hace alusión al contexto del bloqueo y las sanciones imperiales que nos encontramos. Recordemos que el diputado considera que esas condiciones explican el porqué no se han podido aumentar los salarios en la actualidad.
En el vídeo dice lo siguiente: "(…) Un artículo de un señor llamado Britto García. Lo hacen llamar intelectual, y otros revolucionario. Ni es intelectual ni revolucionario. Un intelectual no hace un análisis con esas debilidades tan elocuente. Ni siquiera menciona el bloqueo ni una sola vez (…)".
El cuestionamiento del diputado economista y marxista se ha hecho viral, y ha generado mucha polémica y confusión a la vez. Porque no estamos hablando de la opinión de algún militante de la estructura del partido molesto, de un opinador o un analista de oficio. Estamos hablando del Presidente de la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, Vicepresidente de Economía Productiva del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), y además, es Miembro del Tribunal Disciplinario del Partido que preside el diputado Pedro Carreño, y lo acompañan los diputados Pedro Infante y Tania Díaz, además del Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela.
Se supone, que tanto los diputados revolucionarios que son mayoría en la Asamblea Nacional como la Dirección Nacional del Partido de la Revolución, deben garantizar que funcione el Estado consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que impulsamos y acompañamos todos los revolucionarios y chavistas desde 1.999. Sobre todo el principio de democracia participativa y protagónica, que es la máxima de la revolución bolivariana.
Recordémosle al Diputado Farías y al resto del Tribunal Disciplinario del Psuv, que la democracia participativa es donde los ciudadanos y ciudadanas tienen mayor participación en la toma de decisiones políticas, y una de las formas de ejercerla es por medio de los debates en asambleas o de manera pública.
La emisión de opiniones sobre temas de transcendencia nacional como la recuperación del salario de los trabajadores, militares, e ingresos de los pensionados y jubilados, que actualmente el Ejecutivo Nacional ha impulsado por medio de la reactivación de la "tripartita" y las mesas técnicas, no puede limitarse a discusiones en cuatro paredes y a un mero acuerdo de partes interesadas. Porque todos queremos que la revolución Bolivariana continúe y se fortalezca para garantizar su objetivo principal: llevarle la mayor suma de felicidad posible al pueblo.
Estamos en tiempos de aplicar mucha tolerancia intelectual y sobre todo POLÍTICA para que de las discusiones sectoriales, sindicales, gremiales, aportes académicos, intelectuales y de la opinión pública generalizada en las redes sociales, conlleven a un consenso nacional y de aceptación general. De donde se esperan resultados con más defensores que detractores.
En ese sentido, está de más decir, que no estamos en tiempos de que nuestros líderes sean arrogantes, altaneros, jactansiosos, prepotentes, irrespetuosos o engreídos. Porque nadie es dueño de la verdad absoluta, ni se es experto en todos los temas. Por tanto, los políticos, sobre todos los revolucionarios, tienen el deber de escuchar en tiempos que se requiere mayor unión nacional contra el enemigo imperial que nos quiere desunidos. Escuchar y respetar aunque no se esté de acuerdo con lo que dicen los demás es ser tolerante.
Es por lo anterior, que rechazo de manera pública, sin caer en revanchismo, la manera como el diputado Jesús Farías y miembro del Tribunal Disciplinario del Psuv, ha venido manejando el tema de los debates económicos sobre la Venezuela en los últimos años.
Incluso, por mucho menos de lo que el diputado dijo sobre el intelectual ilustre Luis Britto García, varios militantes y líderes de base del Psuv han sido llevados al Tribunal Disciplinario, juzgado y suspendido de sus funciones como dirigentes, entre ellos, algunos diputados electos de la Asamblea Nacional electos, con la venia y aprobación del propio Jesús Farías.
Hoy, muchos de esos dirigentes de izquierda son sometidos al ostracismo o persecución política por el simple hecho de haber manifestado de manera pública algún tipo de desacuerdo con la posición del mencionado diputado sobre la situación económica nacional.
La gran pregunta que hago sin temor a ser juzgado: ¿Será que el Tribunal Disciplinario sentará en el banquillo de los acusados al diputado Jesús Farías por tamaña torpeza política, en tiempos que se pregona un debate nacional y acuerdos con la derecha empresarial y sindical por mejores condiciones salariales para los venezolanos?
He allí un dilema a resolver por la Dirección Nacional del Psuv, ¡antes que sea demasiado tarde!