Las amenazas de judicializar la vigencia del PCV

Martes, 21/02/2023 08:09 AM

En sus escritos antes de la cárcel Gramsci acuñó la frase "La política es bestial." Con esa frase que prefigura la idea central de esta opinión he querido iniciar esta narrativa para referir a una posible intervención judicial que en los últimos meses ha denunciado a nivel nacional e internacionalmente el PCV.

Llama la atención que a partir del momento en que el PCV abandonó el bloque del Gran Polo Patriótico y se separó del gobierno e inició un nuevo tránsito en la lucha política nacional, se retomaron las estrategias ya utilizadas en relación con la judicialización de la política donde han estado involucrados varios partidos políticos. En el caso de PCV debo expresar que no milito en ese partido, pero tampoco soy anticomunista.

En otras palabras, un sector importante de la sociedad política nacional recuerda los casos donde se dictaron medidas cautelares sobre las querellas que se produjeron y afectaron a los partidos UPV en el 2018; Tupamaros en el 2020 y el PPT en el 2020.

Los antecedentes de las actuaciones judiciales citadas no han sido suficientemente informados, ni mucho menos discutidos en los partidos que han sido afectados por esas medidas judiciales. Tampoco se ha revisado en profundidad las consecuencias que esos hechos judiciales puedan tener para un proyecto de democracia plena en una sociedad superior y para la libertad de acción de los partidos políticos como soportes de cualquier sociedad.

Después de esa breve introducción me referiré al caso concreto del PCV. Con una experiencia que ha sido comentada desde su fundación hasta nuestros días, por muchos intelectuales venezolanos, y con un protagonismo, acertado o no, en momentos críticos y de confrontación en la política nacional, a pesar de sus limitaciones económicas y financieras se mantiene activo en la política nacional.

Aquí puedo expresar algunas distinciones entre los casos ya judicializados y las amenazas que hoy se ciernen sobre los comunistas que militan en esa organización, la cual desde su fundación hasta hoy, independientemente de su ortodoxia o heterodoxia, de su dogmatismo o no, tiene un historial valioso en la lucha contra el fascismo, la democracia y por el socialismo en el país.

Entre las distinciones tenemos: La judicialización de los partidos víctimas de esa estrategia política ejecutada ha sido el resultado injerencista a través de grupos internos en cada una de ellas debido a las luchas internas y las ambiciones personales. Además, del pragmatismo e intereses de algunos sectores anticomunistas que desde el gobierno requieren partidos políticos acríticos, sumisos y defensores e incondicionales al gobierno.

Como contrapartida, hoy la realidad en el seno del PCV es otra. No presenta públicamente e internamente una crisis fraccional, no atraviesa por conflictos ideológicos, no se han reseñado ambiciones personales de sus dirigentes, renovaron recientemente su estructura dirigencial sin problema alguno. Solo se conoce su separación del Gobierno, su conducta antiimperialista y su posición crítica, sin desconocer los efectos perversos del bloqueo, a la política económica que afecta a todos los trabajadores.

Por lo demás, si consideramos las declaraciones amenazantes y descalificadoras desde el gobierno hacia esa organización política revolucionaria y socialista, se debe comprender porque permanecen en guardia. Lo cierto es que "Cuando el río suena piedras trae." En consecuencia, cuantitativamente pequeño o grande y cualitativamente acertado o equivocado, con judicialización o sin ella, su vigencia no está, ni estará en discusión.

En fin, la experiencia de las intervenciones políticas reseñadas es un antecedente que indica que las denuncias del PCV sobre la amenaza de judicialización de su estructura y vigencia política, no es estrategia de marketing publicitario para aparecer como la víctima, es un alerta ante una amenaza latente.

 

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