"(…) somos dueños de nuestro presente, es lo único que tenemos" Lusmery Alvarado
La ruptura o más bien el quebrantamiento de un esquema mental que define a cada uno de los seres humanos, me llevan a reflexionar a través de estas pequeñas pero significativas líneas que dibujan frente a mí un sinfín de rostros expresivos para definir e identificarnos en cada época vivida, permitiéndonos trasladarnos al ayer del cual cada uno de nosotros es el dueño. Primeramente debemos posicionarnos con la postura que nos ha identificado en los últimos años, de modo de poder con estas reflexiones combatir el fantasma del ayer que habita a lo interno de cada uno de nosotros; si existe algo que me ha enseñado la vida es a identificar y conocer a las personas, el convivir diario nos brinda esta oportunidad. Ahora bien, vivimos atados a un pasado que aunque a muchos les cueste asumir "no volverá", y que ese fantasma del pasado les roba la posibilidad de disfrutar y construir nuevos escenario en un presente que es real, que es hermosos porque somos los dueños de él, entonces yo me pregunto y les pregunto ¿cómo vivir sin las ataduras y los grilletes del pasado no nos dejan avanzar?. El pasado sin duda alguna es parte de nuestras vidas, pero no es la vida en su plenitud, y no debe ocupar más espacio que lo que significa "pasado", por nuestro bienestar debemos estar claros en lo que significa la palabra "pasado", y no debe ser visto como más que una retrospectiva desde nuestro interior que no afecte lo aspectos que son llamados a estar en nuestro presente para construir el futuro. A veces encontramos personas muy atadas a sus añoranzas del pasado, ataduras estas que les impiden vivir las benevolencias del presente, les nublan su accionar y se les va la vida queriendo revivir el pasado, pero está en nuestras manos no revivir el pasado sino construir uno nuevo, debemos pensar que cada minuto que vivimos automáticamente pasa a formar parte de un nuevo pasado, así que somos los responsables de nuestros recuerdos y de nuestra tranquilidad. Dentro de este proceso de cambio que es indudablemente muy complejo y efímero se identifica una idea que nos acerca al problema, y este no es más que el "fantasma del pasado", y como el significado histórico nos muestra la palabra fantasma es una sombra que nos nubla la existencia y no nos permite apreciar lo fascinante y único que nos regala el presente. No podemos borrar el pasado porque ya son líneas escritas e imborrables en la vida, pero si podemos archivarlo y usarlo para la construcción de un mañana mejor, experiencia e historia nos abre escenarios para el debut diario, por lo que la vida es eso "un actuar ante situaciones presentadas en la vida".