El pasado 4 de este mes, leí en Portal Aporrea, a Amaranta Rojas, quien siempre nos deleita y hace ameno sus artículos con un particular estilo de chispas de humor con la crítica o quizás mejor la autocrítica que suele hacer a algunos altos funcionarios públicos del PSUV, partido que está en el poder, y esta hace alusiones para observa fallas en sus responsabilidades de gobierno, suele mencionarlos como ‘’camaradas’’, en este hizo referencia según tituló: Maduro y el PSUV: OIGAN A ESTE NUEVO DANTE RIVAS.
Esta da inicio a su escrito en Aporrea así: Ay mi Chucha, yo creía, que a alguien no debía oír era al camarada Dante Rivas. Uno calculaba que Dante Rivas era como un extraterrestre, que mágicamente tenía en la mano un paquete de soluciones, que cada uno de los problemas que confrontábamos en Nueva Esparta. Hasta nos aseguró en una oportunidad, que una ley nos sacaría o llevaría milagrosamente al desarrollo y progreso, como si una ley mi cotorrita fuera así como la Virgen del Valle. No todo el mundo duda con una Virgen del Valle haciendo milagros.
Con esos dos párrafos introductorios; Amaranta prosigue y toma las tantas promesas y verbo de Dante durante su protectorado en Nueva Esparta, y verdad es siempre a través de la Radio local donde los sábados o en cualquier momento este alto funcionario mano derecha del gobierno central, hablaba y hablaba de todo lo que era necesario emprender y ejecutar para solucionar el problema del agua, por cierto este problema es de vieja data en la Isla del otrora Puerto Libre, y ahora con múltiples promesas para su desarrollo, amanecerá y veremos.
Cuando el anterior gobernador del PSUV, se planificaron o ya estaban en planes y presupuestos las plantas desalinizadoras, que instalarían para solucionar el problema del agua, se quedó en promesas, y ese gobernador se fue y nada que se disculpó ante su pueblo por lo que dejó de hacer o no cumplir, al parecer los hijos de la patria se comportan con ingratitud, igual con sus regiones nativas, se vuelven puras promesas demagógicas y los reales se desvían y fácil les es trasladar los reales de servicios públicos para otros menesteres de menos interés ciudadano, como el servicio de agua, ningún gobernador nativo de la Isla se esmeró por este servicio y hoy sufrimos la crisis con un racionamiento casi que de desierto; pues hoy día cada vez que se inicia el ciclo para distribuir el preciado líquido en la Isla, en muchas calles corre el agua como pequeños ríos por las calles por tubería rotas, que las calles se convirtieron en huecos, como se sabe el agua es enemiga del asfalto, y sí acometieron unos trabajos para corregir el mal, pero no hubo secuencia e igual siguió el agua desperdiciándose, además de la turbiedad del agua, que solo servía para los servicios sanitarios de las casas, pues lavar ropa imposible porque se manchaba la ropa del color turbio del agua, en estos momentos está el agua mucho más clara que antes, pero el agua es como un río aún por algunas calles o avenidas.
Las fallas de electricidad, que en momentos se hicieron agudas, ahora ha ido enmendando para reducir los apagones, la anarquía continúa en todos los organismos públicos, no se cumplen las normativas legales de atención al ciudadano, continúan las acciones al margen de las leyes, solo la discrecionalidad de las autoridades cuenta con razón o sin razón, el costo de la vida en la Isla es uno de los más altos del país, por los graves problemas del transporte marino, que muchas unidades o embarcaciones salieron del servicio por falta de mantenimiento y tales situaciones encarecen la mercancía y productos alimentarios de la población, hasta el pescado es costoso en la Isla, pagan los platos rotos las sardinitas, porque comer mero, pargo u otras especie de buenos pescados, estos son seleccionados para mercados más rentables fuera de Margarita, de ahí la lluvia de promesas del alto funcionario que de la noche a la mañana se quedó solo con el PSUV; y, con razón Amaranta, llama a Maduro y al PSUV para que oigan a este nuevo Dante Rivas, que por cierto este escribió en Aporrea en uno de sus artículos, donde muestra su arrepentimiento por su comportamiento con los camaradas y paisanos de Nueva Esparta.
Reconoció que los humos se suben cuando se está en la cumbre, y que no hizo todo lo que debía hacer por eso se disculpa o arrepiente, y reconoce sus errores, Amaranta califica al nuevo Dante como sí se estuviera preparando para otro alto cargo, porque los cargos de elección popular cuando se lanzó para la Alcaldía y la Gobernación salió derrotado, indicativo que el pueblo le seguía los pasos y le dio su voto castigo, pues se dejó ganar por liderazgos tampoco muy eficientes y ya bueyes cansados, pero estos tenían precedentes de haber hecho algunas obras cuando décadas atrás fueron gobernadores o alcaldes, de manera que aquel Dante que impresionó a todo el país con la eficiencia en el SAIME, que nadie le negó sus logros organizativos y de mejoras en los trámites de tan importantes documento de identidad, pero de repente lo cambiaron y fue a Tránsito donde trató de hacer importantes cambios, sería la fama ganada digamos, bien ganada, que lo llevaron a Ministro, y aquí sí que pasó casi desapercibido, más bien con críticas por algunas acciones no muy acordes a la ley, después volvió a su tierra natal, donde no tuvo el éxito esperado, pero el mismo despejó la incógnita, al reconocer su conducta no acorde con las Relaciones humanas y la empatía que debe tener un líder realmente democrático, de paso, poco los hay en la praxis de nuestra vida política de todas las corrientes sin excepción, se sufre del virus del Ego que hace a funcionarios o empleados públicos de todos los niveles comportarse como autocráticos, y una cara muestras en campañas electorales y después sufren cambios para con quienes le apoyaron.
Son los males de la llamada democracia venezolana, por la filosofía y ciencia política que en teoría sería el mejor sistema de gobierno, sino sus liderazgos que son arrastrados por complejos de superioridad, se enroscan con los partidos, se endiosan, y hasta sin darse cuenta muchas veces aparecen en las escuelas de la lisonja que son tan peligrosas, como decía nuestro Libertador, además se burocratizan y se hacen rendir culto a la personalidad, pareciera que los cargos están por encima de quienes los ostentan, hasta el punto que se archivan leyes o normas legales para que en su lugar desde la presidencia de la República, Ministros, gobernadores, alcaldes y todos los altos cargos fueran etiquetados con privilegios de la discrecionalidad o los caprichos de jerarcas, que gobiernan por sus criterios y dejan el Derecho y todos los planes y proyectos solo en papel, siendo estos los únicos que deciden, y después los poderes públicos que actúan también muchas veces por emociones y pasiones mentales.
Amaranta en su artículo enaltece las bondades de la CRBV que contempla supremos derechos sociales, políticos, económicos, pluralismo y las novedades y envidiada constitución, pero que los efectos prácticos no surten efecto ni que desde el alto poder la eleven y mencionen cada rato, incluso evocan a nuestro Libertador, que como sabemos dejó toda estructura de leyes, que aún tienen vigencia, pero sin efectos de seguimiento a su doctrina y legado, ni porque el pueblo de Venezuela aprobó esta Ley Suprema, pero los poderes con sus altos funcionarios deciden a su discrecionalidad, entonces la salud, la educación, los servicios públicos y la sana administración no se concretan, por el contrario cada día vamos al precipicio, la situación de crisis con la fuerte devaluación de nuestro otrora poderoso bolívar hasta oro y plata, ahora supeditado a una moneda, que fue impuesta universalmente para las transacciones en el mundo, y que en la actualidad hasta una guerra se desató por la competencia entre países con alto desarrollo, que quieren los más poderosos imponer al mundo, y Venezuela con estos gobiernos disque ‘’democráticos’’, fueron perdiendo su independencia y hasta la moneda Nacional a pesar de que la Ley Suprema la prioriza, fue supeditada a la famosa moneda verde, que por un dólar hay que desembolsar 24.50 bolívares por dólar, cuando hace meses estuvo en apenas 4 bolívares por dólar, y cada día sigue subiendo, hasta el punto que un salario ya se redujo a 5,5 dólares mensual.
Hoy las protestas de la clase trabajadora activa y pasiva de la Administración Pública venezolana, ha salido a las calles a reclamar sus justas reivindicaciones legales arrebatadas por decisiones discrecionales de altos funcionarios y al margen de la Ley Suprema, LOTTT, Convenios colectivos y otros tantos beneficios quitados de un plumazo, no son protestas conspirativas o con deseos de tumbar gobierno sino reclamos legales que facultan a asalariados, jubilados, pensionados a clamar porque vuelvan las reivindicaciones quitadas.
Mientras tanto el pueblo venezolano, la sociedad está a la expectativa porque nos acercamos a un nuevo proceso electoral, que no debe seguir siendo monopolizado, por liderazgos de partido de gobierno y de la oposición, está dividida en colcha de retazos, ellos mismos se encargaron de volverla añicos con tantos vaivenes o vacilones en sus decisiones, se fueron con partidos que desde Europa y el norte influyen en la política de nuestra América, pactaron con el gobierno o llegaron a acuerdos para obtener cargos legislativos que disfrutan, otros andan en las candidaturas para el 2024, lo que sabemos es que son la misma gente que tiene ya 64 años decidiendo el país, primeros los caudillos de viejos partidos ahora sus herederos, pero todos son ramas desprendidas del viejo samán que se está secando, por lo que la sociedad y todo el pueblo deben ir pensando en un estadista probo, serio que gobierne para todos sin detenerse a como ha sucedido hasta ahora, roscas partidistas que se toman el poder para sus intereses partidistas y de grupos de privilegio, un presidente debe tener un perfil con capacidad para conocer las leyes, debe saber administrar, contabilizar y controlar riquezas del país para que no se sigan derrochando, la historia nos da lecciones de todos estos desastres en los últimos 64 años, y más en los últimos 24 años, recordar que en las últimas seis décadas se desperdiciaron los ingresos petroleros más altos de la historia, que debieron haberse invertido en la siembra del petróleo como lo recomendó en década de 1940 el Dr. Alberto Adriani y Arturo Uslar Pietri, pues nada gobernantes que prometieron administrar la abundancia con criterio de escasez hicieron lo contrario.