Mi Comandante ¿Me escuchas?

Sábado, 11/03/2023 08:23 AM

MI COMANDANTE ¿ME ESCUCHAS?

Colectivo "Aurora de la Patria"

Un año más, otro cinco de marzo. Todo parecía sumido en la calma pero la mentira corroía las almas. La desesperanza reinaba por doquier; la alta política había pulverizado el juramento hasta que un vozarrón irrumpió sorpresivamente. ¿De dónde emanaban las carcajadas? ¿Quién musitaba los arrullos? ¿Eran reales? ¿O germinaba en el llano otra leyenda? Nadie sabía. Mientras tanto los amigos charlaban con afecto:

- Eleazar, ¡Perdimos la Patria! Estos farsantes pulverizaron la soberanía. ¡Qué desfachatez! Tanto esfuerzo para que los gringos tomen posesión de nuestro suelo y recursos de nuevo sin activar sus misiles ¡Nunca imaginé tanta desventura! Los desvalidos que tanto protegimos, sufren y yo junto a ellos por su llanto.

- Chávez, ¡el desastre es total! Los mercaderes del templo trituraron el empeño colectivo que tú dirigiste; a veces no entiendo cómo fueron capaces de tamaña felonía. Conversemos un poco, ilustremos a los nuestros; quizás mitiguemos su desconsuelo.

- Claro, ubiquemos el contexto. ¿Recuerdas cuando te confesé que andaba en problemas para interpretar el mundo? Hacía lecturas equivocadas, peor aún, me rodeé de asesores que me confundieron aún más.

- Recuerdo tus disertaciones televisadas cuando invocabas las bondades del "capitalismo humano", la tercera vía de Tony Blair, tesis que auparon desde la rebelión del 4F todos uds, los bolivarianos. Hasta propusiste hacer un foro para depurar y contextualizar sus tesis.

- ¡Qué exabrupto! Eran mis debilidades, típicas de una formación impregnada con la lógica del capital. Pero los golpes me enseñaron, la praxis revolucionaria y el estudio perenne me salvó del abismo y durante seis años de dura brega, aprendí de mucha gente.

- Pero no pasó lo mismo con tus compañeros y compañeras; hicieron caso omiso del camino que tú, con tu ejemplo, enseñanzas e insistencia, modelaste. Se refugiaron en el modelo de vida, valores y símbolos que dicen cambiar. ¿No pudieron o no quisieron, tal vez?

- Creo que las dos cosas, Eleazar: ni pudieron, tampoco quisieron. Flojos flojitos para el estudio, no acompañaron el necesario crecimiento que las revoluciones exigen cuando son auténticas.Se apoltronaron en sus devaneos impregnados de la lógica del capital y hoy la Patria se pierde. Recuerda cuánto los fustigaba. El último consejo de ministros en octubre 2012 fue un buen ejemplo; quedó para la posteridad.

- ¿Entonces son bolivarianos-blair? Su práctica y pensamiento político revela cuán cómodos están con los empresarios burgueses, de ayer y de hoy. - Exacto. No son ni nunca fueron socialistas bolivarianos. No superaron sus fantasmas, tampoco sus corazas; son prisioneros de sus miedos y falencias. Cuando me convencí que el "capitalismo humano" era imposible y concluí que el único camino para salir de la pobreza era el Socialismo Bolivariano anti lógica del capital, la propuesta que dejé escrita de puño y letra en mi Plan de la Patria, huyeron por la retaguardia. Yo asumo mi responsabilidad porque nunca discutí la propuesta que hice pública en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, pero sí lo hice con las líneas gruesas del plan que se atrevieron a falsificar en la práctica.

- Recuerdo que fuiste enfático en tu última intervención televisada, el 8D-2012. La designación para la opción electoral la blindaste, pero la feroz campaña goebbeliana también la pulverizó.

- Eso es correcto. Fuí estrictamente meticuloso, medí cada palabra; temía que ocurriesen hechos violentos cuando partiera para siempre. Y supedité la elección del compañero al pueblo, a los preteridos de siempre, depositarios de mi accionar, y no de burguesía alguna. Todos y todas debían seguir la ruta que les tracé: construir y fortalecer la democracia popular y el Socialismo Bolivariano. Y alerté: Ojo pelao, que no retornen los reformistas burgueses, nosotros enterramos el neoliberalismo.

- Pero Chávez, esos compañeros y compañeras burlaron tus instrucciones y el pueblo sólo se limitó a emitir su voto.

- Detengámonos, Eleazar. Estoy muy cansado, mis entrañas no soportan tanto desencanto. Bolívar y yo aramos en el mar.

Y mientras se disponían, al descanso escucharon un alboroto; venía de lejos. Algo había pasado, no percibían de qué se trataba.

En la capital, en plena ceremonia, los trajeados con camisas desteñidas sintieron también el rugido; se asustaron tanto que huyeron despavoridos. Los cerros se habían engalanado de rojo rojito, las multitudes bajaban con desesperación gritando a viva voz: ¡Se robaron el cadáver! ¡Rescatemos a Chávez! Los pitos y cacerolas no cesaban, tampoco la marcha a palacio para exigir a los farsantes el retorno del Comandante.

De repente, una tierna voz se esparció desde el Guaraira Repano; era la niña ALEGRÍA clamando con su canto:

Mi Comandante ¿me escuchas?

Te veo, siempre te veo,

¿cómo no te pueden ver?

Por ti respondo yo,

que ya aprendí a responder.

Respondo por las verdades,

respondo por mi querer.

Respondo con tu verdad,

que al fin logré entender.

La voz se hizo himno popular, se regó por todos los rincones de la Patria herida. Y el milagro aconteció, cautivó la mirada de millones: Por el cielo circulaba una nave; era la "vaca sagrada" que trasladaba a unos cuantos viajeros y viajeras sin retorno. Y desde el llano, por allá, en el Cajón del Arauca, el regazo de la abuela Rosa cobijó a su Huguito para siempre.

Cuenta la leyenda que desde entonces la ALEGRÍA invadió los hogares. ¡El juramento había resucitado entre valientes!

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