El problema y solución de los venezolanos

Jueves, 16/03/2023 10:43 AM

En un país con una tierra, su gentilicio, historia y tradiciones, siempre habrá el riego de caer sometidos al capricho particular de las clases gobernantes.

Sobre todo si es un país pacífico, algunos tienen la falsa creencia de que es por cobardía, aunque la verdad es que un país de guerreros y guerreras que viene de participar en grandes y pequeñas batallas por su independencia, solo está descansando y observando hasta donde piensa llegar la tiranía.

Un país que vio como fue pulverizado su estado de bienestar porque solo una minoría merece estar bien sobre el infortunio de las mayorias, un país que vio morir inocentes por enfermedades curables y también vio huir a muchos de sus hermanos para vivir la tragedia del inmigrante en otras tierras.

Un país que vio a la clase política de ambos bandos hacer negocios con la tragedia social de un pueblo donde la muerte, la salud y la vida tienen precio, donde la libertad y la justicia está sometida a instituciones corruptas que intervienen con eficiencia cuando se trata de joder a los pobres.

Un país donde los gobernantes utilizan métodos ilegales para desaparecer la disidencia legítima y es criminalizada la crítica porque la libertad del pensamiento está proscrita así como se proscribio el funcionamiento de otras alternativas políticas distintas al status cuo.

Un país donde el maestro es el trabajador peor pagado del planeta y obligado a cumplir sus funciones como prisioneros de una relación laboral semiesclavista.

Un país así donde el problema de fondo es la propia dirigencia del gobierno y la oposición solo tiene dos posibilidades: despertar al guerrero y luchar contra la tiranía o la resignación de quienes desearon la muerte o se fueron para salvar sus pellejos.

Aquí lo único que estorba, el único obstáculo y la raíz del problema son los próceres que confunden con la retórica de defenderte porque muy en el fondo solo defienden sus propios intereses por encima de los intereses del pueblo.

Confieso que he tratado de evitar el contagio del odio pero hay gente que nunca debió llegar tan lejos y tratar de atornillarse en el poder sabiendo el daño que le hace su presencia a la mayoría.

He tratado de evitar el contagio del odio y no le deseo lo muerte a nadie porque tienen que pagar todo y con todo.

Decia el filósofo francés Montesquieu que: "No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia". Sobre el particular haré algunas menciones al final.

En el libro Verde del Presidente mártir de Libia, Mohamar Gadafi, quien siendo musulmán coincidió con Cristo al decir que, "un cuadro antes de ofrecer el bienestar a los demás tiene que estar bien", mientras Jesús dijo: "debes amar a tu prójimo como a ti mismo".

En ambas afirmaciones expresadas con una diferencia de tiempo, espacio y Fe, ambos coinciden de que el ser humano tiene que estar bien para poder ofrecer bienestar a los demás porque sin esto se repite el ciclo histórico de la persona que es luz para la calle y oscuridad para la casa.

Algo así ocurre con el magisterio, los gobiernos del pasado y el actual no es la excepción, los ven como "una carga muy pesada", quizás un estorbo y en otros casos, como un mal necesario.

Por la misma razón el gobierno neoliberal de Nicolás Maduro abandonó la senda de Chávez, desvió el rumbo, ya no protege al niño, la mujer, la tercera edad, la familia y pueblo en general porque ahora todos los recursos que son limitados los tiene destinados para proteger a los dueños del capital en una acción criminal porque el único oferente de dólares en el Banco Central de Venezuela es el gobierno, para que los viejos y nuevos ricos compren y revendan en mercados paralelos, estos mismos delincuentes de cuello blanco sacan sus dólares a paraísos fiscales en el exterior mientras le niegan los beneficios laborales a los trabajadores, cuyo ingreso es 130 Bolívares, algo cercano a los 5 dólares mensual para pagar bienes y servicios con anclaje en el dólar.

Por eso los maestros están arrechos en la calle, apoyados por la razón y la fuerza.

En cada rincón del país nuestro país hay testimonio fresco del desatre que la dirigencia del gobierno y la oposición asumirán como bandera electoral en la retórica de la oferta engañosa culpandose mutuamente pero están compitiendo en los más altos niveles de rechazo popular.

¿Quieren saber historias inmorales desde los centros de poder? Vayan a los cuarteles y vean el rostro de "alegría" de los soldados que en su cotidianidad nos recuerdan la canción de Ali Primera: "cuando el soldado no sirva a la Patria en el jardín de un General", porque ahora es peor que antes, no solo son empleados domésticos de los altos mandos, sino que hay testimonio de lo mal pagados que son los oficiales, suboficiales, tropa profesional y tropa alistada, incluso de sargentos buscando en la basura de los restaurantes en zona militar comida, sin transporte mientras que los altos mandos gozan de groseros privilegios por su complicidad en el juego macabro de escamotear la esperanza, la paz y seguridad de nuestro pueblo. Claro, los Generales sin tropa tienen minas de oro y manejan importantes organismos con las manos libres para "robar legalmente".

¿Porque se impone la narrativa gobernante si el Presidente vive en la clandestinidad? Porque convirtieron todo el sistema de medios públicos en un instrumento propagandístico y mitómano, además de la autocensura de los medios privados por miedo a perder las conseciones. Basta con caminar por los pasillos de VTV para enterarse de la inmortalidad originada en los centros de poder, como fueron sacados los mejores profesionales para colocar a un grupo de guapetones del barrio que se caracterizan por hacer sendos bacanales con orgias, sexismo y todas las prácticas que atentan contra la moral y buenas costumbres. Por eso se impone la narrativa gobernante de que todo está chévere como pasó en diciembre con las supuestas "navidades felices".

La solución del problema no es que hayan elecciones, se postulen los mismos y vuelva a ganar el gobierno por la desgastada estrategia de dividir la oposición, la solución del problema es que la mayoría de los venezolanos asumamos como punta de lanza la tarea de desalojarlos a todos, que se vayan la dirigencia del gobierno y la oposición.

Nosotros podemos retomar el camino para el reencuentro con nuestros seres queridos, restituyendo la vigencia de la Constitución de 1999 vulnerada por la constituyente de la mentira.

¡Hasta la victoria siempre!

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