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Las chichitas del petróleo: ¡Opinión, y "matrices de opiniones"!

Martes, 11/04/2023 03:23 AM

"Una matriz de opinión es: comunicar, todos los días y en todos los medios digitales, emisoras de radio, y TV posibles, redes sociales, de Venezuela, una idea o un pensamiento específico, sea una simple conjetura o especulación, con el tono, y la forma conveniente para que las personas de esta nación, al ser bombardeados de manera incesante por los medios de comunicación, crean vehementemente en ello hasta el punto de ni siquiera preguntarse si es cierto o no".

Fin de la cita.

Anónimo.

Matrices de opinión es la técnica utilizada en el escándalo de corrupción con las ventas de petróleo en forma ilegal sustraído de PDVSA, las cuales son las principales indiciadas en esta trama de corrupción, y conocidas en los bajos fondos del hampa organizada como: "LAS MUÑECAS DEL PETROLEO" hoy algunas de ellas detenidas, y otras huyendo.

En este sonado caso donde la oposición política venezolana, no ha emitido ningún juicio de valor, pasando agachada, y menos los familiares de los detenidos, han alzado su voz, para reclamar el derecho a la legítima defensa de sus seres queridos. En este sonado caso de corrupción petrolera se han cruzado todas las variables utilizadas en un escándalo de opinión pública, para conocer las variaciones posibles, de culpabilidad o inocencia de todos los detenidos.

Por ejemplo, si se estudia fondo, la opinión sobre este problema, la matriz muestra los distintos puntos de vista de acuerdo a la segmentación que se haga del grupo político involucrado, tomando en cuenta la opinión publica, por zona, por edad, por sexo, por nivel socioeconómico, y simpatías políticas ideológicas. Sin embargo, en Venezuela este término es utilizado para denominar una opinión específica sobre un hecho o tema legitimado públicamente, o en torno a la cual se busca una culpabilidad, que ha desatado una serie de opiniones, y réplicas públicas. Desde militares, políticos y sacerdotes que se "identifican" con la vocación de "servir", y no de "servirse". Una definición que, hoy por hoy, causa muchas dudas. Donde también diversos profesionales como: médicos, abogados, maestros y periodistas también responden a una vocación distinta, por la pérdida de su calidad de vida, versus la ostentación obscena de las muñecas petroleras por la vida fácil.

Aunque éstas últimas son profesiones que a más de servir, se ven obligadas a dar, y hacer interpretar el placer pagados en dólares. Así como el médico interpreta la enfermedad, el abogado la ley, el maestro a la didáctica, el periodista a la información. Pero en esta época de la crisis socioeconómica venezolana, y de una adversidad generalizada, todo se trastoca: el militar corrupto atropella, el político engaña, el sacerdote manipula, el médico busca el lucro con el dolor ajeno, el abogado se transa con la contra parte, el maestro exprés mal educa, el periodista tergiversa la información. Observando el lenguaje oblicuo, y sesgado del aparato gubernamental con ideas cargadas de intención ideológica.

Naturalmente, lo grave no es la ideología segmentada de corte fascistoide, pues todos los actores involucrados conllevan lo propio, sino acusar sin demostrar nada, al no presentar la cabeza principal de esta trama de corrupción petrolera, y esquivar el fondo del problema, al darle largas, violando flagrantemente los lapsos que estimula la ley, y no hacer afirmaciones contundentes, y poner ñoñas a comentarios maquillados de "rábulas del derecho". Por definición, la tarea de los "periodistas de opinión titulares, asimilados, similares, conexos, y de oficio" consiste en ordenar, a modo de orientación, las complejas facetas del transcurrir de este escándalo de corrupción petrolera, donde están como protagonistas, muñecas, y muñecos de los hidrocarburos. Sin embargo, nuestra realidad se halla sometida al bombardeo sostenido de las falsas noticias que configuran la "opinión publica".

Seamos congruentes, con los ciudadanos que repiten lo que "todos escriben" y "todos hablan". No son culpables de repetir sandeces. En el periodismo existen varios géneros (crónica, entrevista, noticia), pero creo que el de "opinión" presenta mayores dificultades. Un opinador de oficio no necesariamente miente, una cosa muy fácil de desenmascarar cuando hay manipulación de la información, pero sí puede ocultar, y diluir la "opinión" con lenguaje que la teoría de la comunicación llama "matriz de opinión" o "intención". La opinión seria exige argumentos sólidos, no conjeturas de mala fe. La "matriz de opinión" no la necesita. Ejemplos de matriz de opinión, ejemplo 1: Maduro dicen no es:"socialista" cuando Venezuela esta llena de bodegones, y camionetas de alta gama. ¿Por qué Maduro no es calificado entonces de presidente "capitalista"? Ejemplo 2: un opinador escribe sobre la situación política de Gustavo Petro en Colombia, y de golpe, y porrazo lo vincula con el narcotráfico del ELN que es de "dominio público". El lector, desinformado, queda como perro en avenida, viendo para los lados: ¿qué se entiende como: "dominio público"? Da igual: al opinador o articulista no le interesan las pruebas, sino que la "matriz de opinión" queda montada. Con los receptores de la desinformación, y la manipulación, siempre se busca rebasar los límites del lenguaje, y del bien. Como personajes ilustrados que son, nuestros rutinariamente angustiados opinadores, siempre aseguran: "aborrecer más el silencio que la ignorancia". Y mucha de las veces recurren a una cita de Dostoievski: "todos somos culpables de todo, y de todo ante todos, y nosotros más que todos". El lector-receptor siempre asiente con recelo, y el opinador a veces recibe emails epistolares por: "sensibilidad y humanismo", a veces se les aceptan.

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