¿Corrupción por filtración en la "Revolución Bolivariana" o equivocadas concepciones?

Chávez y sus contradicciones (I)

Viernes, 14/04/2023 04:49 PM

Quien esto escribe dejó de desempeñar, desde hace tiempo, el rol de político militante, no tanto por la edad, pues en la que tengo ahora pudiera seguir siéndolo, sólo que por discrepante y siempre andar en eso de "buscarle las cuatro patas al gato" y haber roto con las anquilosadas interpretaciones "marxistas" que niegan en absoluto la dialéctica y por supuesto a Marx mismo, no haber aprendido entonces a repetir dogmas y cumplir órdenes sin sustento, de jefes ajenos a lo que es la esencia del partido y perdidos en el camino, me sentí marginado y considerado "bueno para nada" dentro de aquel mundo.

Pero soy educador y nunca dejaré de serlo y por ello uso esta vía para intentar ayudar, pese muchos crean les combato, a encontrar el camino y, porque es cierto aquello de Machado, "…..no hay camino, se hace camino al andar" y para esto está el pensamiento dialéctico.

No hay respuestas que sirvan para todo espacio y tiempo y hay algunas ya probadas y retequeprobadas, como el autoritarismo, estatismo, centralismo democrático y el liderazgo personal o endiosamiento que de nada sirven, cuando se intenta darle pertinencia al interés colectivo. El modelo de sociedad que sustituye al anterior, es una creación dentro de este por la multitud que engrana sus relaciones y no una imposición de vanguardias iluminadas y de "acero". Menos sí, quienes a estos rodean, hacen de adulantes y mandaderos, mientras se aprovechan para sus "creaciones y prácticas" personales. Un modelo económico nuevo se genera en el anterior y, a este, termina sustituyendo; no es un parto o aborto de un vientre no fecundado.

El presidente Chávez, con acierto, solía decir que al abordar los problemas con la sana intención de resolverlos, más que explicarlos, había que ir a la raíz y por eso, también decía, "soy un radical". Los problemas sustanciales, las desviaciones generalizadas, no se resuelven con explicaciones convencionales o emocionales, narrativas infantiles y tampoco con la acción policial. Pues si con esta última se detienen corruptos de ahora, la infracción se oculta y volverá a salir inexorablemente en cualquier momento. Hay que ir a la raíz. Y en veces, quizás demasiado, hasta la policía misma está contaminada

El destape de corrupción, el detectado "por ahora", ha generado que los "explicadores", se desaten en razones como que, eso ha acontecido porque el "movimiento revolucionario" en el poder, fue infiltrado. Eso nada de novedoso tiene. Es la misma idea que los padres tienden a culpar a otros, hasta ajenos al grupo familiar, de las desviaciones de los hijos. Y hasta la "cómica" o satírica idea según la cual, el boxeador o su manejador, culpa al contrario o rival de la penosa derrota de su pupilo.

Lo que ahora sucede dentro del gobierno y el Psuv, aunque debo decirlo cambiando el orden, para ser coherente, no se explica en anécdotas, recuerdos "lindos" y expresiones emocionales. Tampoco haciendo referencia a personajes que vivieron toda su vida equivocados pero uno les tiene como gente de buena fe, que creyó en lo que hacían y por ende fueron honestos.

La solución a los problemas, porque en buena medida siempre hay tiempo para ello, está en revisar las concepciones, esas que le dan fundamento filosófico y hasta determinan la costumbre y la práctica. El sentido común, según Gramsci, poco valor tiene y, por eso es valedera aquella expresión coloquial, según la cual, "es el menos común de los sentidos". Pero para ello, la gente tiene que desvestirse, deshacerse del político que tiene como meta derrotar al adversario a cómo dé lugar y sin importar los costos, hasta llegar a los más bajos niveles de la moral, tanto como resultar peor que quien antes combatíamos por lo que era y representaba.

Por ejemplo, en el artículo anterior, titulado "¿Infiltración en la Revolución Bolivariana? El caballo de Troya estaba y se preñó estando adentro", https://www.aporrea.org/contraloria/a321009.html, hice referencia al joven Ricardo Sánchez, sin nombrarle, justamente porque poco significa como político o dirigente y se me había olvidado, ex militante de una agrupación política de ultraderecha y señalé, como en ello, hubo una mala práctica. Justamente no lo califique como "infiltrado", pues no entró a escondidas, sino de manera abierta y además, como nada sé de él, dada su poca significación, nada dije en su contra, pues me limité a expresar, "Posiblemente haya mantenido una conducta nada censurable, lo desconozco, pero sin duda fue aquel un proceder oportunista de ambos lados, que pudo conducir a hechos lamentables".

Me referí y condené la práctica, la de hacer, como resultado de un "cambalache", para recordar a Discépolo, a un joven de la extrema derecha, que pudo haber decidido "de repente", con todo lo que esto implica, como el cambio de mentalidad y visión "cultural", filosófica, cambiar, diputado por el Psuv. Pudo habérsele recibido como militante si ese fue su deseo, pero no darle tanta responsabilidad y reconocimiento, sin haber ganado eso durante la militancia, el trabajo y la internalización de los objetivos. Quizás alguien pudiera decir, no sin razón, que no estaba en capacidad y poder para hacer algún daño, desde la responsabilidad que se le dio, lo que es cierto, pero como proceder lleva a una mala enseñanza y peor práctica, cuyas consecuencias pudieran ser, más tarde, lamentables.

Hay un experiencia del viejo partido bolchevique y Lenin, según la cual, habiéndole sido este informado que en la Duma o parlamento ruso, había un representante por el partido bolchevique, ajeno al mismo y más bien parecía obedecer al enemigo, el legendario dirigente respondió, palabras más o menos, "No importa eso, siempre que responda y vote por lo que nuestro partido le ordene".

Se trataba de una situación de hecho, descubierta o denunciada después que aquel representante había sido elegido y no quedaba otra opción que lo que pensó Lenin. Esto es diferente a darle cabida, liderazgo y responsabilidad dirigente a un recién llegado, sin historial en el movimiento revolucionario y menos identificación cultural o "ideológica", como algunos prefieren decir, y menos con las metas del mismo,

Entonces, por esa insistencia en negarse a revisar las concepciones tácticas, estratégicas, acerca de la coyuntura, la concepción de partido y sus correspondientes métodos, donde se podría hallar la causa de la proliferación de los abundantes nudos o ristras de corruptos, que se desbordan cada cierto tiempo y optar alegremente por atribuirlo a la "infiltración del enemigo", dejando los orificios abiertos, he optado por reponer varios artículos, unos cuatro (4), todos bajo el título común de "Chávez y sus contradicciones", con la advertencia que esas contradicciones atribuidas al presidente Chávez, dado que nacieron en los tiempos de su liderazgo y autoridad, resultaron de las difíciles relaciones que tuvo que manejar en muy breve tiempo. Pues su partido, no fue el resultado de un trabajo de años, donde el liderazgo a los distintos niveles se posesiona por los méritos derivados de las luchas y discusiones en largo tiempo y menos la gente tiene tiempo de identificarse con la cultura pertinente, sino de una circunstancia como abrupta o, como hubiese dicho él mismo, sobrevenida. Todo provino de negociaciones y acuerdos entre diferentes grupos, a una velocidad inusitada, de conformidad a los intereses de cada uno de ellos y donde, quienes no formaron parte de ninguno, fuimos excluidos y también la militancia de base y la multitud toda.

Hecha la introducción a este largo trabajo, advierto al lector que, las siguientes 4 entregas, saldrán bajo el título genérico de "Chávez y sus contradicciones". Y lo titulo así, porque las desviaciones que han llevado a lo que ahora acontece y que se tilda de muy grave, apenas son los efectos de las causas que expondré en el mismo, según mi percepción y tiene el mínimo valor de servir para una discusión que debe darse. Ellas, las concepciones y prácticas de las cuales hablo son de vieja data y pese eso, todavía hay tiempo para revisarlas. Esto nunca es tarde, como no es tarde para buscar encuentros entre las fuerzas que coinciden en mucho, pese los estados de ánimo, las heridas que generan la mala diplomacia o simples relaciones torpe o mezquinamente mal manejadas, hagan falsamente, las veces de contradicciones insalvables.

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