Matria tovareña. Efemérides del día.

El 19 de abril en tres tiempos históricos: 1810, 1850 y 2023 (II)

Miércoles, 19/04/2023 01:10 PM

19 de abril de 1850: creación de la Villa de Tovar.

Cronología de una separación anunciada.

"…que sesen para siempre en sus habitantes/ las desavenencias, y que os unais para que/ de este modo disfruteis de tranquilidad y el Cantón sea felis sesen para siem/ pre entre vosotros las animosidades, y seamos/ de hoy en adelante unos soloz, todos somos/ venezolanos y todos somos Bailadoreños"

Rafael María Mora

"Mensaje del Concejo del Cantón Bailadores a los habitantes de la Villa Tovar"

Con la creación de la Villa de Tovar el 19 de abril de 1850 se consolida el desmembramiento del Cantón creado 39 años antes. ¿Qué sucedió realmente o como se llegó a tal decisión?, ¿fueron justas razones o venganza política? y ¿La separación contribuyó a la unión o acrecentó las diferencias entre ambos pueblos? preguntas válidas que trataremos de responder con documentos en mano.

Los antecedentes: El 31 de octubre de 1844, los dos jueces 1° y 2° de paz, el síndico y 72 vecinos de la parroquia Bailadores (hoy Tovar) suscriben la solicitud de independizarse de la Villa y que los constituyan en el Cantón "Bolívar" integrado por Guaraque y la parroquia. Entre las razones esgrimidas destacan: 1) En lo político: casi 6000 de las cuales 600 son sufragantes y 100 electores, 2) En lo territorial y comercial: evidente superioridad y buenas vías de comunicación con Maracaibo y el llano que privilegian el comercio, 3) En lo económico: que a la postre fue lo determinante, las rentas eran superiores a la Villa y suficientes para cubrir los gastos de los empleados cantonales, y 4) En lo laboral: la imposibilidad de cumplir con los "destinos concejiles". Aunque fue y era una petición justa, a pesar de lo débil de los alegatos, estaba contemplado en el artículo 193 de la Constitución de 1830. Pero el detonante fue enfrentar en 1834 la iniciativa de "…Viviana Yanes, Eustaquio Vivas y Silvestre Vera" por establecer un mercado en la Parroquia. En definitiva, el Mercado se estableció y ya tiene 189 años funcionando y las hortalizas tanto ayer como hoy las bajan en su mayoría de Bailadores, mientras allá se han construido dos sedes y el tan ansiado mercado nunca ha funcionado. Así es la historia.

La solicitud del 31 de octubre de 1844, por recomendación de la "comisión de peticiones de la diputación", pasó el 18 de noviembre a la gobernación para su visto bueno y de inmediato el gobernador Don Juan de Dios Picón se pronunció negativamente el 21. El 30 la "comisión de informes" remite al presidente de la Diputación el informe sugiriéndole que eleve este expediente a la Cámara de Representantes del Congreso, recomendando: "…la traslación de la cabecera del Cantón Bayladores a la parroquia de este nombre…" El primero de febrero de 1845, la "Comisión de Ynterior" de la Cámara de Representantes considera y aprueba la solicitud; la remiten al secretario del Ynterior, que el 25 de febrero señala que en vista de los datos relativos al Cantón Bailadores que hay en el Ministerio: "…no puede reconocer la conveniencia de la traslación de la cabecera de dicho Cantón que recomienda la diputación de Mérida…" y recomienda pedir informe al gobernador de la Provincia "…sobre todo lo que en su concepto conduzca a poner al Poder Ejecutivo en capacidad de emitir el que la Honorable Cámara de Representantes le exije" Insisten a pesar gobernador se había pronunciado contundentemente en contra.

Los alegatos de la Villa: El 14 de febrero de 1845, el procurador municipal del Cantón Bailaores, José Antonio Palacios, se dirige a las honorables cámaras a fin de presentar su posición ante la propuesta de traslado de la cabecera del cantón a la parroquia, señalando lo siguiente: "Acaso la mencionada corporación provincial ha sido mal informada de los fundamentos que se tengan para solicitar esta medida de la legislatura, bien porque se hayan exagerado las razones, o bien porque intereses de partido se quisieran sobreponer a lo más justo y conveniente", seguidamente afirma que: "Desde la creación de este Cantón, el lugar señalado para su cabecera fue esta Villa…" y más adelante reconoce los adelantos y progresos de la parroquia, de su paso de caserío "insignificante" a un lugar cómodo, con mercado, edificios y mayor población, gracias a las familias que procedentes de otros estados y de Colombia allí se han establecido, invirtiendo en la agricultura y comercio, favorecidos por su cercanía a los puertos de la época. Dejando claro que esta prosperidad ha sido posible sin que allí estén las autoridades cantonales. Reconociendo que por diversos motivos la Villa ha ido gradualmente en decadencia desde el Estanco de Tabaco. Por último, presenta las consideraciones por las cuales la cabecera del cantón debe permanecer en la Villa. Aunque objetivamente afirma que: "…en la Parroquia de Bailadores es mas considerable el número de individuos aptos que puedan desempeñar los destinos" y señala la diferencia poblacional de acuerdo al último censo de diciembre de 1843, siendo que: "…la población total de la Villa de Bailadores es de 3.233 i de la parroquia 5.024"

Los nuevos alegatos de la Parroquia: El 15 de noviembre de 1845, el jefe político del Cantón, Bartolomé Solano remite al presidente de la diputación Provincial un nuevo oficio, firmado por el, los dos jueces: 1° y 2° de paz, el síndico y 87 vecinos (15 más que la primera solicitud del 10/11/1845) de la parroquia Bailadores (hoy Tovar) donde confirman su propósito que "…esta parroquia sea erijida en Cantón trasladando la cabecera de el que se denomina Bayladores a la parroquia de este nombre…", entre los nuevos elementos que argumentan: 1) Presentan el cuadro poblacional de un nuevo censo que aún no cuenta con la aprobación gubernamental, de acuerdo al cual la parroquia tiene 5.506 y la Villa 3.234 habitantes y 2) En cuanto a las rentas; las de la parroquia ascienden a 1.148 pesos con 65 céntimos y las de la Villa a 397 pesos con 19 céntimos. Además, hacen hincapié en existencia de edificios cónsonos para el "desempeño de las funciones públicas" y alegan que de algún tiempo para acá "la flor de sus habitantes con muy cortas excepciones se ha trasladado de la Villa al pueblo" y aunque no lo señalan desde septiembre de 1843 en la parroquia se habían iniciado las ferias como una manera de motivar el intercambio comercial de productos agrícolas y pecuarios.

Se archiva el expediente por una parte y por la otra se presenta un decreto: En febrero de 1847 el gobernador de la Provincia y el Poder Ejecutivo opinan contrario a la solicitud de traslado hecha por la Diputación de Mérida; entre tantas razones fundamentadas en el expediente reiteran que por "…carecer la Parroquia de edificios públicos adecuados para el servicio público, de ser más sano el clima en la Villa, cabecera actual del cantón, y de estar tan cerca uno de otro pueblo que hace innecesaria esta novedad, que por otra parte tendería a desarrollar las animosidades de los vecinos, como bien lo teme el Sr. Gobernador de dicha provincia" y ordenan se archive el expediente. negando así la solicitud de la Diputación de Mérida, esto ocurrió el 8 de febrero de 1847. Por su parte, la Cámara de Representantes despliega para su primera discusión el 12 de febrero un proyecto de decreto que en su artículo 1, contempla: "Se traslada la cabezera del Cantón Bailadores a la parroquia de este nombre. Cambiándolo por el de Villa Tovar" El 13 de febrero una vez aprobado en primera discusión lo informan al despacho de Interior y de justicia y el 19 convocan para la segunda discusión que se realizó el 20, pero el decreto no fue aprobado y quedó pendiente.

En 1848 el traslado permanece alejado de la diatriba política: El asalto al Congreso del 24 de enero ocupó a los representantes de ambas cámaras en otros menesteres, el vil "asesinato al Congreso" como también se le conoce, tuvo entre sus principales protagonistas opositores de dicha afrenta al Dr. Pedro Juan Arellano Belandria (1811 - 1885), nativo de la Villa de Bailadores y único senador presente por la Provincia de Mérida en tan bochornoso atentado. El Dr. Pedro Juan Arellano milagrosamente salvo su vida ese día escapándose por el techo y vistiéndose de arriero logró llegar la misma noche hasta la Guaira, zarpando al amanecer del 25 en la goleta Lavinia al mando del capitán Juan Domínguez, momentos antes que el gobierno dispusiera el cierre del puerto a fin de evitar que cualquier senador o representarte sin el permiso de su respectiva cámara pudiese embarcarse. La goleta llegó a Coro el 27 llevando la noticia y el 31 a Maracaibo. Luego paso por Trujillo y finalmente a Mérida donde hizo que la ciudad se sublevará en armas con la participación del obispo Bosset. Si bien es cierto que el Dr. Pedro Juan huyo, lo hizo para salvar su vida y comunicar la noticia a las provincias del interior. Su mayor mérito lo constituye el hecho que fue de su puño y letra que salió la primera protesta escrita que se conoce repudiando el hecho, la cual dejó en manos de un amigo antes de zarpar el 26, cuyo texto es aleccionador: "Espantado por el crimen y horror cometidos contra el soberano Congreso de la nación el 24 del corriente, y habiendo perdido la libertad é independencia para votar en las cuestiones que ocurrieran, persuadido ya que todas las que pudieran tocarse en bien de la patria, no podían tener lugar, me he separado de la capital á buscar asilo en donde con seguridad pueda existir, pues que en esta tierra hoy ni la inmunidad es catada, ni el Soberano Congreso de la nación está exento de ultrage: espero que la H. Cámara justificará la conducta de un representante que no pudiera ya con conciencia y libertad llenar su misión", más adelante agrega que ya el Congreso no tiene razón de ser por la sangre derramada de los delegados del pueblo y orgulloso señala: "¡Dichoso yo que no voi á pisarla! Mientras atentado tan criminal no se castigue...", palabras duras que cayeron muy mal ante los Monagas, que nunca le perdonarían su osadía y lo perseguirían de manera implacable, le toco que salir al destierro al igual que a Monseñor Juan Hilario Bosset. Soy de los que piensan con argumentos que este encono fue definitorio para el posterior traslado en 1850 de la capital del cantón y la creación de la Villa de Tovar.

¿Qué sucedió después? El 28 de febrero de 1849 la comisión de peticiones del Congreso recibe nuevamente la solicitud de los vecinos de la parroquia para que sea elevada a "Villa Tovar" en homenaje al prócer Martín Tovar Ponte. El 27 de marzo le dan la tercera discusión al proyecto de Decreto y El 21 de abril el expediente es desenterrado a fin que la Cámara le dé el curso constitucional. Diez meses más tarde, el 12 de febrero de 1850, previamente aprobado por la Cámara de Representantes, el proyecto es admitido por el Senado y el 18 de es sancionado en los mismos términos, con las dos discusiones previas del 8 y del 10, imperó la premura legislativa. El 19 es pasado al Poder Ejecutivo y entregado por una comisión, el 21 bajo el número 734 página 775 publicado en la Gaceta Oficial y el 27 el Presidente mediante oficio dirigido al Gobernador de Mérida fija el acto de traslación para el 19 de abril de 1850. Exhortándolo al cumplimiento y que dicté las ordenes convenientes a fin que: "…dicho día queden trasladadas las autoridades y funcionarios a la nueva cabecera, así como también los archivos que hoy se encuentran en la villa de Bailadores…" Este es el fin de la historia que hace 173 años ocurrió, donde Bailadores pasó de cabeza de León a cola de ratón, sin funcionarios, sin archivos y a depender políticamente de la Villa de Tovar hasta 1859 cuando el Dr. Pedro Juan Arellano Belandría le devuelve la autonomía a Bailadores con todos los poderes mediante el restablecimiento de Villa Páez en honor al Centauro de los Llanos. De manera resumida así acontecieron los hechos, lo demás ¿Qué si es la fundación, el día de la ciudad o de la tovareñidad? son consideraciones sin fundamento ni asidero documental. Felicitaciones a todos los tovareños en el Día de la Creación de la Villa de Tovar el 19 de abril de 1850.

Las citas en su mayoría han sido cuidadosamente tomadas del expediente que reposa en el Archivo Histórico del Congreso de la Republica (AHCR). Cámara de Representantes. Actos legislativos, Tomo 219.

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