Los falsos paradigmas

Sábado, 22/04/2023 03:56 AM

Durante siglos la sociedad se ha conformado y todavía lo hace, sobre la base de modelos o paradigmas, que según sus creadores, serían los que servirían para solventar los graves problemas que asolan a los habitantes del globo. Sin embargo, a pesar del empeño, aún las contrariedades se mantienen. Veamos algunos de estos prototipos:

La monarquía y el rey: la monarquía fue y es el modelo de gobierno donde en un principio la autoridad la sustentaba una sola persona, el rey o la reina (absolutismo). Modernamente existen la monarquía parlamentaria, pero al final la última palabra la tiene el o la monarca. La historia nos revela que en nombre del rey o la reina se cometieron los peores abusos y crímenes, además los robos de grandes extensiones tierras pertenecientes a los campesinos. Fue tal el despotismo que los reyes o reinas se consideraban representantes de Dios en la Tierra, designados por una voluntad divina. La monarquía solo sirvió para que los aristócratas se enriquecieran.

La religión: los sacerdotes no se cansan de pregonar en los púlpitos que la religión cristiana como un referente de los valores morales de una nación y de la sociedad. Cuánta mentira hay en esta afirmación, cuando todos saben que en nombre de Dios y la religión se cometieron los peores crímenes de la humanidad, simplemente para hacer de la Iglesia una empresa de grandes beneficios. Y como buena aleada de la monarquía se le endosó a Dios el título de rey de los cielos y de la Tierra para mantener a aterrorizados a los creyentes. La iglesia de los pobres es el santuario de los obispos ricos.

La educación: es uno de los vocablos que más utilizan los políticos, gobernantes, planificadores y otros personajes, estos se refieren a la "educación" como un fin en si mismo. Sin embargo, todos estamos conscientes que muchos niños y adolescentes pasan más de once años entre una escuela y en un liceo o colegio secundario, y al final, ya con el título de bachiller en la mano, un joven frustrado egresa de la institución educativa sin poder desempeñar ningún trabajo útil. Es conocido que un curso de artesanía de dos o tres años, es suficiente para que al final el titulado pueda desempeñar un trabajo digno de obrero especializado. Como se ve la educación, tal como se concibe, es una gran mentira. La educación debe educar para el trabajo, una manera de respetar al educando.

Las universidades: las universidades son centro de formación de empleados para las empresas. Son en estas instituciones donde se forman los administradores, que una vez que lleguen a las entidades mercantiles aprenderán las truculencias del sistema financiero para perpetrar las mayores estafas, tanto bancarias como en los negocios de bolsa. Son las universidades donde se forman los médicos que han hecho de la medicina un negocio ya que su fuente de trabajo son las clínicas, unas de las empresas comerciales de mayores beneficios. Son las universidades donde se forman los físicos, los químicos y los biólogos que se irán a trabajar en las fábricas de alimentos de bajo nivel nutricional, en la producción de armas y en los laboratorios donde se elaboran todo tipo de fármacos, muchos de estos nocivos para la salud, además de procesar los virus propicios para utilizar en las guerras bacteriológicas. No es una Universidad a servicio de una sociedad, es la universidad para el beneficio de un sistema político y perverso cuyo único fin es estar al servicio a las grandes empresas.

La libertad: esta es una de la expresión más manoseada por los políticos, las ONGs, los gobernantes demócratas y los tiranos, los medios de comunicación de masa, la iglesia, así mismo, por diversas instituciones internacionales y personajes. La libertad, algo difícil de digerir, está presente en la mayoría de los discursos, parece ser el ideal de los objetivos en todos los planes partidistas, no obstante nunca se logra alcanzar. Esto se debe a que nadie que sobrevive con un salario puede disfrutar de la libertad anhelada, la cual se considera que sirve para todo. Los jefes de los medios de la massmedia hacen alarde de la libertad de expresión a pesar que son estos los que controlan la información de acuerdo con una línea editorial y sus intereses económicos; además son estos mismos quienes inducen a los consumidores a ingerir productos nocivos, a vestirse de igual modo, a escuchar la misma música y dar la mismas respuesta a los mismos estímulos. De igual modo, los jerarcas de las iglesias solicitan libertad religiosa, sin embargo a los niños los bautizan casi al nacer, conjuntamente, los colegios religiosos adoctrinan a los estudiantes al servicio de una fe ajena a la naturaleza del joven. Debo reiterar que los políticos en sus arengas solicitan libertad, a pesar de que cualquier filosofía política manipula a los militantes para sufragar por un partido en una gesta electoral, para que un grupo de mafiosos alcancen el poder y así robar con libertad el erario público. La libertad es una cuestión de las que muchos personajes hablan pero nadie sabe para qué sirve.

La ciencia: todo país aspira tener una gama de científicos que contribuyan a su desarrollo. Lamentablemente esto no pasa de ser una aspiración o un objetivo contemplado en los planes de gobiernos demagogos. Modernamente la ciencia está al servicio de la tecnología aeroespacial que nada tiene que ver con los problemas de los terrícolas, o al servicio de los laboratorios que fabrican medicinas para las enfermedades de los adinerados, o para los laboratorios que producen virus o bacterias para generar epidemias para luego inventar vacunas para venderlas a la OMS y a los gobiernos; o para confeccionar artilugios de alta tecnología para ser utilizados en las clínicas de lujo. También la ciencia está al servicio de las empresas tecnológicas para fabricar armas de destrucción masiva, ingenios digitales vinculados con la comunicación (celulares, tabletas, laptop), desarrollar la inteligencia artificial, entre otros artefactos que en nada resuelve los problemas elementales de los terrícolas, como son la pobreza, la salud, trabajo y techo. Así mismo, en la confección de lujosos y costosos carros eléctricos e instrumentales de alta tecnología para ser colocados dentro del cuerpo de los dueños del dinero que padecen de alguna enfermedad, consecuencia de sus excesos y sus vicios. No creo que la ciencia actual esté al servicio de la sociedad que viene enfrentado los mismos problema desde hace siglos.

Ciertamente, el mundo está cambiando, la tecnología nos está llevando hacia un camino comprometido que ni los futurólogos o ningún taumaturgo podrá predecir el destino que nos espera. Yo tampoco soy adivino, pero estoy seguro que si no cambiamos los paradigmas que estamos utilizando por siglos a los habitantes del errabundo planeta azul no lo espera un buen futuro, si es que el futuro existe a largo plazo. Tomo para mi las palabras de la escritora rusa Clarice Lispector: "El futuro de la tecnología amenaza destruir todo lo que es humano en el hombre pero la tecnología no alcanza la locura y en ella es donde lo humano del hombre se refugia". Lee que algo queda.

 

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