El periodista Juancho Marcano, venía cabeza baja del conuco, se le miraba con poco ánimo, bien por problemas existenciales o por la sequía que vive disparando su metralla contra las plantas que pierden el verdor de sus hojas. Su perro Pipo, venía con él a su lado, y en ese momento fue que sonó el celular y el reportero lo respondió y ahí se puso de acuerdo con su amigo y colega Euro Omar Gil, para presentarlo como orador de orden, en los actos que, con motivo de la creación de la Tercera República, se realizarán en Santa Ana, cuna de ese movimiento, este sábado 6 a las diez de la mañana.
Al terminar la llamada, al perro Pipo, como había oído a hablar a Juancho de la Tercera República y de Simón Bolívar, lo mató la curiosidad e interrogó al reportero al respecto: "Juancho, ¿De qué se trata eso de la tercera República y qué Papel jugó Simón Bolívar ahí?
El periodista se detuvo a observar a su perro, guardó silencio y luego señaló: "Mira, Pipo, la Tercera República, fue una iniciativa independentista fundada o creada por Simón Bolívar y otros notables patriotas, el 6 de mayo de 1816, en el hoy histórico templo de Santa Ana y, según dicen, esta Tercera República, tuvo que ver mucho con la independencia de Venezuela, pues aquí se nombró a Bolívar, Jefe de los ejércitos independentistas y con ese impulso, emprendió las luchas que llevaron a derrotar a los españoles en la batalla de Carabobo el 24 de junio de 182.
"Pero, lo que siempre me ha intrigado es que el Libertador Simón Bolívar, llegó a Juangriego el tres de mayo de ese año y según cuentan, aquello fue una fiesta grande para recibirlo. Sin embargo, como pudo tardar tres días para llegar a Santa Ana, porque el acto fue el 6. Y ¿por dónde se vendría? ¿Por la vía de El Maco o por la ruta de La Vecindad? O ¿Se quedaría bonchando en Juangriego y de repente hasta bailando, pues era un buen bailador, y no es de dudar, porque debió haber muchas mujeres bonitas en aquel Juangriego de entonces? A lo mejor fue así y se vino el mismo día para Santa Ana, porque si no, ¿qué hizo en esos tres días el Libertador?
Reflexionó el periodista y decidió no seguir hablando, pues ya estaban llegando al portón de la casa y ya era hora de almuerzo.