En lugar de desfanatizarse con bailoterapia o algo parecido, utilizar la modernidad de sus aparatos telefónicos o cuando menos respirar reposadamente varios minutos en meditación con relajación corporal, la amargura de "darle a la lengua" los atormenta. Opositores iracundos e infecundos pierden el tiempo y se autoperjudican inmisericordemente. Las cavilaciones opositoras fanáticas solicitando destrucción inmediata del sector oficial sin lograrlo, van descalabrándoles la salud mental.
La ruindad invade no digo nada más a sus corazones, sino a su comportamiento laboral, familiar y social en general. Con motivo de discursos oficiales del 1ro. de mayo y también del 30 de abril al cumplirse años del fallido golpe de los plátanos frente a la base militar La Carlota, donde mintieron los medios creyendo provocar repudio y tumbar al gobierno, todavía les arde su fracaso, aunque lo han borrado de sus conversaciones, trocadas en lenguaje procaz a veces excesivamente vulgar, acompañado de descalificaciones y maldiciones, imitando las películas gringas, circunstancia que los abruma.
Las redes sociales azuzando y programas de televisión entrevistando opositores en proporción excesivamente complaciente a los adversarios del gobierno socialista, terminan por intensificar la necesidad de los chavistas mayoritarios en ver con más asiduidad los canales oficiales y guiarse. Así se nutren las masas revolucionarias y demuestran al opositor disociado, que no está equivocado el chavismo socialista y bolivariano en actuar cono lo hace, con paciencia, resiliencia y lecciones diarias de democracia revolucionaria, enemiga de la violencia. El titular del Trabajo anunció que los empleados de las empresas privadas cobrarán igualmente por decisión oficial, "los 40 dólares americanos por concepto de cesta ticket", frase textual del Ministro Francisco Torrealba.
Por enésima vez escribo y (lo seguiré haciendo), no es de mi agrado discutir política ni religión porque se pierden amigas y amigos, se desata la incordura y se daña nuestra salud mental pacífica. A los revolucionarios de izquierda nos basta observar el desarrollo mundial de reclamos crecientes en cualquier continente, contra la conducta del capitalismo salvaje. A despecho de increíbles explicaciones opositoras falsarias asegurando por ejemplo esta falacia, "un 80 % de familias venezolanas viven porque reciben dólares del exterior".
Para nada consideran dichos opositores que son estadísticas repetitivas, las cuales vienen manipuladas por las incursiones de mal llamados influencers, protestando contra todo en las redes sociales y si se les responde con cifras oficiales de desplazados en el exterior, o se les demuestran los sufrimientos y vejámenes padecidos por alguna gente nuestra siendo migrantes, apelan a casos puntuales, alguien me citaba el presunto suicidio de dos profesionales universitarios aduciendo que lo hicieron porque no les alcanzaba el sueldo para comer, lo gritan en pancada de ahogados, oposicionistas que ocultan los casos de quienes regresan y aceptados familiarmente trabajan en paz.
En toda la nación veo frente a las licorerías en número que siempre ha superado al de las farmacias, hombres y mujeres ingiriendo bebidas alcohólicas, me pregunto ¿Cómo es que tienen para libar y no les alcanza para la alimentación? ¿Acáso embruteciéndose de esa manera se sienten mejor? Entonces no ha cambiado la incultura criolla de no ahorrar, jugar lotería y pedir prestado. La diferencia son los beneficios que provienen del gobierno socialista.
Gozamos desde bonos hasta viviendas, cajas de CLAP en el gran programa de ayuda alimentaria y procesos continuados de beneficio colectivo, sin preguntar si los beneficiados son peeseuvistas, mepistas, comunistas, o de la oposición que en sí misma se alacraniza, dividiéndose entre los partidarios de elecciones frente a los que se turban al no acertar en sus intentos de derrocamiento violento al gobierno de turno. Les luce incómodo a los opositores admitir el inocultable chavismo, ejemplo mundial venciendo a fanatizados radicales derechistas que no superan ni la echadera de broma y menos la votación mayoritaria a la venezolana, un pueblo cordial, amable y esperanzado, con el socialismo vencedor e injustamente atacado.
En opinión mayoritaria y amable, nos convendría bajarle dos en la actitud sobredimensionada de cualquiera de los lados de la polarización, el gobieno lo hace asistiendo con la mejor fe y buena voluntad a encuentros dialogantes por la paz, las conversaciones entre gobierno y oposición son boicoteadas por los gringos y sus lacayos, los que ponen una torta que no es de cumpleaños, matrimonio o celebraciones. Venezuela mayoritaria derrota la conducta errada y divisionista de opositores reprobados, rematados y ruines, intransigentes en su accionar.