¿Vivimos todos como cadáveres putrefactos? Hace 22 años Maduro sentenció que "el poder pudre"

Viernes, 05/05/2023 01:07 PM

Sí, hace 22 años, Maduro hizo la siguiente predicción, "Hemos entrado en una etapa vital que durará una década de reconstrucción económica y social de Venezuela". Tal cosa la dijo exactamente el 8 de octubre del 2000. Pasó esa década, otra, tres años más, es decir, 23 años y estamos peor que antes.

Buscando una cosa extraviada, jurungando libros, papeles y todo el espacio de mi biblioteca y lugar de trabajo – aunque esto que uno hace en espacios como este no es trabajo sino simple manera de consumir el tiempo mientras la parca nos lleva-, trabajo es patear calles todo el día y hacer colas para cualquier vaina que alguien se le ocurra, hallé para sorpresa mía, varias cosas olvidadas. Entre ellas un ejemplar del diario Metropolitano de la fecha arriba mencionada, en cual aparece inserto un artículo nuestro, que hasta pudiera reponerlo hoy y el lector lo percibirá como actual. En él, entre otras cosas como actuales, dije: "El debate por llenar los vacíos en la dirección de la organización hay que darlo. Es más, es necesario para que el partido no termine siendo a la brevedad e independientemente del presidente Chávez otro fósil, prematuro pero fósil al fin". Más adelante añadí: "El debate debe centrarse en cuestiones como ¿qué tipo de partido se aviene con el proceso que Chávez se esfuerza por poner en marcha? ¿Necesitamos una relación unidireccional con toda la gente que entusiastamente nos respalda o debemos abrir los mecanismos para el intercambio? También debemos debatir sobre las tareas de gobierno con insistencia, inteligencia y respeto por la opinión ajena".

Es decir, ya en el 2000 reclamaba lo que reclamé por largo tiempo, tanto que, sin darme cuenta, me cansé o más bien opté por evadirme de ese debate porque la sordera e indiferencia hace que uno mismo se perciba como un loco, hablando consigo mismo.

Pero lo más curioso, por decir lo menos, revela que, en todas partes y en todo tiempo suceden cosas parecidas y se hacen ofertas al boleo, sin fundamento, sólo por ganarse a la gente. Es una conducta propia de los políticos, para quienes su palabra no suele ser comedida. No es esa la conducta de un médico, quien puede equivocarse de buena fe, pero cuando diagnostica procura hacerlo de manera asertiva para curar a su paciente; de su seriedad, ecuanimidad depende la vida de un prójimo; tampoco la del maestro o docente en general, quien enseña lo que cree acertado y apropiado para el crecimiento de su alumno. Hablo de verdaderos maestros y no de aquellos que actúan como fichas de partidos o agentes de intereses materiales. Entre los maestros, suelen haber quienes pudiéramos manejar criterios equivocados, es la óptica de uno; pero también puede prevalecer la rigidez del criterio científico. Lo hacemos de buena fe. Hay mucha gente buena, empeñada en ayudar al prójimo pero lo hace en sentido equivocado.

Pero en el mismo diario, misma edición, como ya dije del 8 de octubre del 2000, aparece aquella oferta de Maduro, para entonces diputado del extinto MVR o "Quinta República".

No solo ofreció la "reconstrucción económica de Venezuela" para dentro de diez años, década ya rebasado en trece años más y de los cuales lleva 10 de presidente, sino que la fuerza bolivariana iniciaba, a partir de ese momento "una revolución sindical profunda en Venezuela". Agregó o sentenció que hasta ese momento, esas fuerzas habían sido "sujetos pasivos de un proceso de destrucción y no estamos planteando ser unos sujetos activos".

Ponga atención el lector, en lo dicho anteriormente, se trata de una enorme contradicción, pues ahora, nunca como antes, la fuerza sindical había sido más "pasiva", tanto que uno no exagera, si la define como sujeta al dominio patronal

Asombra lo que entonces dijo y ofreció, hace 23 años, si comparamos o evaluamos lo dicho entonces con la coyuntura actual; la cual habla por sí misma. Uno no tiene necesidad de exponer nada. Solamente invitar a todos, hasta al propio presidente Maduro, a hacer las comparaciones, medir y sacar conclusiones. Ofreció, como dirigente del partido de gobierno la "reconstrucción económica de Venezuela".

Pero no es nada de lo dicho hasta ahora lo que más asombra y hasta causa escozor. Cuando hizo aquel discurso que recogió en el año 2000 el reportero de Noti Mill, Félix Azuaje, agregó lo que parece ser como una sentencia sobre sí mismo o un escupir para arriba. Recogió el reportero que Maduro dijo que "en los últimos días se han presentado una serie de situaciones que en un principio fueron denunciadas por el movimiento, pero que en ningún momento se tomaron en cuenta. Añadió que dichas situaciones surgieron porque "el poder pudre".

En efecto, "el poder pudre", por eso, se siguen repitiendo las mismas situaciones, como la incompetencia de funcionarios que, pese eso se eternizan en sus cargos y cuando mucho se les mueve de un sitio a otro y las ya demasiadas frecuentes oleadas de corrupción y hasta los intentos de encubrir.

Observe usted lector, cosa curiosa. Maduro en el 2000, se revela como un inconforme y denunciante de irregularidades, sin que nadie en el gobierno le tomara "en cuenta". Pero también sorpréndase que en aquellos tiempos y circunstancias, advirtiera que la gente cuando pasa demasiado tiempo en el gobierno, se anquilosa y burocratiza; pero Maduro fue más cruel, duro y enfático al señalar que el largo gobernar suele dejar mucho cadáver putrefacto.

Lo malo, es como se dice en toda Venezuela, el mono tiene la mala costumbre o nefasta práctica, que "no se ve su rabo".

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