Pluma Contestataria

Conmemoremos el Centenario del Dr. Domingo Alberto Rangel Burgoin: Un Intelectual comprometido

Miércoles, 17/05/2023 11:33 AM

"El hombre vale por su tenacidad, el hombre vale por la rotundidad que ponga en el amor de sus ideas"

JORGE ELIÉCER GAITÁN

Abogado y Líder Político colombiano

"El carácter es para el hombre su destino"

HERÁCLITO

Filósofo griego

"Todos los Hombres son intelectuales, pero no todos cumplen la función de intelectuales en la sociedad".

ANTONIO GRAMSCI

Filósofo y Sociólogo Italiano

TOVAR: La Sultana del Mocotíes; que se erigió como la fúlgida Florencia de los andes venezolanos, de inconmensurable admiración e insoslayable existencia, terruño de ínclitos varones, íntimamente aferrados a los pegujales del Arado, el Llano, Sabaneta y Cucuchica, ductores de la prosapia merideña, en donde el sensato regionalismo se pone de relieve y se alza sobre los cimientos de un sólido y arraigado amor por su lar nativo. Tovar cuna del arte merideño inmarcesible, adornada por las luces de mujeres y hombres virtuosos de enhiestos valores, aquietado valle de ávidos tertuliantes de gran erudición, molde heroico de unciosas prácticas, primaveral comarca de pulquérrimas damas de insobornable decoro y zagales frenéticamente enamorados de incontables dulcineas, abastada de una aquilatada cultura que la convierten en la predilecta y prodigiosa tierra de la sabiduría. Así es Tovar, también llamada la Atenas de Venezuela; donde el vertiginoso auge de sus creaciones artísticas, son engalanadas por los hermosos parajes que representan el más primoroso cuadro pintado por el más sublime pincel de la madre naturaleza. ¡Oh Patria Chica! deme en que servirla.

Hoy, cuando conmemoramos el Centenario (17 - 05 - 1923 / 17- 05 - 2023) de un eximio tovareño, quiero expresar mi mas intima y profunda complacencia con motivo de estar arribando a su 100 años el +Dr. Domingo Alberto Rangel. Un intelectual de elevado vuelo conceptual y ético, que hizo de sus principios doctrinarios una de las armas más poderosas, con una decorosa actitud de rebeldía, un hombre de correctos procederes y de mucha intuición, un destacado orador de gran dimensión, donde su voz resonaba como el eco apagado de un pasado incomprendido por las nuevas generaciones.

Recio en sus múltiples arengas, convincente en sus planteamientos, categórico en el señalamiento de las nuevas realidades nacionales. Un digno militante de las causas nobles de reconocida ponderación, que jamás expuso a negociación alguna sus principios de vehemente revolucionario, actuó siempre con firme apego a sus convicciones, nunca se plegó a conveniencias subalternas, le tocó sortear las más riesgosas determinaciones. Por éstas y otras virtudes cívicas reconocemos en DAR su labor constructiva de todos los días.

En el diáfano ejercicio de sus atributos como hombre de letras, un intelectual orgánico y comprometido prestado a la politica circunstancialmente, contó siempre con el estimulo y apoyo de la solidaria y amable Doña Consuelo Mantilla - su Señora esposa – que le acompañó largo trecho en su minado periplo político. Pocos políticos en este país han tenido el privilegio de la fortaleza moral y física para tramontar con éxito los difíciles avatares de la vida y acercarse infructuosamente, cual viejo roble de las montañas andinas a casi un siglo de existencia.

Puso al servicio de la abnegada docencia sus dilatados conocimientos a los más humildes, un incorruptible dentro de un sistema escandalosamente corrupto, su amargo paso por la politica y su posterior retirada para dedicarse por entero a la enseñanza, poseedor de una marmórea claridad en diversos temas de interés nacional, que bien supo defender desde cualquier tribuna, o en el trepidar de su fogoso curul en el extinto congreso.

Un innegable referente sin parangón en la izquierda venezolana, fue un furibundo crítico de la corrupción de las élites y de todas aquellas desviadas actuaciones de dirigentes políticos de distinto signo ideológico, que terminaron por vaciar a Venezuela de democracia, soberanía y autodeterminación. En su tumultuoso transitar por la actividad politica, logró salir éticamente indemne en la lucha entre bandos por el poder, renunció a cualquier privilegio y lugares de confort, cuando ya se dejaban escuchar los ruidos de la corrupción propiciada por los protagonistas del Establishment.

Su firme integridad moral, su coherencia politica y su enorme formación intelectual conformaron una incuestionable trayectoria ejemplar, donde la misma, contó con un invalorado y modesto capital político de incalculable trascendencia, que dejó huellas en su momento y legó a la posteridad los postulados del MIR. Recibió todo tipo de ataque despiadado desde los cenáculos de la derecha y de la izquierda acomodaticia, boicot, censura etc. Su apasionada entrega a la enseñanza lo apartó definitivamente de la primera línea de batalla en las bagatelas de la democracia representativa, pero jamás de la batalla por las ideas enmarcadas en la real y verdadera POLITICA que siempre fue inherente a su condición humana.

Sus múltiples intervenciones publicas en distintos foros, su gigantesca obra escrita, a través de sus más de 70 libros, un sinfín de artículos para revistas y periódicos, ocupan un portentoso y privilegiado lugar en el acervo político venezolano y esencialmente para la izquierda. Su notable clarividencia a la hora de adelantarse a los acontecimientos, a los tiempos y su colosal capacidad pedagógica, seguirán siendo objeto de análisis y obligada consulta como parte de la historia contemporánea de nuestro país.

Su apasionado e irrenunciable amor por Tovar (nuestra tierra natal) quedaron evidenciado en las novelas: Domingo de Resurrección, La Canción del Recuerdo y en la no menos importante Amores bajo la Sierra Nevada. Nos corresponde honrar de por vida la memoria de este excelso tovareño, es un reto para las generaciones de hoy y de siempre. Su fecunda obra deberá difundirse sin mezquindades a lo largo y ancho de la Republica. En noble gesto de justicia imperecedera queremos rendir tributo hoy en su CENTENARIO a la magnanimidad de este esclarecido exponente de las letras, polímata y controversial ser humano, que en su luminosa existencia se empeñó en enarbolar las banderas por una Venezuela heroica, pujante, instruida y DECENTE.

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