De Medina a Gallegos, dos golpes por la misma factura (II)

Jueves, 01/06/2023 02:54 PM

II

En la primera parte de este trabajo, terminamos hablando de la autoría de la famosa frase "Sembremos el petróleo", por lo que iniciamos esta segunda, cerrando el comentario sobre la misma.

Para fortalecer la idea de quienes atribuyen la originalidad de la frase, como Domingo Alberto Rangel, a quien más de una vez se lo escuché decir, "Sembrar el Petróleo" a Alberto Adriani, de quien Uslar fue colaborador bajo el gobierno de López Contreras, en una Venezuela que comienza a cambiar, leamos el siguiente texto:

"Existe cierto grado de complementariedad en los tres colaboradores del presidente López– se refiere quien habla a Adriani, Humberto Egaña y a Arturo Uslar Pietri-. Esta complementariedad responde a que el novelista caraqueño, Uslar con su inmenso talento narrativo, recoge las advertencias y recomendaciones que Adriani, como economista profesional, formula".

Fuente: Economista Luis Xavier Grisanti, profesor de las universidades Simón Bolívar y UCV. Blog 40 Fundación Casa Arturo Uslar Pietri. "Adriani, Egaña y Uslar Pietri. Un modelo Económico para Venezuela".

Este último, en el diario "Ahora" en la edición del 14 de julio de 1936, en artículo titulado "Sembrar el Petróleo", llama a salir del esquema rentista petrolero e importador de todo tipo de mercancías creando nuevas formas de producción y puestos de trabajo. Esto toma mayor significación en vista el peso del autor de aquel artículo y propuesta de cambio, en los gobiernos de López Contreras y Medina. Fue ministro de Educación entre 1939-41, período de gobierno del primero, Secretario de la presidencia entre 1941-43 y ministro de Relaciones interiores en 1945, estos últimos cargos bajo la administración de Medina. Por la percepción del momento histórico, la influencia de Alberto Adriani y la presencia en el gobierno de Arturo Uslar Pietri, alumno de aquél, el gobierno de Medina se propone, según las palabras de los intermediarios la "superación del modelo económico rentista". Con anterioridad, Juan Domingo Perón, en la Argentina, aprovechando la brecha abierta por el capitalismo ya en su etapa imperialista, por causa de la II Guerra Mundial, había iniciado una audaz política. Es decir, fue más allá de la simple enunciación del General Medina. Para esto recomiendo leer mi trabajo "Elevación y caída de Perón", en deeligiodamas.blogspot.com o Blog de Eligio Damas. Tomemos como ejemplo, para mostrar la contrariedad y falta de audacia del gobierno al enfrentar las circunstancias, lo relativo al tratado comercial de 1939, firmado por nuestro gobierno, bajo el régimen de Eleazar López Contreras, conocido como Tratado de reciprocidad Comercial, con Estados Unidos, ni más ni menos un antecedente temprano de lo que ahora se conoce como TLC, según el cual: "En ese Tratado, mientras que a Venezuela se le garantiza condiciones para la entrada del petróleo a los Estados Unidos, éste último tenía la oportunidad de exportar hacia nuestro país todos los productos que quisiera sin mayores restricciones legales ni comerciales".

"Petrodiplomacia y Economía en Venezuela". Autor: Andrés Giussepe Avalo. Edit. El Perro y la Rana.

Ese tratado, que ataba por los extremos a la economía de Venezuela a la de Estados Unidos fue mantenido por el gobierno de Medina y "prorrogado en 1952 por el gobierno de Marcos Pérez Jiménez y luego denunciado" por el Rafael Caldera en 1972, según Andrés Giuseppe Avalo. Pág.19. Esto incluye, es bueno observarlo, a los gobiernos de AD, período 1945-48 y 1959-72, pese a las llamadas políticas sustitutivas de Betancourt o más fundamentando éstas en aquél.

Pareciera obvio, que no hubo correspondencia entre los enunciados del gobierno de Medina por romper con la rentística petrolera, "sembrar el petróleo" y la existencia de ese tratado. No obstante, Medina tomó algunas medidas progresistas destinadas a aumentar el ingreso nacional y una mejor participación del Estado en las ganancias del negocio petrolero. Era natural eso porque, desde los tiempos de Gómez, cuando Gumersindo Torres, tal demanda crecía en el interés nacional y posición de algunos sectores clasistas de la sociedad venezolana. Además, AD, partido ya constituido, dirigido por Rómulo Betancourt, aprovechando la posición "browderista" del PCV, con gran influencia entre los trabajadores del sector, que implicaba contener los reclamos salariales y de otra naturaleza en función del primordial interés de los aliados en el combate contra el nazi-fascismo, asumió aquellas banderas y restaba partidarios a éste.

En ese sentido, Oscar Battaglini, citado por Luciano Wexell Severo, en pie de página N° 65, de "Economía Venezolana" (1899-2008) dice lo siguiente: "Era evidente que el avance del proyecto de Betancourt pasaba por quitarle la superioridad de los comunistas en el movimiento sindical y obrero. El gran objetivo de Acción Democrática era convertir ese poder político-ideológico sobre los trabajadores en el medio más efectivo de su capacidad de negociación con Fedecámaras, los terratenientes latifundistas y la estrategia norteamericana de la post guerra".

Pero ese proyecto de Betancourt, para decirlo como Battaglini, fue facilitado por las políticas del PCV, de las cuales hablamos en otra parte y las indecisiones o sumisiones del medinismo u otros compromisos; al efecto transcribiré lo dicho por Eleazar Díaz Rangel, muy bien informado periodista y quien estuvo en las filas comunistas en su columna del domingo, 27 de abril de 2014, en el diario Últimas Noticias, pág. 12: "1944 fue un año decisivo en la II Guerra Mundial. La Alemania nazi estaba acorralada por las fuerzas soviéticas en el Este, y las estadounidenses por el Oeste. Parecía inminente el segundo frente, la invasión a Francia ocurrió el 6 de junio. Once meses después tendrán que rendirse, Hitler se suicida."

Entre tanto, aquí se organizaban la Asociación Juvenil Venezolana (de AD), y la Confederación de Jóvenes de Venezuela (PCV), y la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) es dividida por la Derecha que forma la Unión Nacional de Estudiantes, con Caldera al frente. En cambio, el movimiento sindical hacía esfuerzos por unificarse. En febrero se instala la Comisión Organizadora de la Convención Obrera, aunque la presidía Augusto Malavé Villalba y lo acompañaban José González Navarro, Francisco Olivo, etc., dominaban los comunistas con Jesús Farías, Luis Miquilena, Manuel Taborda, Francisco J. Arrieti, Luis Felipe Ojeda.

El PCV era mayoría en los sindicatos. En esos días viene Vicente Lombardo Toledano, Presidente de la Central de Trabajadores de América Latina, su discurso en el Nuevo Circo fue un impulso a la unidad y combatividad de clase. También hablaron Andrés Eloy Blanco, Farías, el ministro Julio Diez y Ramón Quijada, dirigente campesino. El 10 de marzo se instala en el Nuevo Circo, con delegados de 150 sindicatos, de los cuales 106 dirigidos por los comunistas y 44 por adecos. El 24 fue convocada la sesión de clausura en el Teatro Olimpia, donde debía elegirse la directiva de la nueva central sindical Nacional, y ésta quedaría constituida. Llegado a este punto, los comunistas proponen que la directiva sea electa proporcionalmente, según sus fuerzas, mientras Quijada, por AD, propone que sea alguien independiente. Interviene Juvenal Marcano, se declara comunista y que siendo mayoría pueden decidirlo solos. Los sindicalistas de AD, después de acusar de comunistas a esa mayoría, se retiran, como lo habían acordado. Según también fue tema controversial un proyecto de acuerdo contra la revista "Selecciones" del Reader 's Digest.

En esa época estaba vigente la Constitución de 1936, cuyo artículo 32, inciso VI, establecía: "Se consideran contrarios a la independencia, a la forma política y a la paz social de la nación, las doctrinas comunistas y anarquistas; y los que las proclamen, propaguen o practiquen, serán considerados como traidores a la patria y castigados conforme a la Ley". Ese mismo día levantan el acta de quienes se quedaron en la sesión del congreso de trabajadores; es decir los comunistas quienes por las razones ya dadas, se mantenían como aliados al gobierno. No obstante, posteriormente, la Gobernación del Distrito Federal, dicta un decreto disolviendo la Convención e ilegalizando los 93 sindicatos y las tres centrales que permanecieron, es decir, a sus aliadas.

Políticamente, nadie le encontraba explicación, toda vez que el PCV apoyaba a Medina Angarita y AD era su más férreo opositor. Pasados los años, quien esto escribe, aún no le encuentra explicación a aquella conducta de Medina y menos al PCV que siguió apoyándolo. Si aquello aconteció por presiones de la embajada gringa y los nexos de Betancourt con Nelson Rockefeller, de lo cual siempre se ha hablado, menos para comprender la actitud de los comunistas. En otro trabajo sobre Medina, que aparecerá como anexo a este libro, hago la siguiente referencia: "Estamos en presencia de una interpretación mecánica de eso que los comunistas llaman el internacionalismo proletario. Nuestros comunistas, copiando a Earl Browder, secretario del PC norteamericano y quien más tarde será expulsado por sus desviaciones que lo llevaron a disolver la organización bajo su responsabilidad y quien dijo que en la hora presente era indispensable subordinar todo a la victoria contra los nazis y Vicente Lombardo Toledano, presidente de una organización internacional de trabajadores (la CTAL), el cual afirmó que se "debía prescindir de la huelga mientras la guerra no concluyese, han llegado a decir que los obreros por mantener la unidad nacional están dispuestos a evitar conflictos económicos".

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