Orígenes y destino del bipartidismo en Venezuela (I)

Viernes, 09/06/2023 01:07 PM

Notas:

Nota primera: Quiero agradecer a Aporrea, la publicación de mi anterior trabajo que constituye una crítica a la página. No obstante, debo advertir a los lectores, lo que antes he dicho pública y privadamente, que con eso quedó demostrado algo que he sostenido. Aporrea es la página más democrática y abierta que hay en Venezuela, donde todas las opiniones tienen cabida: Esto lo sé, no sólo por observación pura, sino como resultado de mis propias experiencias o vivencias. Hay páginas nacionales e internacionales, donde quienes las manejan o administran, ponen trabas, excluyen, hasta a quienes forman parte del universo al cual ellas quieren servir de portavoces, por no reflejar exacta o estrictamente lo que piensan quienes la dirigen.

Nota segunda: Este trabajo fue escrito en los inicios de la década del 70 del siglo pasado y publicado en la prensa de Barcelona, en el "El Diario de Oriente". Por lo extenso lo colocaré por partes, como una contribución al estudio de aquellos acontecimientos. Creo pertinente advertir al lector joven que, al hablar de bipartidismo, hacemos alusión al largo período durante el cual, AD y COPEI compartieron el poder. Unas veces, como lo fue en los primeros tiempos, gobernando aliados y luego, formalmente distanciados, alternándose el poder.

Betancourt y Caldera excluyeron al PCV

Para averiguar acerca de los orígenes del bipartidismo que en Venezuela predominó hasta la llegada de Chávez, habría que remontarse a la época en que nacieron AD y COPEI, partidos que detentaron el poder en el país en los últimos treinta años. Bien se sabe, porque es historia reciente, que a la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, le sustituyó una Junta de Gobierno que, en un principio, encabezó el contralmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto, el pacífico presidente del Círculo Militar de El Valle, mientras la juventud militar le hacía pasar mal la vida al hijo de la población de Michelena. A Larrazábal le sustituyó el Dr. Edgar Sanabria, cuando aquel renunció para postularse como candidato a presidente constitucional de Venezuela para los comicios de diciembre de ese mismo año.

Conocidos los resultados electorales, el señor Rómulo Betancourt, candidato por el partido "Acción Democrática", fue proclamado ganador. El contralmirante Larrazábal, candidato de Unión Republicana Democrática (URD), partido fundado por el abogado margariteño Dr. Jóvito Villalba, y del Partido Comunista de Venezuela (PCV), obtuvo el segundo lugar. El Dr. Rafael Caldera Rodríguez, propuesto por su partido Comité Electoral Preelecciones Independientes (COPEI) alcanzó el tercer lugar.

Es oportuno y hasta necesario recordar que aquellos resultados electorales tuvieron la particularidad que, la candidatura del Contraalmirante Larrazábal, apoyada por el URD y el PCV, obtuvo una contundente victoria tanto en el Distrito Federal, cuya capital era Caracas y en los Estados vecinos como Miranda, Aragua y Carabobo. Que no eran sólo los más poblados del país y donde se había venido invirtiendo con intensidad la renta petrolera y eran los beneficiados de la economía de puerto imperante, sino donde la lucha contra la dictadura había alcanzado mayores dimensiones; pero además de ser el centro vital de la economía venezolano lo era de la actividad política e intelectual. Y fue al mismo tiempo ese espacio, desde los meses finales del año 1957, el escenario determinante de las luchas populares, sobre todo las impulsadas por el movimiento universitario y de trabajadores, contra la dictadura, mientras casi todo el resto del país se mantenía observando y esperando el desarrollo de los acontecimientos. Lo que no niega, que algunas pocas vanguardias en este escenario, como desolado y abandonado, de los partidos AD y PCV en la clandestinidad, desarrollaran sus tareas de propaganda clandestina, haciendo el esfuerzo por soliviantar los ánimos.

Cuando el señor Betancourt tomó posesión del alto cargo y estructuró el gobierno, empezó por cumplir lo que se había propuesto en el exilio. "Ya en la etapa de la dura lucha clandestina, en la serenidad del exilio, Betancourt excluye al PCV del frente anti dictatorial, mientras en el país aún los más recalcitrantes adecos programarán acciones coincidentes con ese partido".[1]

Dijo Betancourt:

"No se ha contemplado la posibilidad de que a un Frente Democrático concurra con nosotros el pequeño partido Comunista de Venezuela, cuya táctica y estrategia son privativamente suyos y no las comparten las corrientes mayoritarias…"[2]

Obvió el señor Betancourt varias circunstancias; en primer término que el PCV, junto con URD, como señalamos antes, apoyó la candidatura del contralmirante Larrazábal, quien alcanzó el segundo lugar y muy próximo al primero. También que ese partido obtuvo un número apreciable de votos y una muy importante representación parlamentaria. En Caracas, el PCV superó la votación de AD e hizo el segundo lugar, detrás de URD. Y que el 23 de enero de 1958, el PCV emergió de la clandestinidad con una brillante hoja de servicios a la democracia y las libertades y un trascendente prestigio entre los venezolanos; porque, como sostuvo Moleiro, para la época encumbrado dirigente juvenil de AD:

"La política de Unidad Nacional fue diseñada por el partido comunista de Venezuela en las más rigurosas condiciones de clandestinidad y ganó a los militantes de otros partidos, conformando un frente que hizo posible el derrocamiento de la dictadura. Fue contrapuesta a la serie inacabable de golpes de estado fallidos, atentados terroristas y acciones aventureras que adelantaba el partido Acción Democrática como método de lucha antidictatorial".[3]

La validez del juicio de Moleiro se fundamenta en que él formó parte de los grupos dirigentes de Acción Democrática, durante los últimos meses de la dictadura. Y fue Simón Sáez Mérida[4], Secretario General del partido blanco en la clandestinidad, siguiendo los pasos de Leonardo Ruiz Pineda, quien le dio un vuelco a la tendencia putchista o golpista-terrorista de la organización y asumió la táctica unitaria y de masas que promovía el PCV.

Finalmente, olvidó o subestimó que, por esa acertada táctica de unidad y convergencia del PCV y el batallar clandestino de ese partido, codo a codo con los militantes adecos, sobre todo los jóvenes, se había producido un importante acercamiento entre ellos y una cierta identificación en cuanto a la forma de apreciar las cosas. Más tarde se verá como el MIR, nace del seno de AD, motivado por ésta y otras muy importantes razones. Ya hemos leído como se expresa sobre la conducta del PCV de esa época, quien fuera un destacado joven adeco.

El pacto de punto Fijo es el antecedente concreto más notable del bipartidismo

Así pues que, el señor Betancourt, con apego a los conocidos Pactos "de Nueva York y Puntofijo", constituyó su gobierno e incorporó al mismo a destacadas figuras de URD y COPEI. "El Pacto de Nueva York", fue un acuerdo a tres: AD, URD y COPEI, pero más entre Villalba, Betancourt y Caldera. Se firmó en aquella ciudad del norte días antes de la caída del dictador, aprovechando el tardío exilio del último de los nombrados. Dicho pacto se proponía, desconociendo lo que sucedía en el interior del país, como se comprueba con la cita hecha del señor Moleiro, integra un gobierno con la participación sólo de esas fuerzas y antes de esto, excluir en un documento al partido eje de la lucha en la etapa final de la dictadura, el PCV.

Pocos días después de la caída del dictador y gobernando la Junta presidida por Larrazábal, aparece un comunicado de los "Tres Grandes Partidos" (AD-URD-COPEI), "que buscaba rebajar la influencia del PCV entre las masas de Caracas"[5]

Luego se firmará el "Pacto de Punto Fijo", llamado así por el nombre de la casa quinta habitación del Dr. Caldera, escenario del acto político, que implicó los siguientes compromisos:

1.- Los "Tres Grandes Partidos" convienen en respaldar al gobierno provisional de Larrazábal.

2.- Acuerdan un reconocimiento a las gestiones electorales que llevan a cabo.

3.- Convienen en reconocer la validez y legalidad de los resultados que arrojen las urnas y brindar apoyo decidido a quien resulte ganador del cargo presidencial.

4.- Por supuesto, brindan apoyo al sistema democrático y convienen en colaborar con quien resulte ganador, aportando militantes suyos para ocupar cargos en el nuevo gobierno.

5.- También se pusieron de acuerdo en distribuirse otros cargos de los poderes públicos, distintos al ejecutivo, tales como la presidencia del senado y diputados y otros menores, según los resultados electorales.

6.- Así mismo, figuró en el pacto una declaración favorable al desarrollo de una política nacionalista y soberana, sobre todo en lo que respecta al manejo de los recursos naturales y de no más concesiones en el área petrolera.

De esa manera se comprende como al inicio del "régimen democrático", con el señor Betancourt, se implantó un gobierno a tres. AD y sus "feroces adversarios" de antaño.

Precisamente para Acción Democrática, tal decisión envolvió serias contradicciones; pues para los jóvenes adecos que después conformaron el MIR, implicaba no sólo la exclusión del PCV, al que se sentían unidos, sino al mismo tiempo, la inclusión de factores que habían aprendido a identificar como importantes y connotados adversarios suyos.

 

[1] Moleiro, Moisés :"El Partido del Pueblo"

[2] Idem

[3] Idem

[4] Sáez Mérida, Simón: Egresado del Instituto Pedagógico de Caracas, como Profesor de Castellano y Literatura, nacido en la ciudad de Maturín, emergió de la clandestinidad como Secretario General de AD. Era el heredero de baluartes como Alberto Carnevalli, Antonio Pinto Salinas y Leonardo Ruiz Pineda Le correspondió continuar la implementación de la línea política ya trazada a AD por éste último dirigente, quien fue asesinado por la policía de la dictadura en los alrededores del barrio de San Agustín. Simón Sáez Mérida, fue junto con Domingo Alberto Rangel, uno de los creadores de la izquierda dentro de AD y ambos fundadores del MIR.

[5] Ídem

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