Hace falta el partido de Chávez

Miércoles, 14/06/2023 12:09 PM

Como era de esperarse, luego de la desaparición del Comandante Chávez se desató una feroz lucha interna. En un bando, los madurecos, triunfantes hasta ahora, deformaron la esencia del legado, se entregaron al capitalismo, olvidaron la lucha por el Socialismo, contra la lógica del capital. Pretenden convertir al Comandante en una figura decorativa, sin contenido, lo editan, lo deforman hasta convertirlo en imagen de lo que él tanto adversó. Secuestraron al partido de Chávez, al PSUV, que se formó para apoyar la construcción del Socialismo, y lo transformaron en instrumento dócil, de la entrega al capitalismo, eso que, ahora, llaman psuv, no tiene nada que ver con Chávez.

Esta fracción desleal, persiguió de mil maneras a la consecuencia chavista, calumnió a sus líderes, los sometió a la guillotina de sus poderosos medios de comunicación, los atacan cobardemente, no tienen derecho a la defensa, es una operación de descrédito similar a la que, en su momento, aplicaron a los grandes líderes revolucionarios, a Bolívar, a Trotsky, al mismo Chávez cuando lo acusaron sin ninguna base del ataque a Cararabo.

Es así, en el interior del chavismo ocurre la batalla más importante de los tiempos que corren. El enfrentamiento entre chavismo auténtico y el madurato desleal, falsificador del legado del Comandante. En este enfrentamiento, y se debe reconocer, el madurato ha cosechado los principales éxitos, el chavismo, se ha mostrado inerme, adormilado, no ha conseguido pasar de la resistencia valiente de algunas individualidades, que han sido objetivo de arteros ataques desde el gobierno.

El chavismo, la causa socialista, necesita reconstruir al Partido de Chávez, para tener éxito en esta guerra contra la deslealtad. Debe superar la fase de la resistencia individual, transformarla en una eficiente lucha organizada, con vocación y posibilidad de poder. En esta tarea, debe constituirse una dirección visible, que devuelva a la masa la esperanza, las razones sagradas por las cuales luchar, las razones y las trincheras para quedarse, demostrar que este país vale la pena.

El Partido de Chávez, cuenta con grandes ventajas para su consolidación: Primera gran ventaja, su estrategia, su meta, no es un asunto teórico, es una meta real, conocida, ya esta masa vivió la experiencia de la construcción del Socialismo, con Chávez, allí se rescató la autoestima, la gente reconoció el poder de la unidad alrededor de objetivos altruistas, sintió la fuerza de romper con el capitalismo y emprender la fundación de un nuevo mundo, una nueva relación económica que sustente una nueva relación humana, social. La fuerza de contar con un gobierno comprometido con ese cambio. El pueblo sabe, conoce, lo vivió, hacia a donde se le propone ir.

La segunda gran ventaja, es que los líderes chavistas existen, el mismo madurismo los identifica con sus ataques, los persiguen, los condenan a las cárceles al exilio… les temen, porque su lealtad a Chávez los acusa.

La tercera gran ventaja, es que los campos están definidos: ya sabemos que el madurismo no es chavismo, y es un gran fracaso. Ya conocemos a la oposición gringa que propone profundizar las causas económicas de este desastre, privatizarlo todo, entregarlo todo a los privados, hasta PDVSA. Y ya conocemos al chavismo auténtico, lo hemos vivido, identificamos a los que valientemente, por sobre la campaña de desprestigio proponen el retorno a ese tiempo cuando éramos felices.

Hay muchas y sagradas razones para refundar el Partido de Chávez, y pocas y perversas razones para no hacerlo.

¡VIVA CHÁVEZ Y SU PARTIDO!

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