Ponen patas arriba a la sociedad española con la creación de un Ministerio, clamando por una igualdad de género reconocida ya en las leyes españolas en todos los aspectos, sociales, laborales, jurídicos y políticos en general, y les trae sin cuidado las enormes desigualdades sociales entre unas clases sociales y la clase trabajadora, que es el núcleo de la preocupación de la izquierda auténtica, sea moderada o revolucionaria, desde las dos revoluciones europeas de 1789 y 1917. Las verdaderas diferencias siguen aquí. Desviar la atención hacia una fenomenología social, la violencia de género, que es así como hay que considerarlo, cuyas raíces están en la idiosincrasia española en general y la e historia machista de una sociedad fuertemente dominada por el machismo de la religión católica típica también española, no sólo es un error, es, sobre todo, una aberración impropia de quienes abanderan esa causa…
Todo es señal de una gravísima falta de inteligencia y de sensibilidad que ha de provocar incontables deserciones entre quienes se han considerado de izquierdas toda la vida. Éste es el principal problema que ha hecho trizas a la izquierda española, perseguida además durante décadas por el establishment y por todos los medios de comunicación predominantes en manos, más o menos, de los mismos y de sus herederos corporativos que figuraron durante la dictadura y la sostuvieron…
Jaime Richart
20 Junio 2023