"Para muerte repentina, mezclar trago y gasolina"
Refrán español
Es impresionante, como el capitalismo desarrolla sus medios de producción para obtener grandes dividendos y a simple vista los presenta, como una solución a grandes problemas, el cual crecen dentro de la misma dinámica del país, aumentando la anarquía y nadie está excepto, a menos que viva encerado o en la cima de una montaña totalmente aislado viendo pasar el tiempo, esperando la muerte, el cual le llega en medio de la soledad, momento muy triste para cualquier ser humano. Pero existen los que andan buscándola, como un desesperado enamorado, cuando la pareja se les va, algo tan frecuente, como la infidelidad en el ocaso de la vida, porque el dinero se lo permite para empezar hacer el triste papel de ridículo, anotándose en la lista de los hazmerreir, sin entender, que en el proceso evolutivo del ser humano, todo tiene marcado un límite de manera exacta y precisa, con la excepción de aprender y enseñar, hasta la muerte, como un fiel ejemplo, si, en verdad ha vivido de manera honesta y decente, aún, sin poseer ningún grado académico, para finalmente alumbrar y orientar, como un faro de luz a los marineros.
El comercio se ha convertido en una verdadera comparsa para extraerle el dinero a cualquier comprador –lo poco que puedas tener– a como dé lugar, ya que, todo lo convierten en una moda de múltiples colores. Apenas se entra a un supermercado o como lo quieran llamar, casi te hipnotizan con la combinación de coloridos en los empaques, donde cualquier bagazo, especialmente los que atraen a niños y jóvenes, manejados por los medios de comunicación, amplificado por las redes sociales, el cual te llevan a comprar y consumir cualquier factor de riesgo para la salud, empezando por los casos de diabetes en constante aumento en la población. Prácticamente te venden el envoltorio o el recipiente, ya que, el contenido puede ser una basura endulzada, pero la mente está condicionada para ir directamente a donde está el sitio de presentación y ahí consigue todo lo que calma el deseo incontenible, pero no alimentan ni que pases todo el día tragando los preparados totalmente aditivos.
Ahora, como todo viene en llamativos colores, para acelerar la comercialización, los vehículos a motores, no pueden ser la excepción, empezando por las motocicletas, hasta llegar prácticamente a desbordar calles, avenidas de ciudades y los pueblos y caseríos no se escapan a la anarquía a motor, que solamente se veía en las películas gringas y las competencias, donde la vida vale muy poco, antes las fabulosas ganancias de los empresarios organizadores. Los jóvenes manejando estos vehículos se les acelera la adrenalina, hasta crear el peligro que estamos viendo y no queda otra, si no cargar en la mente, como el número de la cédula ¡sálvese el que pueda! Pararse en cualquier esquina, es un riesgo, ya que, no se sabe por dónde te van a pasar los motorizados y algunos arriesgados ciclistas, que también se atreven a desafiar el peligro, como cualquier motorizado y de ahí, vienen las grandes contradicciones. Por una parte parece una solución, antes el grave problema de transporte. Lejos de resolver agudiza el desorden, porque se han convertido en largas filas para surtir el combustible, algunos para consumo propio, otros son unos auténticos revendedores –bachaqueros–son bastantes y van en aumento.
Así, como va en aumento la cantidad de motos, los accidentes van dejan hogares enlutados por la pérdida de seres queridos y parece difícil en estos momentos crear conciencia del grave peligro, al no respetar elementales leyes de tránsito y no hay, quien las haga cumplir de manera drástica, empezando por los semáforos, prudencia en la velocidad y no mezclar el alcohol con la gasolina una combinación explosiva a la hora de conducir cualquier vehículo y más de dos ruedas, cuando la protección es casi nula en una cantidad alarmantes de estos conductores y de paso hacen uso de estos vehículos, como si cargaran una buseta, porque muchas veces llevan van, hasta 6 personas: la pareja y cuatros niños inocentes, pero con un futuro incierto, antes la irresponsabilidad de sus progenitores.
Si, los muertos van en aumento por la irresponsabilidad al conducir las motocicletas. Las enfermedades por consumo de golosinas y azúcar disimulada, van en aumento acelerado y la diabetes parece el primer paso para despedirse hacia la eternidad, ya que, no es fácil concientizar antes esta avalancha publicitaria, ya que, muy claro lo dice un refrán ¡A nadie le amarga un dulce! Con toda razón, un amigo entrado en años, quien mantiene el buen humor y como él, lo dice a cada instante: "viejo y amargado, hasta en el mismo día, cantándole el cumpleaños estorba" Hablar con este amigo, sirve para seguir estimulado, aún, con los muchos vericuetos, que se presentan en la vida. Al preguntarle ¿Cómo estás? Responde muy rápido ¡De reliquia! ¿Y eso? "Cuando nací, el mundo era el verdadero paraíso, ahora, no puedo salir ni acompañado, lo que provoca es sentarse para ver esta locura. Ahora, hablan de enfermedades por la azúcar, menos mal, que el único dulce de mi consumo, es el amor de mi mujer, quien me acompaña todavía. ¡Bueno! De algo de servir esta profunda reflexión, ya que, si le agregamos el cigarro, chimo, alcohol, los refrescos y la vida desenfrenada, muy alejado del aire puro del campo. Nos podemos imaginar el resultado fatal para muchas personas, como dicen ahora ¡Se pasó de la raya!