La bacinilla de Rosa María. La bacinilla de Rosa María, la mitad llena de miao y la mitad vacía. La bacinilla de Rosa María, contiene tanto miao como no contiene. La bacinilla de Rosa María, es la figurativa figura fragante fragancia auténtica de la borrosidad del llano cojedeño, la auténtica grisura, de lo caliginoso y de lo difuso. La bacinilla de Rosa María, es la figurativa figura fragante fragancia detrás de la puerta del cuarto del rancho en la calle Alegría empedrada de San Calos de Cojedes, de lo que se ha de advertir la inexistente tubería de aguas servidas, en los años cincuenta del siglo XX pasado, y, de lo que se sigue, que todo había que hacerlo por encima de lo que no existiera, y, en eso estaba la puerta, atajadora con la bacinilla de los miaos de los que hacinados estábamos en aquel cuarto de lo párvulo infantil. Y, la curiosidad de este cura raro ignaro cleuasmo asno, siempre, de la observación de las orinas, casi siempre por la mañana, antes de ir al patio de la brega con los animales, en que precisaba, en que siempre estaban los miaos, la mitad llena y la mitad vacía en la bacinilla de la vieja abuela, Rosa María, y, en que, y de donde deriva y deviene mi idea de la borrosidad. La mitad llena de miao y la mitad vacía, asina, asín, ansí, así era aquello de la revolucionaria avanzada bacinilla de Rosa María.
Con digresión y sin digresión, la bacinilla de Rosa María. Y, quien sabe ¿Por qué uno nunca sabe? si esa grafía de la bacinilla, la pudo haber tenido otro raciocinio humano, alguien en el mundo, lo de la mitad llena de miao y la mitad vacía, la bacinilla de Rosa María. Y, en el universo mundo, lo hay. Uno nunca sabe, por la misma ignorancia, que el yin y yang, tuvo un inicio de los miaos humanos, y de aquellos miedos vienen los dos pescaditos en unidad indisoluble y para siempre, y, que hoy es el símbolo de la borrosidad, y de la bandera de Corea del Sur. Y, nosotros aquí en Cojedes, la tenemos, o sea, la idea de lo difuso caliginoso borroso en los miaos de la bacinilla de Rosa María.
Con divagancia y sin divagancia, en Cojedes se centra toda la borrosidad espacio temporal mundial, como si estuviéramos hablando de la Venezuela petrolera reservorio del planeta Tierra. Asina, lo de la borrosidad, se concentra en Cojedes. Y, a mas y a más, pero y empero, de la bacinilla de Rosa María, la mitad llena de miao y la mitad vacía. Agora ahora hogaño, en Cojedes, también, se tiene al cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño, símbolo también de loa borrosidad cojedeña, tanto como si fuera el yin y yang del mundo oriental concentrado en los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001 y de la Filosofía de las 4E de Maleo 2001, apoyado Maleo 2001 en los Vedas, Buda y Heráclito, de aquellos vientos a estos polvos del derrumbe de las Torres Gemelas Neoyorquinas, del día de la Virgen de Coromoto de Venezuela, 11 de septiembre de 2001, de donde surgieran los casos correlativos límite contradictorios caliginosos, y, se recuperara al tercio incluso, arrumbado por mas y más de 3 mil años por culpa de Aristóteles, quien le diera un cuarto al pregonero al tercio excluso de su Lógica que se enfrentara a su Moral del exceso y el defecto en donde Aristóteles admite el tercio medio de entre el tercio excluso aristotélico y el tercio incluso maleoiano. Y, el bendito bendecido bienaventurado 11 de septiembre polvoriento polvo virginal exquisito concupiscente 69 cojedeño 2001. Afora agora fogaño, como si fuera el exceso y el defecto, como si fuera natura y persona, que es el díptico del Libertador Simón Bolívar, y que redujera, el Libertador, el hexámetro de Quintiliano, a natura y persona, como base de sus operaciones, y, se lo transmitiera al Mariscal Antonio José de Sucre, el 28 de octubre de 1828, con lo de naturaleza de las cosas y el interés instantáneo, el existente, de entre los casos correlativos límite contradictorios caliginosos, natura y persona, el inspirativo interés instantáneo, en de por medio por la calle de en medio, es la clave y el secreto del Libertador Simón Bolívar, transmitiéndolo al mariscal, o sea, que ha de estar por siempre y por siempre, eternamente, de entre su cuerpo y su mente, y, que no lo ha de soltar nunca jamás ¡No lo suelte! por ninguna otra suerte, el impulso irresistible inspirador de entre natura y persona. El impulso irresistible inspirador del Libertador, como si fuera, el hoy es siempre todavía, equilibrio ecológico ambiental. Y, agora ahora hogaño, endenates, roto por el maldito capital neoliberal imperial de los EEUU con el calentamiento global y el cambio climático. Y, a mas y a más, pero y empero, seguía el Libertador dándole razones al Mariscal de Ayacucho. Y, no olvide que una contradicción lo dice todo, lo dicho por mi maestro Andrés Bello, en saber todo lo que se quiera decir, trae consigo saber decir lo que se quiera, quiasmo río efesoíta heraclitoiano que en después, lo copiara Bertrand Russell en que una contradicción lo implica todo. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, existen, de entre natura y persona, formas tamaños y colores del símbolo de la borrosidad. Mas y más, en Cojedes, racional y racionar, forma color y tamaño, lo detenta siempre lo equilibrado contradictorio dinámico dialéctico difuso el cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño, y, la bacinilla de Rosa María.
Con concordancia y sin concordancia, la bacinilla de Rosa María. Y, a mas y a más, pero y empero, existen muchas grafías gratas gratificantes de la borrosidad. Y, a mas y a más, del lienzo pictórico blanquinegro del yin y yang de los Vedas, Laozi, Buda, Heráclito. Y, a mas y a más, del lienzo pictórico blanquinegro la composición con hoja de Fernand Léger. Y, a mas y a más, asina como del lienzo pictórico blanquinegro del yin y yang, preséntase, la bacinilla de Rosa María, la mitad llena de miao y la mitad vacía. Y, la dichosa bacinilla párvula infantil de Rosa María, encuéntrase en la línea curva lemniscata de Bernoulli, en el punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso, el límite límbico frontero de entre el miao y al vacío, partícula partitiva viva, en dos equilibradas contradictorias espiras espiralinas sinusoidales. Partícula partitiva viva que sigue escindiendo la lemniscata de Bernoulli y las convierte en parábolas cúbicas de Picasso, y, asina, hasta la eternidad del movimiento histórico sinusoidal, en una sola y sóla eterna noria notoria, de la historia, concentrada en el punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso, el límite límbico frontero de entre el miao y el vacío, en que han de apoyarse las cuatro Leyes de la dialéctica de Hegel y Marx, o sea, el cambio, la acción recíproca, como si fuera de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001, la unidad de contrarios y la lucha opositiva y la transformación de lo cuantitativo en cualitativo como si fueran los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001 en difuminación continua espectral sin saltos de talanquera ni vuelos de gallera. El símbolo de la borrosidad es el yin y yang, que lo tiene la bandera de Corea del Sur, y, a mas y a más, el símbolo de la borrosidad de Cojedes, a mas y a más del cóncavo convexo contradictorio caliginoso coordinado concupiscente 69 cojedeño de Maleo 2001, también ha de estar la bacinilla de Rosa María.
Si la bacinilla de Rosa María es el símbolo de la borrosidad en el llano cojedeño de Cojedes. Entonces sea dicho que la bacinilla de Rosa María es tanto como, el yin y yang, el símbolo de la borrosidad mundial. Ergo vergo sea dicho que, a mas y a más, de estar detrás de la puerta de mi alma, en el hoy que es siempre todavía, ha de estar en los Vedas, Sun Tzu, Buda Laozi, Heráclito, Homero, Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, Derecho Romano, San Pablo, San Mateo, Richardson, Maquiavelo, Sherezada, Pascal, el Quijote, Simón Bolívar, Hegel, Marx, Bernoulli, Newton, Leibniz, Einstein, Bohr, Teilhard, Picasso, Bello, Russell, Whitman, Nietzsche, Montaigne, Browne, García Lorca, Rubén Darío, Kipling, Kelsen, Kitz, Quevedo, Bécquer, Vallejo, Antonio Machado, Nervo, Neruda, Unamuno, Baudelaire, Borges, Ramos Sucre, Pound, Saussure, Ludovico Silva, Kosko, Cirigliano, Villaverde, Luis Alberto Machado, Maleo 2001, que en todos ellos, ha de estar la representación femenina la bacinilla de Rosa María.