Rafael, no te hagas el pendejo, pregúntate: "¿Dónde estoy yo?"...

Y además de eso decir, de qué vive, cómo se mantiene tanto tiempo sin trabajar, todo un milagro, existiendo tantos emigrantes y refugiados en Europa pasando las Caín, muriéndose de hambre, y que si los cogen los sacan a las patadas de ipso facto. Don Rafael Ramírez pronto cumplirá diez años viviendo del CUENTO Y DE LAS CUENTAS ENCALETADAS que tiene en varios poderosos bancos de OCCIDENTE.

¿Cómo le encanta a don Rafael Ramírez ver la paja en la pepa del otro y no los tanqueros petroleros que se robó, sus fenomenales cuentas, en sus descomunales trácalas, sus secretos y bien encaletados escondrijos?

La verdad es que casi nadie (por no decir NADIE) sabe dónde se encuentra encuevado este señor, ahora amanuense de los Borgias. Se especula que se encuentra en Italia, en Mónaco, en San Marino (Monte Carlo), Andorra, Liechtenstein … otros dicen que enconchado en un esplendoroso palacio del renacimiento, y hasta viajando a cuerpo de rey por Europa y Estados Unidos. Por todas esas señales, evidentemente que don Rafael Ramírez está bien protegido por los gobiernos occidentales. No está guarnecido por los rusos ni por los chinos, mucho menos por los cubanos o nicaragüenses.

Y entonces, como el perfecto descarado y ladrón que es lanza el grito ese: "-¡Allá, miren allá va el ladrón, cójanlo!". Se lava las manos de la manera más vil, cursi y miserable.

¿Por qué don Rafael Ramírez, no se pregunta dónde está esa caterva de gerentes de PDVSA que fueron sus empleados y cómplices y que andan desparramados por el mundo con soberbios rabos de paja, huyendo de la justicia?

Y digo con Narciso Torrealba: "La gran diferencia –hasta ahora –entre estos dos fugitivos es el cinismo de Rafael Ramírez, al pisotear con odio y sin ninguna vergüenza el manual de Carreño. Leer cada artículo de Ramírez, es conocer una autodefensa centrada en la descalificación del presidente Maduro con minúscula, porque juraba y perjuraba, que el comandante Chávez, le iba a colocar la tabla de salvación al nombrarlo en su reemplazo, como el candidato antes un final, que se avecinaba irremediablemente, pero apenas escuchó la voz del comandante anunciando a Nicolás Maduro, como su elegido a la presidencia, sabía, que su final estaba adelantado por los hechos de corrupción que se conocen de PDVSA y ahora se parece a toda la jauría que comandó Donald Trump, con el propósito de cazar al presidente Maduro."