Qué podrían decir los psicólogos respecto al último artículo de Rafael Ramírez: ¿Dónde está Tareck El Aissami?. Si se revisan los párrafos 2 y 3 de ese artículo, se podría decir que está ante un espejo en donde mira a otros las características que él mismo tiene. Es como afirmar que "El ladrón juzga por su condición cuando le adjudica a otro lo que en realidad aplica para sí mismo". Es decir, le atribuye a otros sus propios defectos o virtudes.
Esto, según los psicólogos, constituye un mecanismo de defensa inconsciente llamado "Proyección" que significa ver en los demás lo que no se quiere admitir como propio, es decir, sería hacerse cargo de realidades personales que se rechazan de manera consciente.
Por ejemplo, en el párrafo 2, cuando dice; "…y saliera a la luz, el robo más grande jamás ocurrido en el país; y, por cierto, en la industria petrolera internacional, como lo es, la desaparición entre 2020-2022 de 25 mil millones de dólares en petróleo, que los operadores y testaferros de los jerarcas del madurismo, se llevaron de PDVSA". En la esencia de esta afirmación se reconoce que Ramírez podría estar diciendo y aceptando que "Yo no robé tanto así". Es como reconocer que robó menos que Tarek, bajo las mismas circunstancias y condiciones. Con esto no trato de defender a nadie, pero hay que tener cuidado con lo que se dice por que "cualquier cosa que se diga puede ser usada en su contra" sobre todo cuando se tiene abierto un expediente por corrupción.
En relación al párrafo 3, "Este dinero, perteneciente a todos los venezolanos, fue a parar a sus cuentas en el exterior y es lo que ha convertido a esa nueva élite que surgió con el madurismo en dueños de medio país, donde exhiben sin vergüenza alguna, su opulencia, con sus carros y restaurantes de lujo, sus bingos, hoteles y villas exclusivas, en parques nacionales, mientras la inmensa mayoría del pueblo está en la pobreza, es decir, el "milagro" del madurismo"
En este caso, el modo operandi que critica Ramírez a quienes roban el dinero de los venezolanos, es el mismo que se ha dicho de él: Opulencia, carros y restaurantes de lujo, villas exclusivas, etc. Mientras tanto, es cierto, somos los pobres quienes padecemos la falta de recursos que se han llevado Ramírez, Tarek y los socios de ambos; sin contar los que están de bajo perfil haciendo de las suyas.
Definitivamente, en este articulo, Ramírez proyecta sus rasgos personales cuando recrimina conductas ajenas que se supone él también ha tenido, desde el momento en que sale del país. Es donde conviene hacerse la siguiente pregunta ¿Por qué el ladrón juzga por su condición?