La Patria Grande conmemora los 240 años del nacimiento del Libertador Simón Bolívar el 24.07.1783, ocasión para fortalecer el pensamiento bolivariano en nuestra América y recordar el llamado constante del Padre de la Patria a la integración de las naciones emergentes. Ante las amenazas a los esfuerzos de integración solidaria se hacen sentir movimientos sociales y comunidades de buena voluntad, que realizan su aporte para mantener el rumbo solidario en esta hora, donde el sistema imperial opresor intenta generar divisiones y manipulaciones a través de las transnacionales mediáticas.
El sueño de integración solidaria bolivariana impulsado por los próceres de la independencia, asume un nuevo impulso a partir de 1999, con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, un inédito proceso constituyente democrático incluyente, con apoyo a procesos de integración con la creación de instancias como el ALBA-TCP, UNASUR, PETROCARIBE. CELAC. Y aunque siguen existiendo las amenazas para frustrarlos, las comunidades y los gobiernos responsables continúan desechando actitudes mezquinas y siguen trabajando en función de la misión transformadora.
Y en medio de las amenazas frente al intento latinoamericano y caribeño de retomar el legado de unidad de Bolívar, hoy más que nunca conviene asumir este clamor ético del Libertador. Los esfuerzos unitarios de los pueblos y gobiernos populares de América Latina y el Caribe, con unidad en la diversidad, con participación cada vez de mayor conciencia de identidad histórica, multiétnica y pluricultural.
Un factor poderoso para la dominación de los pueblos, es el ataque a la conciencia, al minar la espiritualidad se debilita la misión y se intenta revertir el camino solidario de los pueblos. El símbolo de la Espada de Bolívar, parece abrir un nuevo escenario de unidad en nuestra América, con perspectiva ética, para así poder revertir las tendencias excluyentes y lograr espacios de cooperación signo que representa ese devenir en la memoria colectiva, para seguir haciendo nuestra la Cantata Bolivariana y gritar al mundo que somos tierra nueva con fuerza de viento, la Patria es América cuna y semilla de libertadores contra la opresión, tejer la bandera con nuestras culturas y crear un orden de justicia y paz.
Desde la espiritualidad liberadora y la diplomacia de los pueblos, este clamor ético popular nos impulsa a retomar el camino de integración solidaria en la construcción de la paz con justicia y que la fuerza emancipadora de nuestro Padre de la Patria nos inspire seguir contribuyendo a lograr una humanidad cada vez más comprometida con los más vulnerables, para poder enfrentar a la tiranía del mercado divinizado y retomar el camino del Buen Vivir y del Cuidado de la Casa Común.