"Este es el templo del intelecto y yo soy su supremo sacerdote. Vosotros estáis profanando su recinto sagrado. Diga lo que diga el proverbio, yo siempre he sido profeta en mi propia ciudad. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta y dinero sucio, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho". Me parece inútil pediros que penséis en El Tigre.
Fin de la cita, modificada.
Miguel de Unamuno.
La mamotretizacion, y el uso inadecuado de las variables urbanas. En la ciudad estará trayendo colas en los próximos días.
En el esquema del correcto funcionamiento de una ciudad debe estar contemplado el respeto hacia los espacios de uso público vehicular, peatonal, recreación, estacionamientos, etc.
En El Tigre Anzoátegui parece no existir conciencia ciudadana ni el control por parte de las autoridades municipales, donde la ciudad tiende a convertirse en un caos.
En el Tigre he observado con estupor el uso inadecuado de algunas construcciones: vehículos de carga, impidiendo el libre tránsito peatonal, igual se hace con uso de las aceras, y hasta parte de la avenida principal.
La construcción de un horrible galpón (de mala muerte) en un sitio urbano, donde, me imagino, no debería tener permiso para tal fin, como el galpón-mamotreto de horrible fachada, en la antigua sede del histórico Diario Antorcha diagonal a la Alcaldía del Municipio, en plena Avenida Francisco de Miranda.
Lo más lógico es que este tipo de construcciones, y las ventas informales en ese sitio, se ubiquen en los espacios que la alcaldía determine para tales fines.
Las autoridades municipales deben tomar las respectivas medidas de ORDENAMIENTO URBANO y hacer respetar las leyes locales en cuanto al uso de los espacios adecuadamente...
Hoy en ese sector de la principal arteria de la ciudad donde reina el caos total, por haber permitido que ese galpón invadiera las aceras y otros espacios públicos.¡¡¡ Hay que poner ORDEN!!!
Habrá quien no lo crea, porque la política es así de miserable a veces, pero los ciudadanos que rechazan este mamotreto de construcción, y nada más, y nada menos, qué al frente del Palacio Municipal. Esta aberrante construcción causa un repudio impagable a los 90 años de fundación, de la ciudad.
Vemos con preocupación que la corporación municipal, Alcaldía-Concejo Municipal en pleno tengan que mirar de otra manera el futuro del urbanismo de la ciudad, que arrastra desde hace tantos años una verruga infame en el centro de la ciudad. Y nos alegraría saber que aunque el ejercicio democrático del poder, tiene unas reglas, y unas formas de conducta legítima, hay asuntos que están por encima de las corruptelas partidistas.
El «mamotreto de galpón» construido en las antiguas instalaciones del Diario Antorcha, un patrimonio cultural de nuestra ciudad, ha causado mucha indignación en la opinión publica de esta ciudad, esto ha hecho mucho daño, y es necesario movilizar con mucha diligencia todos los recursos al alcance del estado venezolano para desatascar, la maraña municipal que permitió que un podrió árabe musulmán llamado "Akra", con barba, batola blanca, en chancletas, y pistola al cinto, haya construido semejante, y horrible cagada para vender cemento, y materiales de construcción en la principal avenida de la ciudad. La inmediata demolición de esa horrible plasta, es el clamor de unos ciudadanos decentes, de una voluntad inequívoca de resolver, y de no mirar a otro lado, y no dejar podrir ese esqueleto de cemento, y hierro que produce vergüenza en la ciudad. Por culpa de unos politiqueros en el poder municipal, jala bolas de cualquier imbécil con dinero, como este árabe de marras.
Con esta construcción, y otras ilegales en esa misma avenida, que rozan con los cables de alta tensión, y que están fuera de las variables urbanas, el ayuntamiento municipal, de inmediato debe revocar, y demoler todas estas construcciones ilegales que violan la permisología municipal en materia de construcción, por parte de árabes corruptos, legitimadores de capitales e indeseables.
De forma considerable se les solicita a la máxima autoridad municipal, que se proceda de forma inmediata con la demolición de esos mamotretos y, lo que es más importante, recuperar el control de esas parcelas que pertenecen a los tigrenses, y tigrensas.
Ahora con una alcaldía en disputa, toca abrir un horizonte nuevo, y pensar en las posibilidades que ofrece este espacio para regenerarlo, y ponerlo al servicio de la ciudad.
Esto es una oportunidad para que se incentive la participación de los vecinos y vecinas, y se aporten iniciativas encaminadas a la utilización de estos espacios en las malas manos de unos árabes campesinos recogedores de cosecha en sus países, que nadan aportan al desarrollo productivo del país. Y que hoy en mala hora, esta plaga de comerciantes, venga a mancillar a la juventud profesional, y estudiosa venezolana.
El Tigre ganará, y se enterrará por fin la palabra mamotreto, para designar un lugar que tiene que convertirse en el emblema urbanístico de la Ciudad.
PostScript: A lo mejor este putrefacto musulmán, con su maloliente dinero, vencerá, pero el, y los politiqueros concejales corruptos que lo apoyan, no convencerán a los ciudadanos de la ciudad.
PostScript: A lo mejor este putrefacto musulmán, con su maloliente dinero, y sus compinches concejales corruptos, y politiqueros ganaran, y no le demolerán ese mamotreto, pero no convencerán a la opinión publica de la ciudad, que los seguirán señalando como unos corruptos de siete suelas.