En la actualidad, la política se encuentra en constante evolución y los ciudadanos exigen cada vez más líderes que sean capaces de pensar de manera innovadora y proponer soluciones originales a los problemas que aquejan a la sociedad. Es por ello que considero que la originalidad es el sello distintivo de un buen dirigente político.
Un dirigente político original es aquel que no se conforma con seguir los patrones establecidos, sino que busca constantemente nuevas formas de abordar los desafíos y encontrar soluciones creativas. Esta originalidad se refleja en su capacidad para pensar fuera de lo convencional, romper con las estructuras tradicionales y proponer ideas frescas y disruptivas.
En momentos de guerra económica y asedio criminal sobre nuestro país, los líderes originales sobresalen, tanto así que podemos colocar como ejemplo de liderazgo original e innovador, el liderazgo de nuestro Presidente Nicolás Maduro, quien con pocos recursos le ha tocado sacar el país adelante.
El liderazgo demostrado por Maduro está cargado de la enseñanza de nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez, pero además está impregnado de la paciencia, resistencia y resiliencia del mismo pueblo venezolano, que ha sabido sobrellevar las dificultades y vencer la agresión imperial más grande conocida en este continente.
Ideas innovadoras como la creación de los comité locales de abastecimiento y producción (CLAP); las BRICOMILES para recuperar infraestructuras educativas y de salud; el 1x10 del Buen Gobierno, son ejemplo de políticas innovadoras adaptadas a la nueva época y que fortalecen la venezolanidad, nos permite pararnos firmes y enfrentar con determinación el ataque a nuestra soberanía.
Las mujeres venezolanas son la principal inspiración para este nuevo liderazgo, que observamos en las calles de Venezuela, en estructuras sociales como los CLAP, jefas y estructuras de calle, jefas y estructuras de comunidad, jefas y estructuras de UBCH, consejos comunales, comunas, Gran Polo Patriótico Simón Bolívar y movimientos sociales, que en su gran mayoría lo conforman las mujeres.
La originalidad también se refleja en la capacidad de un dirigente político para adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades que se presentan. En un mundo cada vez más globalizado y tecnológicamente avanzado, es fundamental que los líderes políticos sean capaces de entender y aprovechar las nuevas tendencias y herramientas disponibles. Aquellos que se mantienen arraigados en viejas formas de hacer política corren el riesgo de quedar obsoletos y perder el apoyo de la ciudadanía.
La originalidad no implica necesariamente estar en desacuerdo con todo lo establecido. Un buen dirigente político original sabe reconocer las ideas y políticas exitosas del pasado, pero también está dispuesto a mejorarlas y adaptarlas a las necesidades actuales. Es capaz de aprender de la historia y de los errores cometidos, pero también tiene la valentía de proponer nuevas soluciones cuando las circunstancias lo requieren.
Nuestro Presidente Nicolás Maduro es ejemplo de liderazgo original y con el vamos a seguir venciendo.
@jesussantanderL