Un grupo de jóvenes del pueblo andino de Jajo en el estado Trujillo, campesinos iniciaron este fin de semana el tránsito terrestre desde las montañas donde están establecidas sus familias con rumbo orientado hacia el Norte, señalado como la ’’ esperanza americana’’ , el grupo de agricultores son despedidos por familiares y amigos entre abrazos y bendiciones empapados con llantos , les desean que lleguen sanos y salvos al nuevo destino, son las garras de la diáspora que arranca los retoños del relevo generacional de quienes deberían continuar el legado de las actividades de la agricultura familiar andina.
El monstruo de la diáspora continua con su arremetida llevándose en volandas la población joven, ahora son los agricultores quienes son aventados a tierras lejanas por la peor crisis económica en toda la historia de la Republica, ante la acción deliberada de un gobierno insensible que invisibiliza esta tragedia humanitaria, ignorando en asumir la responsabilidad política de la peor crisis económica que ha padecido la Nación, las estimaciones de la ACNUR la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados desde el inicio de la diáspora en el 2015 hasta el 2023 estiman en siete millones doscientos mil venezolanos desplazados por las más terrible crisis económica de la Republica. La crisis económica continúa arremetiendo contra la población venezolana inmersos en la mayor crisis hiperinflacionaria actualmente según el último reporte de CENDAS, la cesta alimentaria sobrepaso los quinientos dólares mensuales, una familia de cinco miembros esta requiere de un ingreso aproximados de veinte dólares diarios para sustentar alimentariamente su núcleo familiar.
El pueblo de Jajo cuna del León de la cordillera de los Andes sus hijos ya no son reclutados a la fuerza para ser alistados en el ejercito de montoneras para las confrontaciones de las batallas por las disputas del poder político entre los bandos ponchos y lagartijos durante el Liberalismo Amarillo en el siglo XIX, ahora los jóvenes jajoenses parten obligados por la acumulación de necesidades insatisfechas, las causas la mayor y profunda crisis económica en la historia de la Republica, la actividad económica fundamental de la población que es la agricultura , actualmente es imposible sostenerla, no existe rentabilidad económica, las probabilidades son mínimas en la recuperación de la inversión en las siembras, el precio de las cosechas no cubre los elevados costos de producción, la demanda de los consumidores en volúmenes sus cantidades son mínimas en los rubros agrícolas de papas , hortalizas frescas, frutas y café, la pérdida real del poder adquisitivo con ingresos que determinan que del 90 % de las familias venezolanas están en condición de pobreza y pobreza extrema con ingresos salariales miserables menores a cinco dólares mensuales y bonos discriminatorios de veinte y cuarenta dólares mensuales, los escasos ingresos solo le permiten limitadamente ciertos artículos como harinas, huevos y queso, la agricultura de los Andes está amenazada con el agravante de la presencia del contrabando de papas y hortalizas colombianas, actividad criminal y delictual que atentan contra la soberanía agrícola de la nación.
El modelo de agricultura familiar desarrollado en las tierras andinas son pequeñas unidades de producción, con prácticas agronómica intensivas en las pequeñas unidades de una o dos hectáreas, las jornadas de las practicas agronómicas son realizadas de forma artesanal donde se requieren de forma permanente mano de obra especializada , son tierras con las bondades climatológicas para lo mas diversos rubros de papas, hortalizas, frutos , flores , café, de acuerdo a los piso altitudinales, los suelos presentan limitaciones y son frágiles, los cultivares en su mayoría están bajo riego por aspersión, toda la actividad económica esta soportada por el propio esfuerzo económico de la familia, sin crédito agrícola, azotados por la dolarización y especulación de los precios más altos en toda Latinoamérica en los insumos necesarios como semillas, fertilizantes, agroquímicos, al recorrer los campos donde están asentadas más de ochenta mil familias de la agricultura familiar en los estados Táchira, Mérida, Trujillo y el pie de monte de los estados Lara , Portuguesa y Barinas se evidencia la disminución de la superficie cultivada, actualmente la superficie cultivable llega al 30 % de las cien mil hectáreas bajo riego por aspersión de los cultivares de papas, hortalizas, agravando la situación la escases de mano de obras, situación que padecerá para la recolección del café en las regiones cafetaleras de la cosecha que se inicia en Octubre.
La crisis económica continua arremetiendo contra la población venezolana inmersos en la mayor crisis hiperinflacionaria, la anualizada supera el 400% , la devaluación de bolívar en los que va del año 2023 que se inició en 17 bolívares por dólar ya supera los 32 bolívares por dólar, según el último reporte de CENDAS la cesta alimentaria sobrepaso los quinientos dólares mensuales, para una familia de cinco miembros esta requiere de un ingreso de veinte dólares diarios para sustentar alimentariamente su núcleo familiar.
Centenares de jóvenes, miles de agricultores son desplazados por la casusas de la mayor crisis económica en la historia dela República, diariamente abandonan las tierras frías donde se cultivan las papas, hortalizas, frutas, flores, el mejor café del mundo, todos los fines de semana se presenta el acontecimiento triste en los pueblos andinos, sus jóvenes hijos toman al terrible decisión de separarse del núcleo familiar, abandonar el entorno de la comunidad donde se han arraigado en su crecimiento vital como seres humanos, donde han forjado su identidad lugareña , sus costumbres culturales y religiosas, ahora van en la búsqueda de un destino incierto, el convertirse en inmigrantes en tierras lejanas y desconocidas.
EL joven agricultor al haber tomado este nuevo camino ,su decisión es una profunda reflexión, varias noches sin dormir bajo el techo de su hogar, madurando el atreverse con el coraje que es asumir la partida, por primera vez Venezuela sus hijos ahora son desplazados , arribando a otras tierras solo llevando en sus alforjas el afecto y el cariño familiar que les desea los mejores parabienes, como testimonio han dejado en los tapiales en un rincón de su hogar, los aperos del arado, las coyuntas de cuero, el yugo, el timón y la garrocha, el pronto retorno en surcar la esperanza en las tierras de sus ancestros.