El Esequibo, el referendo en pro de su defensa y la proactiva proposición de Einstein Millán Arcia

Viernes, 22/09/2023 04:00 PM

En un trabajo publicado hace ya uno años, titulado "El Esequibo, el problema peor manejado por nuestra diplomacia de ayer y hoy", dije cosas como estas, atendiendo a una interrogante hecha por quienes hacían un postgrado:

"¿Cuál debería ser la posición del Estado venezolano en relación a la población de colonos que habitan en el territorio Esequibo?"

"Para ser sincero y debo serlo porque me obliga la interrogante, no entiendo bien la pregunta. Y es así, porque Venezuela tiene, desde 1966, en el acuerdo de Ginebra, formalizado un reclamo de una parte territorial que nos pertenece desde la formación de la Capitanía general de Venezuela y que la Gran Bretaña arbitrariamente se apropió de él. El tema o la pregunta, en sí, pareciera no ser el centro del asunto sino el cómo debería manejarlo Venezuela. Lo primero a considerar es que los gobiernos venezolanos, casi todos, han manejado eso muy mal. Tanto que, por años permitieron que la Gran Bretaña y luego la naciente República de Guyana, hubiesen administrado ese territorio como suyos".

https://www.aporrea.org/actualidad/a320868.html

Dije además que, "Tomando en cuenta que, como ya dije, hay áreas de ese territorio donde está operando la Exxon-Mobil y todo eso está en reclamo. De donde pienso que Venezuela debe insistir en el reclamo y buscar, siempre por la vía pacífica, sin renunciar nunca una solución en correspondencia con el Acuerdo de Ginebra y no dejarse imponer la decisión de un tribunal que no atienda el reclamo de las dos partes con equilibrio y en procura de la paz, sino a lo que impongan potencias extranjeras ajenas al asunto".

La verdad o circunstancia a resaltar de todo esto es que, mientras el territorio, propiedad de la nación venezolana desde los tiempos de la "Capitanía General", apropiado indebidamente por Inglaterra, mientras se desarrollaba la guerra de indecencia, aprovechándose que no podíamos abrirnos un frente de guerra distinto al que ya teníamos con los españoles, ha sido usado como suyo por los ingleses y ahora por Guyana, después de la independencia que le fue otorgada.

Desde unos años atrás, como un acto de pura formalidad, se incorporó ese territorio al mapa venezolano como nuestro, pero Guyana sigue manejándole como si fuese suyo.

Tanto es así lo dicho arriba, que Guyana ha otorgado concesiones al Exxon Mobil para operaciones destinadas a la extracción petrolera en determinados espacios.

Es decir, gobiernos de Guyana, pese los esfuerzos y hasta gestos de desbordada amistad de distintos gobiernos de Venezuela, desde el mismo momento que ese país alcanzó su independencia y la solidaridad que le brindó cuando en esos avatares andaba la dirigencia guyanesa, han venido respondiendo con gestos inamistosos, provocativos y hasta dentro de la idea que esos territorios en reclamación les pertenecen por su sola voluntad o la "madre" Inglaterra. Aunque en verdad ahora se aprovecha de los intereses de los inversionistas.

Y mientras Guyana se comporta de esa manera, como dueña y señora a cada instante, nosotros sólo hacemos gestos de protesta, inconformidad de vez cuando, como motivados por otros asuntos y la intención que estamos atentos y pendientes, cuando en verdad sólo "nos acordamos de santa Bárbara cuando truena".

Lo que pudo haber sido una operación sencilla en el pasado, dado las muy frecuentes buenas relaciones entre Venezuela y Guyana, sobre todo cuando en este país hubo gobiernos progresistas y amistosos como el de Cheddi Jaggan, se volvió complicado, más que por saber de las probables reservas petroleras que allí habían, por la intervención en los años recientes del capital estadounidense a través de la Exxon Mobil.

Guyana, pese las limitaciones que impone lo relativo al derecho de Venezuela sobre esos territorios y el reclamo, se comporta como propietaria absoluta y sin duda. Tanto que, como hemos dicho, ha otorgado concesiones petroleras y en estos días ha estado ofertando nuevos espacios para esos fines.

Nosotros parecemos conformarnos con haber incorporado a nuestro mapa, un simple y formal gesto, el territorio en reclamación, mientras Guyana actúa y hasta impone su derecho en la comunidad internacional.

Estas reflexiones nuestras que, como ya registré arriba, tienen su origen en el pasado y están expuestas no sólo en el trabajo citado sino en otros más, reviven y toman fuerza, ante lo expuesto por el Ingeniero Einstein Millán Arcia y lo que se está gestando en la Asamblea Nacional.

Según Millán Arcia, aparte de lo decidido y llevado a la práctica con la Exxon Móbil, Guyana, "recientemente, abrió a licitación 14 bloques exploratorios ubicados en aguas en conflicto en la fachada atlántica de Venezuela".

Para el experto mencionado, según lo que logro entender, las operaciones de extracción de recursos petroleros en las zonas en exploración, no han sido tan exitosas como se esperaba, por lo que Guyana "la única y verdadera posibilidad realmente atractiva que podría tener, es precisamente extenderse hacia la zona donde están nuestras aguas en dirección hacia Coro-Coro, campo que posee la distinción de tener el pozo con mayor producción de Venezuela con unos 10,000 BPED. Una zona atractiva aparte de su potencialidad, por lo superficial de sus aguas".

Es decir, corremos el riesgo que Guyana opte por operar como propietario de todo el espacio en reclamación y abrir operaciones petroleras, bajo acuerdos con el capital internacional, incluso en las áreas del territorio en reclamación más próximas al reconocido como espacio nuestro.

Dado que Guyana se muestra osada y hasta agresiva, nosotros nos mantenemos demasiado discretos, lo que pareciera un como reconocer derechos al contrario. Como hemos dicho varias veces, nos limitamos a reclamar y dejar constancia de nuestro derecho sobre ese territorio, pero en la práctica nada audaz hacemos para que se nos respete. Nos limitamos a quejarnos, alegar nuestros derechos, mientras Guayana, más realista, actúa como legítimo propietario.

Estamos absolutamente de acuerdo con Einstein Millán Arcia, cuando expresa, dado el acontecer que "Nuestro país está obligado a responder con la misma o mayor contundencia, prontitud y determinación con la que ha actuado Guyana".

Por supuesto, para los efectos concretos y prácticos de lo anterior, nos solidarizamos con el personaje antes citado, en el sentido que "Venezuela debe responder y nuestra propuesta es simple, abrir a licitación bloques gasíferos/petrolíferos en las mismas aguas cercanas al área en conflicto y otorgarlos a países con marcada asimetría geopolítica, sólidos y con poderío militar. Ofrecer a licitación esos bloques con marcadas ventajas financieras; eso sí, a manera que presionar el desenlace de una negociación definitiva. Esta propuesta debe salir con la bendición de toda Venezuela y de todo Venezolano, ya que se trata del interés nacional".

No hacerlo así, mientras el gobierno guyanés se muestra como legítimo propietario del espacio en reclamación, sería seguir dándoles derechos a su inapropiada e inamistosa conducta. Además, sería este gesto nuestro, un aprovechar las contradicciones que también existente entre los capitales, no sólo para negociar, sino ganar respaldo para nuestro reclamo.

Y el asunto ha llegado a extremos tales que "En una publicación en la red social X, el mandatario nacional (Nicolás Maduro) acusó a EE.UU. de manipular y comprar a los políticos de Guyana para que apoyen la licitación de bloques petrolíferos-gasíferos en el territorio en disputa y su proyección sobre aguas del Caribe. "Es una confabulación inaceptable que pretende despojarnos de los derechos territoriales que le pertenecen al pueblo venezolano".

Declaración que confirma lo ya denunciado por Einstein Millán Arcia, que Guyana se propone llevar a cabo acciones de mayor magnitud en el espacio en reclamo, como si eso le perteneciera. Y para eso, no necesita en exceso la presión o compra de conciencia de los gobernantes guyaneses por parte de Estados Unidos, sino que esa predisposición ya está instalada en ellos y por bastante culpa de nuestra actitud como demasiado pasiva, timorata o moderada, por decir lo menos.

Ahora mismo, en el seno de la Asamblea Nacional, se "solicitó una Moción de Urgencia, tras la disputa territorial con la República de Guyana, y convocó a Referéndum Consultivo para que los ciudadanos se pronuncien sobre la controversia con el Esequibo".

https://www.aporrea.org/actualidad/n386402.html

En el lenguaje coloquial se suele decir "lo que abunda no daña". Pese ese gesto pareciera ser uno de los tantos antes expresados, pudiera servir para estimular una posición militante y activa del pueblo venezolano ante ese problema o disputa que perdemos por abúlicos y hasta olvidadizos.

Según el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, la intención del referendo sería "Que el pueblo decida la defensa del Esequibo, para que cada hombre y mujer de bien hable y diga ese es mi territorio".

Como "lo que abunda no daña", no nos parece innecesario tal consulta o manifestación del pueblo venezolano con respecto a nuestros derechos al Esequibo. Es decir, la apoyamos, porque ella, pese parezca innecesaria, podría impregnar a la clase dirigente, dentro y fuera del gobierno, de la obligación de traducir el discurso pronunciado en determinados momentos críticos, sobre todo cuando Guyana toma iniciativas, en una acción coherente y permanente en defensa de nuestros derechos. Pero además, podría servir de medidor de los sentimientos nacionalistas y descubrir o poner de bulto, quienes están con los intereses de Venezuela o los de EEUU y la Exxon Mobil.

Pero, lo importante son los hechos. Y por esto, hay que tomar muy en cuenta la audaz propuesta de Millán Arcia, que significa pasar de los discursos y manifestaciones de buena fe o nacionalismo retórico a los hechos en favor de los intereses nacionales.

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