Cáscara Amarga 843

Síndrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto

Domingo, 01/10/2023 12:55 PM

Sindrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto. El sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto. Casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001. El amo el voto y el odio el voto, contenidos que contiene la continente tesis innovadora novedosa avanzada de los cojedeños TIANCO de los aspectos armónicos límbico antagónicos ambiguos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en la figura maleoiana absurda significativa medular estable profunda de Maleo 2001 en la perogrullada primera vez de Perogrullo. El sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto. Es una condición de toda la oposición venezolana, que no ha de conseguir nunca la perogrullada primera vez de Perogrullo, o sea y es decir, decir el largo camino medio budaiano absurdo significativo medular estable profundo de entre el amo el voto y el odio el voto. Es una condición de toda la oposición venezolana, que no ha de conseguir nunca la perogrullada primera vez de Perogrullo, y mas y más, pero y empero, porque y para que se sepa que son extremistas, y sus extremos nunca se tocan. Y, esa condición de toda la oposición de ser exclusiva excluyente exclusa, ha de tener un culpable, que ha de ser su padre abanderado, el filósofo griego estagirita, y, con su principio del tercio excluso, del estás conmigo o estás con mi enemigo. Y, tuviera a su mayor mentor histórico en el 2001 con el derrumbe de las Torres Gemelas Neoyorquinas, el 11 de septiembre, el día de la virgen de Coromoto de Venezuela. Y, al siguiente año, tocárale a los venezolanos recibir el coñazo del golpe de Estado al presidente Chávez. Y, ante el fracaso del golpe de Estado, porque y para que se sepa, fuera el pueblo en la calle que diera el contragolpe. Y, regresara, el pueblo hecho ejército empoderado, al presidente Chávez al poder. El principio exclusivo excluyente excluso aristotélico georgebushiano, del estás conmigo o estás con mi enemigo, fracasara de manera estrepitosa, el día de la Virgen de Coromoto de Venezuela. Y, el imperio de los EEUU, corriera para Irak, Libia, Afganistán, y, dieran golpes de Estados a los presidentes a la sazón. Y, no han podido en Siria, que ha estado resistiendo como el aguerrido pueblo venezolano ante tanta agresión del imperio gringo go home. Y, mas y más, pero y empero, el imperio anda en eso, de golpe en golpe, y amaneció de golpe, en alguna parte del mundo. Y, ahora agora hogaño, al imperio de los EEUU, lo tenemos ahí mismito ahí cerquita en el Esequibo, montando su base militar, con la connivencia del gobierno cabrón de Guyana, porque y para que sepa, con la finalidad de dar otro golpe de Estado en Venezuela, porque y para que se sepa, que han fracasado en todas las tareas y en todas las formulas aplicadas en Venezuela, porque y para que sepa, la ironía ofensiva defensiva del pueblo de Venezuela quijotesca cervantina absurda, tiene al imperio de los EEUU, los tiene loco, como si fuera la mismísima oposición venezolana, con el sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto.

Con digresión y sin digresión, con el sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto, el agresivo educadito pueblo venezolano, haciendo gala de historia. Y, en esta noria notoria la pandora perola perorata paraulata cojedeña cantarían que se orina de entre nube con agua y nube sin agua en mi rancho que se llueve moja llora como la lora de Rosa María que no cantaba sino que lloraba. Y, la paraulata en Cantaclaro de San Carlos de Cojedes, llamando agua como a Maleo a que venga y vuelva a toda hora, el día de Santa teresa por la mañana. Y, con la divina paraulata llanera cojedeña cantarina que se orina, deviene en el aquí y en el ahora en el hoy es siempre todavía y el doctor Einstein no lo sabía, del día domingo, 01 de octubre de 2023, día de Santa Teresa del Niño Jesús, en que Alejandrito estaba en la barriga de María Alejandra, y, Alejandrito, irrumpiera en llanto el 08 de octubre de la lumbre. Y, de la página web de La Iguana TV en la voz de Clodovaldo Hernández,https://www.laiguana.tv/articulos/1168898-oposicion-voto-odia-clodovaldo/ "El largo camino de una oposición que un día ama el voto y al siguiente lo odia. Lo están haciendo de nuevo: personalidades de la oposición han sufrido un grave traspié político y nadie se hace responsable. Es que son así, no hay manera de que cambien. Me refiero al hecho de haber rechazado el apoyo del Consejo Nacional Electoral (CNE) a sus primarias para terminar pidiéndole ayuda a falta de menos de un mes para la consulta. Y lo más grave es, insisto, que nadie asume la culpa ni admite que esa primera actitud fue un error. Es impresionante como esta característica recorre el ancho espectro del antichavismo de banda a banda. Líderes de partidos, periodistas, influencers, expertos, jurisconsultos, encuestólogos, dirigentes de segunda y tercera línea y hasta militantes silvestres… todas y todos reaccionan más o menos igual. No hay casi nadie que diga "¡oye vale, pusimos la del pato macho!". Revisando este episodio en particular hay que afirmar que ha sido no un error, sino una cadena de ellos. Si hubiesen decidido desde un principio que el CNE prestaría apoyo, todo habría comenzado a fluir hace meses, con la directiva anterior del organismo electoral. Pero, cuando ya parecía estar todo listo para ello, se impuso el punto de vista de los radicales anti-CNE y se decretó que las primarias serían "autogestionadas", notable palabra que terminó significando "pirateadas por nosotros mismos". Esa decisión fue un error de varias capas. La más superficial fue el enorme riesgo de que todo saliera mal, que las primarias fueran un rotundo fracaso o que –como ha ocurrido- tuvieran que arrepentirse a mitad de camino, cambiar de caballo en medio del río. Pero la capa profunda es más seria aún. Al aceptar la tesis de las elecciones sin CNE se le dio de nuevo aliento a las perversas campañas contra la vía electoral de los años anteriores, lo que luce como un tremendo contrasentido para un sector opositor que ha decidido volver a participar en los comicios presidenciales pautados constitucionalmente para 2024…La tarea de reingeniería tan solo estaba comenzando, pues en algunos casos se trata de organizaciones e individualidades que habían roto con la vía del sufragio desde hace al menos seis años. Le habían remachado con tanta fuerza a sus seguidores la convicción de que "dictadura no sale con votos" que la labor de convencerlos de lo contrario estaba resultando harto compleja. Y en ese trance se encontraban enfrascados cuando "volvió el perro arrepentido", es decir, se impuso de nuevo la tesis de no querer nada con el CNE. Ponerse en el lugar del opositor común respecto a este tema puede proyectar luz acerca de los efectos desconcertantes de los cambios de opinión del liderazgo. Se había hecho un trabajo para restaurar la fe en el voto (demolida por la misma oposición, como bien se sabe) y cuando se avanzaba en ese terreno tan difícil, reaparecieron las oscuras golondrinas y convencieron a la Comisión Nacional de Primarias (CNdP) de que era mejor ir sin apoyo del malvado CNE. Una matriz profunda y una matriz embocada. No olvidemos que es ya mayor de edad. Comenzó a gestarse en la matriz de opinión adversa al voto 2003, luego del fracaso sucesivo del golpe de Estado, el circo de la plaza Altamira y el paro-sabotaje petrolero y patronal. Fue la época del nacimiento político de María Corina Machado, quien apareció en la escena (tras haber firmado, ella y su señora mamá) el decreto de Pedro Carmona, con la ONG Súmate, que de inmediato intentó posicionarse como un CNE paralelo. Ese año y 2004 fueron los de la recolección de firmas para el referendo revocatorio presidencial, un empeño en el que la oposición incurrió en probadas irregularidades, siendo la más recordada de ellas la de las llamadas «firmas planas», en las que una sola persona escribió decenas o centenares de nombres para abultar la cantidad de solicitantes. Cuando se subsanaron los errores e irregularidades y se procedió al referendo, el alto mando de la coalición opositora, entonces llamada Coordinadora Democrática, denuncio que habían sido víctimas de una trampa y ofreció pruebas para las siguientes horas, pero nunca las consignó. El vocero de ese alarido de fraude, Henry Ramos Allup, es el mismo que acaba de aparecer bailando pachanga, feliz por la nueva directiva del CNE, en la que figura Juan Carlos Delpino, ficha suya, según lenguas buenas y malas. En aquel tiempo surgió una de las "poderosas razones" de la oposición para descalificar la ruta electoral: la Lista de Tascón, que en realidad fue la "Lista de Súmate", en la que se identifica a quienes firmaron la solicitud de referendo. Se dijo entonces que aquello era un mecanismo para segregar a los opositores, negarles derechos y tenerlos ubicados. La realidad es que firmantes contra Chávez siguieron en sus cargos en la administración pública y algunos hasta han llegado a ser ministros. Una nueva vuelta de tuerca, tal vez la más deformante hasta ese momento, ocurrió en 2005. Cuando todo estaba listo para las elecciones parlamentarias y el antichavismo tenía firmes posibilidades de obtener un buen número de escaños, la dirigencia de la coalición opositora anunció que se retiraba en masa de las elecciones porque iban a ser fraudulentas. Aquí vuelve a aparecer la figura de Ramos Allup [¿qué sería de la picaresca política venezolana de los últimos 40 años sin el concurso socarrón de ese señor? Pero ese es otro tema], pues unos años después habría de soltar la siguiente infidencia: Todo estaba listo para ir a las elecciones cuando los dueños de medios de comunicación citaron al liderazgo político y le ordenaron que se retiraran. Incluso lanzó al pajón a su concuñado, Eladio Lárez (están casados con hermanas gemelas, dicho sea en tono de chisme), por entonces presidente de RCTV, que esa vez no preguntó quién quiere ser millonario, sino algo así como "a ver quién se atreve a llevarnos la contraria". Como en tantos otros aspectos, 2013 fue un parteaguas. La oposición creyó que, tras la muerte de Chávez, había llegado su momento y con ese ánimo entró a las elecciones sobrevenidas de abril. Al perder, por una diferencia sustancial, aunque no tan holgada como la que había logrado Chávez apenas medio año antes, el candidato derrotado desempolvó el expediente del fraude y llamó a las masas opositoras a "descargar la calentera" (o una palabra parecida), preludio de una nueva oleada de violencia a cargo del ala pirómana propiamente dicha, en 2014. Por cierto, Capriles, sosteniendo aún la versión del fraude (que no logró probar en forma alguna) quiso darle a las elecciones municipales de diciembre de 2013 el carácter de un plebiscito contra el presidente Maduro, pero le salió el tiro por la culata porque el chavismo logró recuperarse en ese proceso y ganar la mayoría de los municipios. Desinflada la burbuja de las llamadas "guarimbas", la oposición continuó con sus oscilaciones entre elecciones y violencia. El regreso al camino del voto fue muy auspicioso, evidenciando una vez más que el opositor promedio prefiere ese rumbo. La gran victoria en las parlamentarias de 2015, cuando la oposición ganó la mayoría absoluta en la AN, fue un tremendo nocaut para el PSUV y el gobierno. A la vez fue una prueba irrefutable de que la autoridad electoral venezolana actúa imparcialmente. ¿En qué universo dictatorial, un ente electoral dominado por el gobierno iba a certificar tamaña paliza? En enero de 2016, el panorama de la derecha para una ruta de retorno al poder lucía más claro que nunca antes. Bastaba con utilizar con inteligencia estratégica la mayoría lograda en el Parlamento y consolidar un liderazgo nacional capaz de llegar a las elecciones de 2018 con la fuerza electoral acumulada. Pero nada de eso ocurrió. Ramos Allup (¡y dale con el veterano acciondemocratista!) pareció emborracharse del poder recibido. Comenzó su gestión expulsando del Palacio Legislativo no solo el retrato de Chávez (lo que hubiese podido entenderse, aunque tampoco era necesario), sino también el de Bolívar, y en este último caso apeló a un argumento de cotilleo en peluquería: no le gustaba porque es "demasiado amulatado". También se puso en onda de perdonavidas a anunciar que en seis meses, utilizando el Poder Legislativo, sacaría de Miraflores a Maduro. En el año 2019, cuando le tocó el turno de asumir la presidencia de la AN a los pirómanos de Voluntad Popular, pusieron en marcha la estratagema imperial de que el diputado electo para este fin, Juan Guaidó (un absoluto desconocido hasta entonces), se autoproclamara presidente interino. Esa autojuramentación fue, de por sí, un gesto de absoluto desprecio al voto popular, que había reelecto a Maduro en 2018, elecciones a las que nuevamente, los mayores partidos de oposición se negaron a concurrir. Pero, para quienes no quedaron satisfechos, los envalentonados dirigentes del interinato intentaron ese mismo año una "invasión humanitaria con concierto incorporado", un golpe de Estado con plátanos verdes y una revuelta popular por apagones a gran escala. Previamente, en agosto de 2018, habían intentado matar al presidente y a buena parte del alto mando político y militar. Lo que no lograron con votos, quisieron conseguirlo con drones. Mientras duró el asunto del gobierno interino, casi toda la oposición que ahora se ubica bajo el paraguas de la Plataforma Unitaria (PU) fue rabiosamente antivoto. A cada paso reiteraban que la dictadura no iba a ser depuesta en las urnas electorales, sino mediante la intervención extranjera o el alzamiento militar interno. Se pasaban los días hablando de la Responsabilidad de Proteger (R2P) y de sacar del congelador al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Para las elecciones parlamentarias de 2020, con una monumental perseverancia en el error, volvieron a intentar el boicot, dejando el camino allanado al PSUV y sus aliados para controlar una cómoda mayoría. También cedieron espacios para organizaciones partidistas que no se sumaron a la jugada y ahora constituyen la bancada minoritaria de la AN. Esa posición de dominio le permite, una vez más, al chavismo tener la sartén por el mango a la hora de las designaciones de funcionarios clave de los poderes Electoral, Ciudadano y Judicial. Los partidos que se negaron a participar en las elecciones legislativas se quejan, pero ¿de quién es la culpa, ah? Y así, luego de este largo e intenso recorrido por la historia de las idas y venidas de la oposición respecto al voto, nos encontramos en este tramo final de 2023, con los partidos que se negaron a aceptar el apoyo del CNE formando ahora comisiones mixtas con ese organismo para "sacar las patas del barro". Y, sin nadie que, con valentía cívica, reconozca que estaban equivocados. Es que así son. No hay manera de que cambien." Agora ahora hogaño, decir el camino medio budaiano absurdo significativo medular estable profundo de entre el sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto, es decir que la oposición venezolana jamás de los jamases ha de tocarse por sus extremos en el camino medio budaiano. Y, la oposición venezolana espera la base militar en Guyana, porque y para que se sepa que ha de amanecerá de golpe y encima con el sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto.

Si el sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto es la enfermedad de la oposición venezolana. Entonces sea dicho que el arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto, jamás y nuca ha de alcanzar a tocarse en los extremos. Ergo vergo sea dicho que la oposición venezolana es extremista y sus extremos nunca se tocan. Que esa es la condición de toda la oposición venezolana de ser exclusiva excluyente exclusa. Que tiene a su padre abanderado al filósofo griego estagirita y su principio del tercio excluso, del estás conmigo o estás con mi enemigo. Que el principio exclusivo excluyente excluso aristotélico georgebushiano del estás conmigo o estás con mi enemigo fracasó de manera estrepitosa en Venezuela. Que el imperio de los EEUU anda de golpe en golpe y de fracaso en fracaso desde Colombia. Que el imperio de los EEUU está montando ahora el golpe de Estado contra Venezuela con su base militar en el Esequibo. Que el gobierno de Guyana es rolimingo de cabrón. Que la ironía ofensiva defensiva del pueblo de Venezuela quijotesca cervantina absurda, tiene al imperio de los EEUU, bien loco. Que el imperio de los EEUU fuera la mismísima enfermedad opositiva venezolana. Que el imperio de los EEUU padece del sidrome del arrepentido perro loco del amo el voto y odio el voto.


 

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