Discursos van y discursos vienen. Se exacerba el nacionalismo. La controversia por el territorio Esequibo parece llegar a un punto álgido dentro del escalamiento del conflicto. El plan de la ExxonMobil y el Departamento de Estado avanza. Guyana asume una actitud desafiante. Se agudiza la amenaza contra nuestra integridad territorial. Aparece la convocatoria a un confuso Referéndum Consultivo y el altisonante discurso de la confrontación militar como alternativas de solución. A nuestro entender, es imprescindible volver al Acuerdo de Ginebra para retomar la vía diplomática como única salida del laberinto.
En el contencioso Venezuela-Guyana hay una valiosa documentación que sustenta nuestro reclamo y demuestra de manera irrefutable nuestro derecho sobre el territorio Esequibo. Nadie duda que hubo un despojo arbitrario por parte del imperio británico que pretendía ocupar hasta el Delta del Orinoco. Nadie duda que el Esequibo es nuestro y que el sol de Venezuela sale por el Esequibo, pero el momento histórico, su complejidad y la dimensión geopolítica nos obliga a repensar nuestro reclamo y construir una propuesta bilateral en el marco del Acuerdo de Ginebra.
El Acuerdo de Ginebra es un tratado firmado entre Venezuela, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y la Guayana Británica. Es un “acuerdo internacional” sin fecha de expiración que contiene 8 artículos e impone, a las partes, el compromiso “de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia”. En el año 2018, Guyana siguiendo instrucciones del Departamento de Estado y la ExxonMobil dejó a un lado el Acuerdo de Ginebra, renunció al mecanismo de los “Buenos Oficios” establecido en el artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas, para acudir a la Corte Internacional de Justicia –CIJ- con el aval del Secretario General de Naciones Unidas. El complot contra Venezuela se hizo evidente. Desde ese momento comenzó a escalar el conflicto, se agudizaron las contradicciones y llegamos a un momento que exige repensar una propuesta “para buscar una solución satisfactoria para ambas partes que nos permita un arreglo práctico de la controversia”. Necesitamos volver al Acuerdo de Ginebra.
Convocar a un “cara a cara” con el Presidente de Guyana, luce como una postura política oportuna que requiere ser acompañada de acciones diplomáticas a nivel internacional y especialmente en los países que integran la Comunidad del Caribe (CARICOM, por sus siglas en inglés). Así mismo, es necesario desarrollar la presión nacional e internacional para que las transnacionales del petróleo entiendan que no tienen garantizada la seguridad jurídica de su inversión.
Cualquier proceso de negociación bilateral (cara a cara) “para buscar un arreglo práctico a la controversia” no puede partir de proponer “todo o nada” porque ese planteamiento frena toda solución viable. La confrontación militar no es una alternativa y el Referéndum Consultivo solo puede servir para exacerbar el nacionalismo. Es necesario unificar a todos los sectores del país en un Gran Frente por la Defensa de Nuestra Soberanía. La controversia por el territorio Esequibo no es solo un problema militar, ni una política de gobierno. Es un PROBLEMA DE ESTADO y así debe ser atendido.
En el año 2010, cumpliendo nuestra responsabilidad como funcionario público, propusimos ante la Cancillería que, PDVSA iniciara un Plan de Inversión para la exploración y explotación petrolera en el Esequibo de común acuerdo con Guyana. Dicho Plan de Inversión debía cumplirse acompañado de un Programa de Desarrollo Social dirigido a fortalecer las relaciones sociales de producción de los pueblos allí asentados porque el Esequibo no es solo un pedazo de tierra con una importante reserva de petróleo, oro, uranio, coltan, madera, etc. El Esequibo es un territorio lleno de gente y pueblos que han vivido su propio proceso histórico-cultural. Nuestra propuesta nunca fue atendida. No hubo respuesta.
Insistimos, en este momento histórico aunado a nuestro compromiso con la integración latinoamericana y caribeña deberíamos solicitar, formalmente, una reunión de alto nivel con Guyana y la Comunidad del Caribe para buscar una solución pacífica a la controversia territorial. Pongamos en la mesa de discusión una propuesta de exploración y explotación conjunta de los recursos naturales del territorio Esequibo y costa afuera. Los momentos difíciles exigen soluciones radicales…y el sol de Venezuela seguirá saliendo por el Esequibo.