América Latina, se viene caracterizando hoy en día por un alto nivel de desinterés y desintegración social, económica y política, tanto en el plano de lo interno, como de la región. La ideología nacionalista dada en la época de Chávez y Néstor y Cristina salto a otro plano donde prevalece el comercio liberal y, el control por la Hoja de Coca y, lo representado por la minería. El recurso de la moneda nacional se vino abajo, por el establecimiento del nuevo sistema tributario, gasto público y de manejo del comercio exterior que sea capaz en manejar y generar un máximo de recursos en moneda nacional y en divisas para el proceso de inversión, más no imponiendo a una población que escasamente gana un salario bajo en bolívares.
A pesar de las reuniones en conjunto entre presidentes, el problema del subdesarrollo económico poco es tomado en cuenta por las confrontaciones ideológicas. Los ingresos se miden en dólares y, se suman cada día más comunidades empobrecidas y, en el caso de Venezuela sus zonas industriales se encuentran cerradas casi en su totalidad.
Existe fanatismo sin raíces. Es una especie de triste cosmopolitismo y, la mayoría de nuestra población esta confinada en sus cosas por la carencia laboral, hay un deseo de conquista de poder y permanecer en él y, una carencia de justicia social para lograr suficientes ingresos para fomentar mano de obra. Ya se habla de facciones políticas.
Esta desconexión es a escala global y, el perfil laico y democrático nos señala una nueva proyección universal faltante en Medio Oriente, ya que, el sustento religioso es muy significativo. He escrito sobre los otomanos y el comercio mesopotámico que se acercará hasta Grecia y Sudamérica, una vez que se quebrante lo que llamamos en el presente Unión Europea y, donde el presidente de Turquía desea ser el regidor de este gran imperio.
La bonanza económica venezolana ha presentado desequilibrios, porque la corrupción ha sido alta y, esto, ha afectado el contrapeso contractual porque, lo compromisos políticos son prioritarios.
Lo que indica que el ensamblaje es corporativo. Este vaivén es un grave detonante para los gobernantes latinos. Se depende más del comportamiento de los fondos especulativos. Todavía hay debilidad para la detención y juicio de quienes robaron muchos dólares, destinados hacia obras del Estado. Se necesita una autonomía para definir un polo de poder zonal y dejar a un lado, el papel de muchas burguesías sureñas que, apuestan a socavar desde afuera y paso a paso la continuidad de la principal gesta popular y victoriosa de América Latina que fue articulada por Hugo Chávez Frías.
Los beneficiarios han sido pocos y, se creen el Egemón de los nuevos cenit de la economía local. Los convenios se dan entre grupos económicos, donde la mayoría son opositores afectos al gobierno bolivariano. Brasil y Argentina, siempre han sido países tapón de los Estados Unidos de Norteamérica y, ahora se expresan como revolucionarios. Es una apuesta silenciosa a la economía desde la época de los Bush hasta Joe Biden. ¿Y las bases militares de USA en el Sur, quienes la mantienen? En una oportunidad encontraron a un Chávez muy ingenuo en el camino de transición de Venezuela junto a unos inoperantes políticos como oportunistas que destrozaron la V República y, donde el punto angular era el comercial.
Los presidentes actuaban directamente como agentes de las principales Corporaciones Europeas y tenían un peón que los vigilaba en todas sus transiciones por vías marítimas con una mujer especializada en su interior, me refiero al submarino Harás San Juan remodelado por Cristina, un viejo ancla alemán que vigilaba desde el Rio de La Plata hasta Magallanes, con poca capacidad de profundidad, pero su fin era vigilar las aguas territoriales, desde lo comercial y Mauricio Macri, como presidente de Argentina no le interesaba tenerlo en buenas condiciones operativas, porque los gobernantes del Sur se contaminaron con los negocios encubiertos, bueno, un submarino nuclear británico anclado en las Islas Malvinas se salió de su ruta de ejercicios tácticos con otros países y, lo implosiono. Rusia, como siempre, tuvo que venir y ubicarlo con su tecnología, ya los venezolanos veníamos compartiendo con los rusos ciertos avances en telecomunicaciones hasta que el presidente Chávez llamo a los chinos para cambiar los nodos soviéticos por chinos, de Huawei y ZTE.
Es nuestra historia política, nada oculta, Ignacio Ramonet algún día nos escribirá de la otra historia, la verdadera que no lleva mucho del universo mágico.
Olvídense, nunca seremos norteamericanos y ya los migrantes venezolanos con permiso laboral, luego de transcurrido ese lapso, serán llevados a zonas de conflictos y angustia. No hay perdón. En mi juventud trabaje con misioneros evangélicos provenientes de Australia, Irlanda y canadiense. Es un solo hilo de autoritarismo, USA, le abre camino a los franceses y británicos para hacer el trabajo interventor y triangulizar los dólares. Ese dinero que opera en Venezuela es traído de Cúcuta, son viejos y de condiciones paupérrimas, los bancos y el Estado jamás relucirá en el comercio sus dólares nuevos, es una facción de la empresa privada y el gobierno que los utiliza y, en menos tiempo, los recoge. Es centrífuga donde el pueblo es engañado de una manera directa.